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el tiempo en que jeongguk pasó embarazado fue duro, pues era más sensible a las cosas, precisamente hoy cumplía siete meses, Seokjin no se molestaba o estresaba si su bebé lo despertaba en la madrugada, pero jin tenía ojeras y comenzaba a ganar peso debido al apetito de jeongguk.

-jinnie, tu cara -dijo de pronto el menor que se encontraba en los brazos del can quien dormitaba.

-¿mhm? -abrió los ojos encontrándose con su pequeño con lagrimitas en los ojitos de Bambi, despertando de golpe.

-¿qué ocurre amor?¿te duele algo?

el castañito negó aún con la amenaza de querer llorar -e-es que soy muy molesto, berrinchudo y-y tienes ojeritas.

llevo sus manitos por debajo de los ojos del mayor quien sintió una oleada de ternura al ver como los pulgares de su bebé acariciaban con mucha calma las pequeñas, pero notables ojeras, el menor se sentía culpable.

-y-yo no pensé ser una carga amor, perdóname, perdóname -ahora sí lloraba, dejando que gruesas lágrimas cayeran por sus pomposas mejillas, el can se separó del conejito.

-bebé es normal, todo esto, y vendrán noches en donde nuestros cachorros lloren todavía más, esto es un entrenamiento, no te preocupes por mí, prometo que me repondré, además, he ganado peso.

el castañito negó, no quería que su can se desviviera así por él, sabía lo molesto que podía llegar a ser, y es por eso que sentir la culpa le era innegable, soltó un suspiro al sentir los labios de jin en sus orejitas, sus manos acariciar su estómago ya más grande debido a los siete meses, ahora lloraba por la ternura de su pareja.

además ambos estaban nerviosos al saber que sexo serían sus pequeños, jin había dejado el cansancio a un lado, pues ya casi se irían, jeongguk estaba echo un manojo de nervios, razón por la cual pidió ser mimado por el can quien obviamente no se negaría.

dada la hora, se levantaron de su cómoda posición, tomaron taxi pues el conejito no tenía muchas ganas de caminar, se encontraba agotada debido a los nervios, por lo cual casi todo la noche eran mimos y mimos hasta la mañana. ya una vez fuera de la clínica bajaron, se dirijeron al módulo de ginecología donde la doctora de la vez anterior los recibió.

fue el mismo procedimiento, sólo que ahora seokjin estaba sentado a unos metros detrás de la doctora mientas sostenía la mano del castañito que rogaba sus bebés estuvieran bien, la sonrisa de la mujer se extendió ante la imagen y jin casi se desmaya al ver dos angelitos bien formados en el estómago del conejito.

-felicidades, es un niño y una niña, oh, él niño es un bonito cachorro, la nena una conejita, ambos en perfecto estado -comentó sentándose bien mirando a la pareja.

jeongguk ya tenía las lágrimas cayendo por sus mejillas, seokjin estaba en el mismo estado, sintió a sus bebés, sintió su alma, sintió a pesar de no estar físicamente, ya veía aquellos dos pequeños correr por el espacioso departamento que tendrían.

-doctora muchas gracias -jin le estrechó la mano y la mujer sonrió asintiendo, el conejito hizo la misma acción. ambos realmente agradecidos.

saliendo de la clínica, jeongguk no dejaba de hablar sobre que harían, que deberían comprarles, cosas así, jin era todo oídos a su precioso novio, su corazón estaba derritiéndose ante sus angelitos, nuevamente acarició el estómago cálido.

ya en casa, el menor se dispuso a dormir mientras que el can preparaba comida, pues el iría a atender la florería, dejo todo sobre la mesa sabiendo que el menor se despertaría en cuestión de segundos por su apetito.

ese día no fue tan movido como los anteriores, poca gente llegaba o algunos sólo miraban, cosa que jin agradecía pues, las semanas anteriores le llegaban muchos clientes con pedidos bastantes exuberantes, así que merecía un pequeño descanso. através del cristal visualizo el pelaje gris de cierto lobo que ya conocía. kim yugyeom.

-¡ggukie!, me enteré de tu embarazo y quería saber si... -miró al can quien movía su cola expectante, yugyeom trato de ser amable.

-hola Jin, le traje algunos regalos a jeongguk, ya sabes, me contó y eso, felicidades por cierto -dijo aunque el ambiente estaba más que incómodo, dejo las bolsas sobre el mostrador.

-gracias yugyeom, le diré que viniste a verlo -le dedicó una sonrisa, kim avergonzado asintió y sonrió un poco.

después de todo ese kim no era tan malo, jin maldecía el ser celoso, ¿pero quién no?, jeongguk era su pequeño adorable y lindo, obviamente más híbridos irían tras él. yugyeom se despidió de él sacándolo de sus pensamientos, devolvió el saludo, ya apunto de cerrar, su celular vibró, extrañado contesto.

-j-jin bebé, los bebés están moviéndose m-mucho, perdón que moleste pero es incómodo, necesito mimos -la voz del conejito se escuchaba cansada, jin lo entendía bastante, y admiraba que fuese fuerte para soportarlo.

-bebé no tardo nada, de hecho ya voy a cerrar resiste mi amor -no escucho un sí pero sabía que el menor asintió a la otra línea para después colgar.

se apresuro a tomar los regalos del lobo, después cerrar, correr hacia su pequeño hogar, al llegar se encontró a su conejito en el sillón mirando una película, nuevamente yo antes de ti, seokjin sonríe, esa película le daría una jaqueca. se sentó al lado de su pequeño dejando un beso en su mejilla sacándole una risita.

giro su cara para dejar un pequeño beso en los labios del mayor, jin sonrió ante la tierna acción.

-yugyeom llegó hoy, me dejo esto y te manda felicitaciones por tu embarazo.

el menor tomo las bolsas curioso, decidió que las abriría junto a jin, ambos sonrieron ante las ropitas de color amarillo y azul cielo, bastantes suaves debido al algodón puro, dios, ni quisieron pensar en la cantidad.

-son hermosas, cuando nuestros cachorritos estén el podrá cargarlos, ¿verdad amor? -jeongguk hizo un puchero.

seokjin beso este y asintió.

ᨵ baby ggukie.Where stories live. Discover now