Masterpiece

Capítulo 13

 No hablaron más, ni siquiera cuando Jude estaba a medio vestirse en su habitación, a punto de tomar su puesto sobre la cama.

 Ambas estaban calladas, algo poco normal. Pero no todo parecía ser efecto de la conversación que habían tenido en el auto.

 Allí había algo más.

 Alba intuyó lo que era cuando Jude posaba con la mayoría del cuerpo desnudo, pero la excepción la hacía la chaqueta que tenía puesta. La única prenda que la cubría.

-¿Estás bien, Jude?

 Ella no respondió con palabras. Simplemente asintió con la cabeza.

 Por supuesto, mentía.

-Deberías quitarte la chaqueta, pues la pintura se supone que es de un desnudo.

 Pero la pintura era lo menos que le importaba.

-Hoy quiero que solo me pintes mis piernas, están más bonitas que el resto de mi cuerpo.

-Te ves incómoda.

-Estoy bien, All.

-No. No lo estás.

 Pero Jude respiró hondo y no respondió.

***

 El silencio aún reinaba en la habitación. Alba prefirió no presionar a Jude, pues sabía que por más que lo intentara, ella no le contaría qué estaba pasando.

 Pero el silencio se rompió cuando la canción "Dear Prudence" de los Beatles que tenía como tono en su celular hizo sobresaltar a ambas chicas.

-¿Hola?

-¡Alba! Soy Lauren. No sucedió nada, pero quiero que revises con urgencia la cuenta de Paul McCartney.

-Lauren estoy ocupada, no puedo ahora.

-Hazlo ahora, por favor, acaba de dar una noticia que te va a poner muy feliz.

-Está bien, adiós.

 Cortó.

 Inició sesión en su cuenta de Twitter para ver lo que el cantante había posteado. Y al verlo se heló. Y al parecer su rostro se transformó de tal forma que hizo preocupar a Jude.

-¿Alba? ¿Qué ocurre?

 No contestó.

-Alba, ¿qué pasó? ¿Quién te llamó?

 Silencio.

 Se levantó de la cama para acercarse al tenso cuerpo de la morocha.

-¿Alba?

 Susurró algo incomprensible.

-¿Qué?

-Paul McCartney viene al país...

 Y ahora fue el rostro de Jude el que se transformó.

-¿En serio? –preguntó con una evidente exaltación en la voz.

-¡Sí, Blondie! No lo puedo creer.

 Si Jude no hubiese estado tan emocionada podría haber notado el apodo que la morocha le había puesto.

***

 Dos horas después, estaban tomando café en el balcón del departamento de Jude, quien ahora estaba vestida, pero la chaqueta seguía ahí. Los dedos de Alba rozaban con los de la rubia.

-¿Vas al concierto de Paul?

-No creo, las entradas son muy costosas y no tengo el dinero para pagarlas. Aun así me emociona su presencia aquí.

-¿Y con lo que te estoy pagando por la pintura?

-Lo necesito para ayudar a mi familia.

-¿Y qué te parece si las pago yo?

-No podría aceptarlas, si quieres ir ve, pero no cuentes conmigo. No quiero que inviertas tu dinero en mí.

-No voy a invertir mi dinero en ti. Voy a invertirlo en nosotras.

-Jude, no lo sé...

-¡Vamos Alba! Si mi orgullo me lo permitiese te rogaría, pero no voy a hacerlo. Más bien te voy a obligar a que me acompañes y no puedes negarte. Es más, te pagaré el doble si vas y me dejas pagarte la entrada.

 La oferta sonaba muy tentadora, pero no quería que Jude invirtiese su dinero en ella. Pero el dinero que estaba dispuesta a pagarle le iba a servir muchísimo, quizás con eso podría empezar a pagar la carrera universitaria de Lauren.

-Está bien, iré.

 La rubia sonrió ampliamente, realmente estaba feliz.

-Convencerte no es nada fácil, invierto mucho dinero en ti. No serás una diva pero sí me haces tirar el dinero.

-Oye –la interrumpió-, si tienes quejas no te acompaño y ya no gastas más dinero.

-Déjame terminar la oración y después te quejas. Quería decir que aunque me hagas gastar mucho dinero, estoy muy feliz de que me acompañes.

 Silencio.

-Me gustaría que me acompañases por estar conmigo y pasar un momento inolvidable, que por el dinero. No es que me moleste pagarte, porque si así fuese no te pagaría ni un centavo, pero solamente me gustaría ir contigo sabiendo que vas por gusto y no por el pago.

-Si estabas intentando arrebatarme tu dinero con esa cara de perrito mojado, déjame decirte que lo has logrado.