Capítulo 24: Ganándome su perdón -parte 2.

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•Advertencia: ¡Todo se puede en al amor y el secuestro!
\(^u^)/ Ténganlo en cuenta para cuando cometan su próximo crimen ;) •

•ADVERTENCIONADOR LIBRE•

                  
ADAM'S POV

No. No cederé. No importa que tan adorable sea el puchero que me está haciendo, no la soltaré hasta que lleguemos a nuestro destino final.

Me aparco en el estacionamiento del KFC para ir a comprar algo de comer antes de ir a nuestro verdadero destino, repitiéndome las mismas palabras una y otra vez; "no cederé". Las tripas de ambos llevan sonando aproximadamente una hora, y temo que Alice recurra al canibalismo si no le doy algo de comer. Lo sé, es bastante arriesgado bajar por algo de alimento, el darle la espalda y que pueda atacar. Pero el hambre te impulsa a hacer verdaderos sacrificios.

Volteo a mirarla y esta me sigue haciendo el mismo puchero adorable que me hace querer besarla aun más. Creo que fue una mala idea sacarla del maletero y dejarla ser mi copiloto, porque lleva más de media hora haciéndome un puchero para que le deje irse ya, cosa que por un segundo estuve a punto de hacer, con tal de verla sonreír. 

¡Pero no cederé! Tengo algo de fuerza de voluntad aun.

Admito que me es bastante difícil resistirme a su adorable carita, pero tengo que hacerlo para seguir con mi plan y que ella por fin acepte mi perdón. Ya lo he admitido, acepto que soy un total bruto, insensible, y mucho más. Ella no me ha hablado por dos días, y además me agrede cada vez que tiene la ocasión. ¡Sé que la herí! Solo quiero que este periodo del terror termine, que volvamos a Miami y volvamos a ser los unidos casi novios que éramos.

¡Solo nos quedan dos horas de camino! Creo que puede aguantar un poquito más la incertidumbre. Sé cuanto le costará tomando en cuenta lo curiosa que puede llegar a ser, y si a eso le sumamos que en estos momentos me odia... sí, será un viaje bastante interesante.

¡Y aun así no puedo evitar amarla! Si tan solo pudieran ver esa carita, querrían comérsela a besos como yo. Pero obviamente eso solo pasaría sobre mi espíritu, por que ni aunque estuviera muerto dejaría que se le acercaran a MI chispita.

-        Por favor, ceniciento –me dice ella con su adorable carita- te perdono si me dejas ir ya.

-        No es cierto –le dije sacándome el cinturón- buen intento, amor, pero sé que me seguirás odiando si te dejo ir ya. 

Me bajo del auto y cierro la puerta, poniéndole seguro y seguro de niños rápidamente antes de que pueda escapar. Bien, tal vez sea demasiado el que la tenga esposada a la puerta del auto, pero la precaución nunca está de más. ¡Casi me saca un ojo cuando intentó tomar el volante mientras iba conduciendo! Sé es capaz de cualquier cosa ahora, por eso tuve que llegar al punto de sacar las esposas que le robé a un oficial del parque. 

Veo como apoya su cara en el cristal deformándola en una accidental mueca graciosa, mientras me fulmina con la mirada y golpea el cristal con su puño libre echándome maldiciones a su vez. Espero no lo rompa, el auto de mamá es bastante viejo, pero sé que si le pasa algo me matará.

-        ¡Déjame salir, bicho! –grita otra vez y hace una pausa- ¡Al menos tráeme unas nuggets de pollo!

Rio sin poder evitarlo. Me ofende, es obvio que sé que llevarle. Me sé todas y cada una de sus mañas y gustos, los nuggets de pollo son tan solo una de las tantas frituras que le gustan. Hoy la consentiré en todo lo que quiera. Excepto en dejarla irse, claro está. Aun tenemos un lugar al que llegar, y si ella no esta presente no tiene caso ir allá.

Ellos Están EnamoradosWhere stories live. Discover now