Hades el Visitante del Inframundo

Cap 21 Visitante en el Inframundo

Adara, El Olimpo.

Ya se estaba cansando de la forma en que la estaban moviendo de un lugar a otro sin siquiera ser avisada, se sentía como una muñeca de trapo y a esto también tendría que sumarle el hecho de que se había metido en un lio muy grande y todo sin ser realmente consciente de ello. 

Minutos después se materializaron en la habitación que Afrodita preparó para ella. Para Afrodita no era necesario preguntarle como se sentía por la reciente reunión, era realmente evidente que estaba tensa como la cuerda de una guitarra y su rostro se tornaba tan pálido que temía cayera en coma.

—Afrodita, yo-yo no creo poder... _Intentó manifestar Adara, pero la diosa no daría su brazo a torcer, la llevaría a rastras si fuese necesario.

—No digas tonterías, claro que puedes Adara, creo que he sido clara al decirte que esto es importante. ¡Qué digo importante! Es de vida o muerte. _Dijo la diosa tan tajante y seria que Adara se puso aún más tensa, si eso fuera posible.

Adara caminaba de lado a lado como una fiera enjaulada, sentía que el aire abandonaba lentamente sus pulmones, se encontraba desesperada, sentía que de esto no tenia salida, que así armara un escandalo o cayera presa de la ansiedad y desesperación no podría hacer nada. Ellos gozaban de habilidades que ella ni siquiera podría imaginar, entonces ¿tenia opciones? Claro que no, no tenía ni una puta opción, ella estaba atrapada.

—Entonces si no tengo más opción quiero saberlo todo, pero quiero la verdad. Porque hasta ahora tus argumentos no han sido muy válidos, tal vez todo lo que me pides que haga tiene todo el sentido para ti, pero para mí no, me raptas y prácticamente me obligas a hacer parte de un plan en el cual soy ignorante, quieres que confié en ti ciegamente, pero tú no me has revelado todo _Inquirió Adara aferrándose a su creciente ansiedad.

Afrodita lo pensó por un instante, llegando a la conclusión de que la humana tenía razón, ella la metió en ese embrollo a ciegas y ahora lo que exigía era justo, también tenía claro que su reticencia tenía que ver con el dolor que Hades le causó, ella tenía miedo. Sin embargo, no era que les temiera por lo que recientemente descubrió que eran, sino el terror de verse cara a cara con el ser que le destrozó el corazón. También la sentía confundida, ella luchaba por asimilar toda la información que se le suministró desde que despertó en el Olimpo, pero miedo no tenía y esto la complacía. Estaba segura que no se había equivocado con la humana y pese a lo que pensaran los demás, Adara era especial, muy especial.

—Tienes toda la razón, me parece justo. De todos modos, tenemos tiempo antes de ir al Inframundo. Me gustan las entradas dramáticas y hoy mi hermanito está ofreciendo una reunión para sumar seguidores en su causa, así que ese sería el momento ideal para llevarte. _Indicó la diosa ante la mirada de total estupefacción de la chica.

Adara miraba a Afrodita con los ojos bien abiertos. Se sorprendía, porque en un segundo decía que el mundo dependía de ella y al otro sonreía pícaramente y hablaba de entradas dramáticas. Definitivamente Afrodita no estaba loca, ella se encontraba un nivel más allá de lo desquiciada.

—Se lo que piensas. _Inquirió la diosa mirando con chulería a la humana. —Y no, no te leo la mente. Solo que eres muy fácil de descifrar. Solo me gusta imprimirle a las situaciones estresantes un poco de mi sello, y júzgame por ello si es lo que quieres. _Agregó la diosa entre divertida y diabólica, ya quería ver la cara de Perséfone cuando viera la entrada que tenía preparada. Obviamente esta parte sería muy gratificante.

—Afrodita si ya terminaste de hacer planes conmigo sin tenerme en cuenta puedes iluminarme y decirme que coño pinto yo aquí de una vez por todas. _Pidió Adara exasperada.

—¡Está bien! Siéntate, cálmate, toma aire. Trataré se ser muy rápida y simple para que me entiendas. Las preguntas al final por favor. No me gusta que me interrumpan mientras estoy inspirada.