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Seokjin ahora tenía la manito del conejito presa en la suya, no quería soltarla nunca, era tan pequeña y cálida, sonrió cuando sintió como la cabecita del menor reposo en su pecho que subía a bajaba, las respiraciones de jeongguk le daban pequeños choques eléctricos, después de unos minutos en esa posición sintió que el híbrido perdía fuerza en estar parado, dejándose caer en el pecho del can quien al percatarse de eso lo tomo en brazos antes de que el menor cayera al piso, lo cargo como princesa llevándolo a su recámara.

Lo recostó en su colchón, fue por una cobija que utilizaba cuando era cachorro, una bonita pomposa de color amarillo, con eso cubrió el cuerpo del menor para dejarlo descansar, ambos habían pasado malos días, aunque jin ya tenía más tiempo ahí, el conejo venía de un círculo dónde fue tratado como un objeto, y ser despojado de aquel infierno era difícil de creer, a veces creía que su noona era una clase de arcangel o ser divino.

Estaba viendo las facciones lindas y delicadas que le dan ese toque tierno al híbrido además de su suave piel lechosa, todo contrataba con él, tan ocupado estaba admirando a jeongguk que no se percató de la presencia de jisoo quien había visto parte de la escena de ambos híbridos, estaba realmente feliz, se posicionó a un lado de Jin quien casi ladra al ver a su noona aparecer tan de repente.

—Sé que aún es un niño, pero necesita a alguien que esté con él, que no lo haga sentir un objeto —dijo con algo de tristeza, jin movió un poco su cola debido a que sentía empatía, su noona lo miró de frente— tú eres ese alguien jinnie.

La miró con los ojos como platos, haciendo que jisoo soltara una pequeña risa debido a lo ingenuo que a veces podía llegar a ser el can, acarició su cabellera haciendo que por instinto este moviera su cola debido a los mimos.

—Jin, pasa más tiempo con él, hazlo feliz.

Aunque podía tener un doble sentido, seokjin tenía los pómulos colorados, pues aunque ya conoció una faceta fría por parte del híbrido, lo veía como un pequeño al cual proteger, suspiró, pensar en el amor era complicado, no se había sentido atraído, no sabía que significaba el que alguien te gustase, era gracioso que taehyung entendería más que él, se sentía viejo.

—Noona...¿qué es amor?, cómo sabes, qué alguien te gusta —preguntó nervioso ante la mirada atenta de jisoo quien sonrió de manera tierna, se sentó en el sillón, Jin se sentó de piernas cruzadas con las orejas bien atentas.

—Nadie sabe qué es, somos iguales anatómicamente pero sentimentalmente somos más que diferentes, cada quién siente el amor de manera diferente y lo expresa de la misma forma, dime, ¿qué has notado?

El híbrido lo pensó un buen rato, miró al conejito dormir sonriendo al instante -me hace sentir feliz, con ganas de protegerlo, me acelera el corazón y me pone nervioso con sólo rozar muestras manos...eso, eso siento jisoo noona.

La mayor asintió satisfecha, no pensaba que el can ya comenzara a sentir cosas, aunque su joven corazón amaba de manera pura, cosa que garantizaba muchas cosas buenas, claro que habría malas, pero nada que tal vez, un conejito y can no puedan superar.

—Mi niño, eso que sientes es amor, la persona que te hace sentir eso es porque te gusta.

De pronto, la colita de jin se movía rápidamente debido a la emoción, jisoo sintió uno cuerpo abrazarla, ella correspondió al instante, se quedaron así por un buen rato hasta que la pelinegra vió como seokJin rompía este, el can tenía los ojos con brillos que parecían estrellas, la pelinegra no podía estar más feliz por su querido híbrido.

Conversaron unos minutos más, después salieron de la habitación para dejar descansar a jeongguk.

Era noche, las cortinas se movía suavemente, rozando con la carita del conejo quien despertó debido a estás, talló sus ojitos, levantó sus orejas, sintió su cuerpo caliente, miró la cobija amarilla que cubría su cuerpo, aún estaba confundido de saber dónde estaba, el miedo lo inundó al pensar que no estaría en el cuarto de su hyung o su amado orfanato, con miedo se aferró a la cobija desorientado, chocó con un cuerpo algo grande, asustado corrió de nuevo al colchón mostrando sus dientes.

—Ggukie soy yo, jin.

El conejo se calmó dejando se crisparse debido al miedo, suspiró con más calma, aún con la cobija en mano fue hasta jin soltando leves sollozos, estaban llorando, cosa que alarmó al can quien lo consoló dándole mimos por cada espacio de sus bonitas orejitas y cabellera.

—P-Pensé que había vuelto.

—¿A dónde pequeño?

—Con ese mounstro —comenzó a sollozar más fuerte aferrándose con fuerza a la frazada y seokjin quien también sentía llorar, verlo así le rompía el corazón.

Se hincó quedando a su estatura, quitó sus manos hechos puños, el menor se dejó, mostrando sus ojitos cristalinos y las lágrimas corriendo por sus pomposas mejillas, tenía un bonito puchero en sus labios, jin secó estás con delicadeza sintiendo más relajado el cuerpo del conejito quien soltó un tipo de ronroneo.

—Escúchame, yo no dejaré que nadie más te haga daño ni jisoo, te cuidaremos hasta que seas adulto y hagas una vida ggukie, no llores, eres muy bonito para estar así.

El conejito soltaba hipidos, asintió aún con las manos del can en su carita, cada vez que estaba con seokjin, su corazón encontraba paz, sus brazos rodearon el cuello del can quien con delicadeza rodeo la cintura del piel lechosa, se levantó con el menor en brazos quien enredó sus piernas en el torso de este, como un koala, jin se sentó en el colchón con el menor en brazos quien poco a poco recuperaba el sueño.

—J-Jin hyung lo quiero —balbuceó dormido tomando por sorpresa al mayor quien con una sonrisa acarició al menor.

—Yo te quiero más ggukie.

ᨵ baby ggukie.Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα