Capítulo 8

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-Jude, por favor, llámame.

 Era el séptimo mensaje que dejaba en su buzón de voz. Era la séptima llamada que Jude no contestaba.

 Alba estaba sentada sobre su cama mientras su cabeza intentaba buscarle una explicación a lo que la rubia había hecho.

 Intentó llamar de nuevo.

 Y otra vez el maldito buzón.

-Jude, por favor, quiero hablar contigo.

 No quería abandonarla.

 Quería seguir acostándose tarde todas las noches mientras charlaban de cosas estúpidas por mensajes de texto. Quería que la pusiese incómoda las veces que quisiera. Quería ir a comer al restaurante de comida italiana.

 La quería a ella.

***

 Fue durante el décimo cuarto mensaje cuando Lauren entró a su habitación.

-¡Alba! A que no sabes de lo que me he enterado.

-No estoy de humor, Lauren –se negó mientras se cruzaba de brazos y se recostaba en la cama.

 Luego de haber llamado a Jude catorce veces, Alba sabía que hacerlo una vez más no le daría resultados diferentes. Esto la frustraba, pues realmente sentía la necesidad de hablar con ella.

-¿Sucede algo? –preguntó su hermana menor.

 Pero ella no tenía intenciones de responder, así que prefirió darse la vuelta, dándole la espalda.

-Alba...

-Vete. Quiero estar sola.

-¿Es aquella chica con la que siempre te escribes? –por supuesto, su hermana sabía que cuando ella se negaba a contar algo, por dentro pedía a gritos que la ayudasen. Alba no pudo hacer más que asentir, sintiéndose como una frágil y estúpida adolescente que es terriblemente ignorada por el chico que le gusta.

-¿Qué sucedió?

 Se dio vuelta nuevamente para encontrarse con el rostro preocupado de Lauren, quien se sentó a su lado y dejó que su hermana mayor apoyara su cabeza en su hombro.

-Dijo que yo le gustaba –susurró.

 Tardó en llegarle la respuesta de parte de Lauren.

-¿Qué tiene eso de malo?

-Ella se fue, Lauren.

-Tal vez está tan enamorada de ti que fue a sacarse fotos desnuda para después regalártelas –dijo tratando de hacer reír a la morocha.

 Y lo logró, pues esta soltó una risa algo desganada. Pero de inmediato el silencio se hizo presente.

-Tal vez solo tiene miedo –dedujo la menor.

-¿Miedo a qué?

-En realidad, "qué" es un "quién".

-¿Ese "quién" soy yo?

-No lo creo –se negó al instante-. Parece una persona fría, que le encanta perderse en sí misma, y tal vez se dio cuenta de que cuando está contigo solo puede pensar en ti.

 Hizo silencio. Su hermana quizá tenía razón.

-Espera, ¿cómo sabes todo eso?

-Leí tus mensajes la otra vez. Eres muy obvia a veces. ¿En serio? ¿"Beatles" como contraseña?

 Decidió ignorarla. No quería discutir en ese momento porque haya revisado su celular, su humor no se lo permitía.

-No comprendo del todo lo que quieres decir.

  Lauren soltó una pequeña risa al notar cómo la había ignorado.

-Ella no te teme, Alba. Ella le teme a la persona en la que la estás haciendo convertir.

MasterpieceWhere stories live. Discover now