ᨵ baby ggukie.

O3

Soltaba pequeñas risitas debido a los pequeños híbridos quienes en su forma animal estaban en el regazo del conejito, por otro lado se encontraba Jisoo y Seokjin viendo la tierna escena, y más para el mayor quien no dejaba de mover su cola, por alguna extraña razón no podía quitar los ojos del piel lechosa quien sintió una mirada sobre él, buscó conectando con el castaño quien al instante sonrió algo nervioso, con un color carmesí dió una media sonrisa volviendo a prestar atención a los animalitos a su alrededor.

—Tranquilo campeón, tiene dieciséis años. — mencionó divertida su noona para retirarse con una sonrisa en sus labios, dejando al híbrido con las palabras en la boca.

Dió un último vistazo al menor para sonreír y irse, tal vez estando en su lugar favorito pensaría con más claridad, de pronto Taehyung se engancho a su pierna sacándole una risa al mayor.

—Hola TaeTae.

—¡Jin hyung gatito dice que conejito es más lindo que yo! — reclamó haciendo al mayor reír.

—Tú también eres lindo, ve y dale mimos a yoongi.

El zorrito asintió dejando su pierna, corrió hacia la sala con sus demás hermanos, llegó a al colchón, su querida ventana y él, aquel bonito conejito le llamaba la atención, tal vez el instinto de protección, o su experiencia en gustarle alguien, aunque no parezca, Seokjin estaba experimentando sus sentimientos debido a que se limitaba a conocer a los demás debido a la inseguridad, cosa que con el tiempo cambio.

Analizó, tal vez sólo es su inexperto corazón o curiosidad, se planteó proteger siempre a los más pequeños y claro que el castaño no sería la excepción, recargó su cabeza en la pared cerrando sus ojos suspiró cuando escuchó una suave voz llamar.

—Pase.

—Uhm h-hola Jin hyung.

Abrió los ojos debido a la sorpresa ya que los niños tenían las voces más agudas además de siempre saltar a su regazo, miró al adorable híbrido cabizbajo y con aquel color carmesí, trato de controlarse, dios, ¿cómo aquel pequeño lo ponía tan nervioso?

—Hola, perdón quiero decir, no te di la bienvenida, eh, ¿cuál es tu nombre? — se dió una secuencia de cachetadas mentales.

—Uh, Jeongguk. — hablo tímido.

Se sentó en la orilla del colchón para poder hablar mejor con jeongguk, el pequeño levantó la vista aún sonrojado regalandole una pequeña sonrisa al mayor quien juró morir ahí mismo, pero se contuvo, quedando en un silencio algo incómodo.

—Yo, quiero que sepas que cuentas conmigo para lo que gustes, como sabes soy el más grande aquí, bueno somos dos. — dijo amable haciendo que el conejo fuese perdiendo la pena.

—¡Gracias Jin hyung!, este es un hermoso lugar al igual que los que viven aquí.

Seokjin se limitó a asentir, bajó del colchón para acercarse al castaño quien al sentir la cercanía bajo las orejitas de punta café, sintió la gran mano del mayor acariciar su cabeza con delicadeza haciendo que el menor agitara su colita debido a la bonita sensación, jin confirmo que su cabello es lo más suave, el contacto no duro pues el mayor dejo de ejercer la caricia, debido al gran corazón que poseen los animales y ellos ser mitad de estos, el tacto les hace entrar en confianza y bueno, el canino quería la total confianza del tierno conejo.

Jeongguk sin pensar tomó de la muñeca al mayor quien extrañado y nervioso sintió las hebras suaves nuevamente, movió sus dedos para poder mimar al menor, bueno, se pasaría el día entero haciéndolo, después de unos minutos en ese silencio cálido, Jeon se disculpo por su actuar lo cual preocupó al más grande, había indicios de sumisión y eso no le gustaba para nada.

—No hay de que disculparse, digo, todos amamos los mimos. — río levemente, bien Seokjin pareces estúpido. Se regaño.

El conejito olvidó el comportamiento de hace unos momentos para también reír, su risa era menos escandalosa que la de Jin, quien al escuchar aquel bello sonido proveniente del menor sintió ir al cielo, dios, llamenlo exagerado pero no sabía como controlar las cosas que el pequeño jeongguk le hacía sentir. Según él es una linda amistad.

Jisoo los miraba mientras cargaba a uno de los pequeños, tal vez que Jungkook llegase le haría ver a Jin lo importante de salir, vivir lo que queda al máximo con personas que queremos, aunque sabía que no era fácil dejar su hogar, tendría que hacer otro con, tal vez, una pareja, sonrió siguiendo su camino con el pequeño en brazos.

Mientras que en la habitación Jin hablaba con el castaño sobre gustos, pasatiempos, además de que le contó la razón por la cual terminó en el orfanato, llegó un punto en donde el conejito sentía confianza total en esa sonrisa que Jin le dedicaba, lo bello de sus ojos, lo cálido de sus caricias, cosas que quería siempre a su lado, se sentía una niña hormonal frente a una celebridad pero, con alguien tan lindo como su hyung poco le importaba realmente.

El can por otra parte tenía bastantes preguntas, más bien, quería saber cómo un híbrido así terminó en un orfanato, además de que Jungkook usaba ropas que cubría su cuerpo, en especial los brazos y el cuello, preguntar no era debido, lo sabía, pero con esa sensación que tenía en su corazón cerca del más pequeño sólo quería protegerlo, mimarlo. Jeon noto el silencio de Jin imaginándose la dudas que este tendría, soltó un pequeño suspiro llamando la atención del mayor quien seguía atento.

—Casi no preguntas nada Jin hyung, ¿ocurre algo?, y-yo te tengo confianza puedes preguntarme lo que sea. — su voz tembló en lo último, pero, en realidad quería que se sintiera igual.

—Pequeño no quiero incomodarte, sé cosas sobre ti y eso debe ser suficiente, ¿no crees? — y otra vez esa hermosa sonrisa, jeongguk sentía desmayarse ahí mismo.

No hyung, aún no, pensó el menor, sacudió la cabeza dando a entender que no, seokjin desconcertado prestó atención.

—Debes saber por qué estoy aquí.