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la pareja había pasado la noche ahí, llena de caricias y lindos besos. en la mañana los rayos del sol comenzaron a despertar al conejito que frunció su naricita por la molestia, se relajo cuando sintió los brazos del can alrededor de su cintura, sólo que seokjin ya estaba despierto desde un buen rato.

—buenos días mi conejito —susurro con voz sedosa a las sensibles orejas del más pequeño quien se tenso levemente.

se giró quedando frente su mayor sonriéndole, mostrándole sus grandes dientes pero que lo hacían ver adorable
—buenos días jin hyung.

seokjin acercó el cuerpo de jeongguk a él para dejar que la cabeza del conejito reposara en su pecho que subía y bajaba, como de costumbre pues el castañito amaba todo de su novio, se sonrojo, no pensó tener una relación tan maravillosa con un hermoso híbrido.

—siempre te quise decir bebé —jeongguk alzó su carita dejando a la vista su cabello hecho un desorden además de unos ojitos mirándolo atentamente— que en tus ojos hay una galaxia, la más hermosa de todas.

el conejito bajo las orejas avergonzado con un color carmesí expandido por todo su rostro, rápidamente volvió a su escondite dónde escuchó la sonrisa algo fuerte del can, se derretía por las cosas tan hermosas que su pareja decía, dios, ¿cómo perder la pena?

jin siguió con tiernos cumplidos haciendo que el más pequeño se hiciera un tomate en cuestión de segundos, pero no duraba escondido pues el mayor le hacía salir con pequeños poquitos que empeoraban el estado del castañito quien a ese punto sentía su rostro estallar de lo rojo que seguramente estaba bastante notorio.

pronto les dió hambre, pues sus estómagos no tardaron en protestar, se dieron unos últimos besos y salieron de la cama, seokjin fue rápido a la cocina, jeongguk llegó después encontrando en la mesa una variedad de platillos que lo dejaron atónito y con un leve hilo de saliva escurriendo por la comisura de su labio, kim no pudo evitar sonreír, extendió la mano hacia su novio quien de inmediato la aceptó sentándose a su lado.

—jin hyung, esto es, ¿cuándo?

el mayor soltó una risa para después guiñarle el ojo al conejito quien aparto la mirada. seokjin acostumbraría a su bebé a su coqueteo que había descubierto no hace mucho, desayunaron en un ambiente agradable, jeongguk lo tenía claro, un desayuno perfecto necesitaba de buena comida y seokjin.

jeongguk ayudo a lavar los trastes aunque el  can se negará, el mientras tanto tendía la cama y se vestía, el conejito había dormido con una de sus blusa que le había quedado bastante grande y holgada al menor, quien se veía adorable para seokjin. nota, dar más seguido sus camisas. ya ambos vestidos se dirijeron al orfanato pues aún tenían que avisarle a su familia.

en el pequeño transcurso de este camino, seokjin relajaba a su conejito quien estaba nervioso, pues sentía que jisoo no aceptaría que ambos vivieran solos, y aunque quería a seokjin el sentía que debía obedecer a su noona por más que doliera, un pequeño nudo se hizo en su garganta pero que fue calmado por jin quien dejó un beso en los labios de su conejito.

al llegar, una oleada de cachorros fueron hasta ellos, los mayores no esperaron tal reacción, cayendo con unos híbridos en su regazo quienes hacían preguntas sin cesar, jeongguk sonrió con ternura tratando de calmar a los más pequeños, en ese momento llegó su noona, entonces el menor se preocupó.

—niños, creo que deben escuchar algo —los cachorros dejaron a los mayores para permitir que se levantaran.

seokjin se aclaró la garganta nervioso 
—hermanitos, sé que es repentino, pero, yo y jeongguk nos iremos a vivir a otro lado, pero, eso no significa que no los dejemos de amar, los vendremos a visitar bastante seguido.

un silencio algo largo de instalo, pero no era incómodo, algunos chiquillos se miraban entre sí para después mirar al can, nuevamente las vocecitas agudas inundaron la sala.

—¿echo significa que ya tienen duelo?

—¿volvelan?

—jin hyung n-no se vala.

Aquella vocecita cesó las demás, la osita que le tenía tanto cariño a seokjin tenía leves lagrimitas en sus ojitos castaños claros, el mayor se acercó a ella para cargarla, los demás pequeños hicieron lo mismo, pero ellos entendían, no llorarían al ver a su querido hermano mayor feliz.

jeongguk miraba todo, también estaba la borde de las lágrimas, entonces sintió dos jalones por parte del zorro y gatito quienes tenían los ojos igual de llorosos.

—yoongi, taetae –se arrodillo a su altura, ambos pequeños lo abrazaron bastante fuerte, con las pocas semanas de su estancia, los híbridos le tenían un aprecio especial a jeongguk.

—te extrañaré conejito.

—¡ven a visitarnos, prometelo!

el mayor asintió, yoongi se secó las lágrimas, pues no le gustaba verde débil, aunque por ese adorable mayor lo mandaba literalmente al caño, en cambio taehyung lloraba mares, el gatito lo jaló alejándolo de jeongguk para no llenarlo de mocos y lágrimas.

los menores fueron a lado de jisoo quien miraba a ambos con la sonrisa más hermosa que alguna vez vieron en sus vidas. entonces el castañito entendió que jisoo los apoyaba además de estar orgullosa de ellos quienes comenzaban una nueva etapa.

la pelinegra se acercó a ellos, abrazándolos, la pareja no pudo evitar soltar algunas lágrimas, jisoo era lo más preciado para ellos, su madre, la mujer que los salvó sin importar que, la mujer que siempre estuvo para ellos y vivió por ellos.

se separó tomando las manos de ambos, ella también lloraba.

—prometanme que serán felices mis niños, porque lo merecen —sonrió aunque las lágrimas caían lentamente.

jin llevo su mano a la cara de su noona limpiando las lágrimas de esta, cerró los ojos sonriendo cálidamente.

—los amo niños.

—nosotros también noona.

ᨵ baby ggukie.Where stories live. Discover now