Hades el Visitante del Inframundo

Cap 3 Trágame tierra y escupeme en Marte

Adara, Reino mortal.

Adara y Samy ingresaron a toda prisa al instituto debido a que habían llegado muy tarde a clases. Si no se apuraban el señor Taylor su maestro, no las dejaría entrar y seguramente se ganarían otro informe en la agenda. Siempre era lo mismo, pero si no venía con Samy y tomaba el autobús escolar ella se enojaría, ya intentó en otra ocasión usar otro medio de transporte y él que Samy dejara de estar ofendida le había costado una buena cantidad de sus ahorros, ya que, la tuvo que sobornar con diferentes clases de frituras y helados. Pero estaba cansada y si Samy no se comprometía de verdad a traerlas a tiempo tendría que tomar medidas muy serias, ya su madre en otra ocasión le había dicho que podían permitirse tener otro auto, pero Adara no quiso pues se sentía realmente mal que su mamá tuviera que gastarse sus ahorros de esa manera y se negó totalmente a recibirlo.

Adara veía cada vez más cerca otro maldito reporte y no era conveniente porque cualquier estupidez por pequeña que fuera podría provocar que perdiera el cupo en la universidad. Sin embargo, en este momento era lo que menos le preocupada, porque lo que en realidad ocupaba sus pensamientos era el chico que había visto discutiendo con su novia en la calle, porque no había más explicación, la rubia debía de ser su pareja y por ello la riñó cuando la descubrió comiéndoselo con los ojos, que vergüenza, es que aún no dejaba de lado la adrenalina causada por el penoso momento. De todos modos, no la culpaba porque ella en su lugar tal vez habría hecho una estupidez mayor si cogiera infraganti a una desconocida mirando de la forma en que ella lo había hecho a quien considerara suyo.

Pero es que lo repetía una y otra vez, ¡tenía ojos maldita sea! Estaba muy segura de que ninguna mujer u hombre heterosexual, homosexual, ni de ninguna edad le hubiese pasado desapercibido semejante buenorro.

Y para agregarle más leña al fuego Samy también lo vio y Adara estaba tan concentrada en grabarse cada detalle del chico que no se dio cuenta que su amiga perdió dos cambios de semáforo y se ganó también unas cuantas cantidades de insultos de los conductores que no podían mover su auto. Sin embargo, cuando se vieron cogidas infraganti por la rubia, salió disparada antes de que se armara una buena bronca. Durante el resto del trayecto Samy no tuvo más tema de conversación que lo obvio, él. Su parloteo no terminó incluso cuando tuvieran que entrar corriendo por los pasillos, sino que se planteó un reto y ese era investigar absolutamente todo de los nuevos y sin siquiera preguntarle si ella también quería pertenecer al grupo de espionaje empezó a hacer una lista de lo primordial: ¿Quién era? ¿Dónde vivía? ¿Qué hacía en la ciudad?, ¿a qué instituto o universidad iba? Y lo más importan si lo que tenía con la rubia era o no serio. Samy estaba empeñada en acosarlo y Adara debía confesar, aunque no en voz alta que también quería saber de quién se trataba.

—Es mío Adara, apenas tenga toda la información voy a ir por él y te digo de una vez, esta caliente, muy caliente y lo quiero para mí.

Adara no respondió absolutamente nada a la declaración de su amiga, pero sintió algo de tirria hacia ella por declarar que el desconocido era de ella. Adara nunca compitió por la atención de ningún chico, es mas pensaba que hacerlo te restaba dignidad y que cuando alguien te interesa pues las cosas se darán de forma natural y si hay que forzarlas pues es porque no conviene y ya está. Actitud madura, pero su boca del estomago pensaba lo contrario al sentirse molesta y algo celosa por alguien que ni siquiera conocía, menuda estupidez, pensaba Adara y sonrió concentrándose en algo mas importante, el llegar a sus clases.

Las chicas entraron al salón sin contratiempo, él señor Taylor por fortuna aún no había llegado y eso si era tener la suerte de su lado, ya que, su maestro nunca llegaba tarde. Tomaron sus respectivos asientos separados, debido a que no podían compartir porque las habían castigado por todo el resto del año. Sin embargo, Adara no estaba preparada para lo que sucedería a continuación.