Capítulo 12

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 Si Jude no hubiese estado apoyada en su auto fumando, no habría reconocido el vehículo. Ella solo había estado dentro una sola vez, y cuando lo hizo era de noche, así que no pudo detallar con exactitud el exterior.

-Pensé que serías más rápida, All –se burló mientras se alejaba de su auto y abría la puerta del copiloto a la librera, al tiempo que su cigarrillo iba a parar al suelo.

-Pensaste mal, Jude –respondió antes de entrar al auto con cierta torpeza-. ¿A dónde vamos? –preguntó una vez que la rubia estuvo dentro del vehículo.

-A mi casa, por supuesto –contestó como si esto fuese obvio-. Han pasado dos días, ¿acaso lo habías olvidado?

 Y, aunque se sentía mal saber que Jude solo estaba buscándola para que pintase su cuerpo desnudo un poco más, no pudo enojarse, pues la joven solo estaba haciendo su trabajo.

-No... por supuesto que no –mentía.

 Jude se colocó el cinturón. Alba también lo hizo. El auto se encendió, pero no se puso en marcha.

-¿Cómo estás, Jude? –la pregunta escapó de sus labios de la nada.

 Ella, como siempre, prefirió ignorarla.

-¿Leíste a Wilde?

-Jude... -insistió con frustración. La quería, y por esa razón necesitaba respuestas.

-Sé que no has tenido mucho tiempo, pero es una lectura ligera y...

-¡Jude!

 Aun así, aunque la miró y con seguridad notó la preocupación en sus ojos, continuó evadiendo aquella pregunta.

-¿Leíste a Wilde, All?

 Terminó cediendo con un suspiro. Sabía que no podía presionarla.

-Lo siento, no tuve tiempo.

 Lo cierto era que lo sucedido con Jude, los pensamientos a raíz de eso, y el trabajo, no le habían dado el tiempo que necesitaba para leerlo.

-Prometo que lo leeré en cuanto pueda, lo lamento.

-En realidad te lo di para que leyeras un pasaje del libro que marqué con rotulador... Es una tristeza que ni siquiera notaras eso.

 Jude le había dado uno de los libros más preciados de su escritor favorito y ella lo había dejado a un lado sin consideración alguna. Ni siquiera se había dado el tiempo de abrirlo, o de mirarlo, o de pensar en él.

 Se sentía estúpida.

 Fue cando recordó que aún lo tenía en su bolso, así que lo sacó con cuidado y fue hacia el pasaje que Jude había marcado para ella.

-¿Puedes leerlo en voz alta, por favor?

 Asintió. Era lo menos que podía hacer para disculparse por haber abandonado al autor.

-"Cuando los hombres aman a las mujeres sólo les dan un poco de su vida; en cambio las mujeres, cuando aman, lo dan todo" –y más abajo había otro retazo de texto resaltado-: "¿Cómo vas a ser feliz con alguien que te trata como una persona normal?".

-Esas simples frases describen mi vida –dijo cuando la morocha finalizó.

-¿Por qué?

-Haciendo un resumen, a lo largo de mi vida salí con muchos hombres, pero jamás sentí algo por ellos, aunque sí les guardo cierto cariño. Todo cambió cuando conocí a Daiana. Había ido al cine a ver una película nueva en donde actuaba Kristen Stewart, y fue allí donde la conocí. Resultamos ser unas grandes admiradoras de Kristen, así que comenzamos a vernos más seguido para hacer maratón de películas de ella. Y fue durante "The Runaways" que no besamos por primera vez. No recuerdo muy bien cómo fue, lo único que sé es que su lengua hizo una exploración guiada por mi garganta.

 Jude soltó una pequeña risa y sus ojos parecían brillar.

-Por varios meses me creí una loca por el simple hecho de que me gustase una mujer, pero después de aclarar cada sentimiento, terminé aceptando que quizás yo no era como mis padres querían que fuese. Y tuve la suerte de que mi amor por ella fue correspondido, ¿te imaginas qué hubiera pasado si no era así? ¡Se hubiera perdido a esta belleza!

 Cualquier persona a quien le contara esta situación, con las palabras exactas que estaba usando Jude, creería que su ego era solo un chiste. Y Alba juraría que no es así.

-Así descubrí que me gusta el amor de las mujeres, el único que siento que es verdadero, que no me maltrata, y que en verdad lo dan todo cuando aman.

-Vaya... -no sabía qué decir.

-Y mi otra breve explicación para la otra frase, aplica a uno de los principales pensamientos que tienen sobre mí las personas que me conocen. Creen que soy rara, que estoy demente, que necesito ver a un psicólogo y no sé qué otras cosas más –no mentía, realmente Alba pensaba que Jude no estaba bien mentalmente-. Y la verdad es que normal-normal no soy, ¿pero quién quiere ser común como un trapo? La gente importante se distingue por algo. Al igual que los que quieren dejar en claro que "las personas son todas diferentes, no hay dos iguales", todas las personas no son normales, son mundos muy diferentes donde las cosas consideradas "normales" no son las mismas. Las personas creen o hacen algo que consideran normal, pero para otras no lo es. Todo el mundo está loco y no es normal a su manera, así funciona el mundo. Es por eso que no debes dejar que alguien te trate como alguien "normal" porque no lo eres, no lo fuiste ni jamás lo serás.

 Alba descubrió una gran reflexión tras sus palabras, pero no dijo nada.

 Los minutos que pasaron mientras el auto estaba estacionado frente al semáforo transcurrieron en silencio. Una vez que la luz se puso verde y el vehículo avanzó, Alba habló:

-¿Qué pasó con Daiana?

-Bueno, como toda relación, tuvo su fin. Después de todo, lo único que teníamos en común era el fanatismo por Kristen. ¿Puedes creer que no le gustaba la pareja que hacían con Robert Pattinson? ¿En qué cabeza eso es posible? Sólo en la suya.

 Por su expresión parecía enfadada, aunque fuese lo más estúpido que Alba hubiera escuchado. Pero de pronto la mirada de Jude pareció entristecerse.

-Aun así, me dejó un vacío que me dolió muchísimo, me dolía recordarla. Marcó una importante etapa de mi vida y no se lo pude agradecer jamás. Gracias a ella me descubrí, supe lo que me gusta y lo que no, de no ser por ella seguiría buscándome.

-Creo que no debí preguntar si te duele hablar de su partida, lo siento.

-No importa. Dicen que el tiempo pasa, los recuerdos se desvanecen, los sentimientos cambian, la gente se va, pero el corazón nunca olvida los buenos momentos. Así que me concentro en guardar los buenos momentos que tuve a su lado y ya no me hace tanto daño, la recuerdo como uno de mis mejores momentos.

 Alba hizo silencio, y titubeó antes de hablar.

-¿Puedo hacerte una pregunta?

-Claro.

-¿Acaso te dio filosofitis o algo por el estilo?

MasterpieceWhere stories live. Discover now