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Jisoo los esperaba en la puerta del orfanato, los menores entraron corriendo pues de repente había comenzado a llover, jin cargaba al conejito quien tenía las orejitas hacía atrás con un gran sonrojo en sus mejillas, la mayor al ver esto sonrió dejándolos pasar.

El mayor dejo al híbrido en el suelo, quien corrió hacia su habitación para cambiarse y analizar bien el que estuvo en los brazos del apuesto jin, mientras tanto, los mayores fueron a la cocina para hablar temas variados. jeongguk estaba hecho bolita en su cama, aunque se sentía incómodo pues no era como el cómodo colchón de su hyung, así que se levantó y fue hasta el cuarto de este.

Una vez ahí se echo sin pensarlo, aspirando el olor del can, su pompón se agitó debido a la tranquila sensación, pero esto no duro mucho pues, el pequeño conejito de pronto se sentía débil, su cuerpo ardiendo además de su respiración volverse cada vez más pesada, estaba en su primer celo.

Asustado comenzó a temblar, pues no podía siquiera moverse, al buscar con la mirada a alguien, su noona o hyung, encontró ropa del can, por instinto tomo toda a su alcance para hacer un nido, como pudo logró hacer uno bastante grande, después se dejó caer para poder calmarse y tal vez sentirse mejor, pues al estar rodeado con aquel aroma lo ponía en otro mundo.

–Iré a ver a los niños, ve con ggukie Jin –dijo jisoo con una sonrisa para después irse.

Jin subió las escaleras que daban a su recámara, cuando iba por el pasillo, un tenue olor llegó a él, feromonas, asustado corrió, cuando llegó al marco de su puerta abrió los ojos en grande al ver como el conejito estaba entre un montón de ropa suya durmiendo tranquilamente, el cuarto estaba inundado de su olor, cosa que hacía al can perder un poco su cordura. negó, jungkook lo necesitaba ahora.

Se acercó hasta el nido dónde lo encontró el posición fetal, respiraba tan tranquilo que casi eran hinopticas, acercó su mano a la frente del menor, estaba hirviendo, ahora su mente estaba ahí, era el celo del conejito, fue en busca de jisoo.

–¡Noona! –gritó asustando a la mayor quien casi cae de la silla, miró al can, tenía un semblante preocupado.

–¿Qué ocurre?

–Jeongguk tuvo su celo, está muy caliente y no sé qué hacer, hizo un nido en mi colchón.

Su noona al escuchar eso se levantó rápidamente para ir en busca del más pequeño junto el can, una vez en el cuarto, mandó a jin por paños fríos quien fue en busca de ellos, cuando volvió por ellos, la mayor puso uno en su frente y vientre, el frío hizo contacto con el pequeño quien hizo una mueca aún dormido, jin por lo tanto le hacía mimos para tranquilizarlo.

Cada día que jin pasaba al lado del híbrido, caía más en cuenta en como su relación se volvía más fuerte, ese cálido sentimiento calmó la situación, además de que jungkook comenzaba a respirar con más calma, sonrió mientras daba leves caricias en su cabellera, jisoo seguía cambiando los paños cada ciertas tiempo. al cabo de una hora jeongguk tenía la temperatura baja, la mayor se retiró para dejar al can cuidara del pequeño.

Al rededor del medio día, el sol comenzaba a meterse, el conejito movió su nariz arrugando está, se removió para chocar con algo, se forzó a abrir sus ojitos para ver la cabellera castaña se seokjin, sus orejas puntiagudas moviéndose levemente, sonrió acurrucándose, sintiendo los delgados dedos de su hyung acariciar su cuero cabelludo, después de unos segundos dió un brinco asustando al can quien casi cae de la cama. el conejito vió el nido sonrojándose, para este punto ya tenía el olor del mayor en él.

–Oh dios, perdón jin hyung-le dijo echando las orejitas hacía atrás– y-yo no pensé que mi celo sería pronto.

Jin se acomodó quedando frente a frente con el conejito quien miraba sus manos nervioso, pero pronto se miraron cuando la mano del can fue a la carita del menor.

–Ggukie no hay por qué disculparse, ahora estaré más contigo, no quiero que pases solo tu celo. también jisoo noona te apoyo.

Aquella suave voz creo un pequeño cosquilleo en le vientre del más bajo quien asintió aún con sus pómulos pintados de color rosita, se recargó en su pecho con tal de conciliar el sueño de nuevo, nuevamente el mayor dió caricias en su cabellera.

–Hyung...gracias por pasar estar aquí, uh también debo darle gracias a jisoo noona.

Sintió como el mayor asentía, escuchó los latidos de jin, y era lo más bonito que había escuchado en su vida, se apego un poco más para poder escuchar con detalle sus latidos, nuevamente, en los brazos del can se quedó dormido, este al percatarse lo recostó en el colchón, le dió un último beso en su frente para después levantarse con cuidado.

La pelinegra estaba terminando de dormir a uno de los bebés, jin llegó junto a ella quién al verlo le dedicó una sonrisa, dejo al bebé que ya estaba durmiendo para ir con el híbrido.

–No pensé que fuese así, pero no podemos darle supresores –comentó la mayor dándole un sorbo a su té.

–Tienes razón, pero, será mejor que me aleje de él.

–Jin lo que ahora necesita es a ti, mira, yo sé que eres mayor, pero aún te considero un cachorro, pero tú más que nadie sabes cómo, lo has hecho bien –le sonrió sacándole una pequeña risita de vergüenza al menor.

–Yah noona, soy adulto, pero –un pequeño suspiro escapó de sus labios– cuenta conmigo para que jeongguk esté protegido.

ᨵ baby ggukie.Where stories live. Discover now