Capítulo 18.

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Capítulo 18: ¿Y a dónde fue la reina?

Cuando salgo del lavabo aún estoy temblorosa por las palabras de Stacy. ¿Será todo eso cierto? Me cuesta muchísimo imaginar que alguien tan dulce y atento sea en realidad otro popular típico más: prejuicioso y falso. Sin embargo, no puedo evitar recordar lo que me dijo Elise sobre Stuarth: <<Conozco a Stuarth desde hace mucho tiempo porque es un chico popular y, aunque es muy inteligente, siempre ha sido muy egocéntrico, ambicioso y bastante mordaz con las palabras>>.

Todo lo que dijo Elise concuerda con el Stuarth que me describió Stacy. ¿Será verdad todo eso? ¿Stuarth realmente me desprecia por no ser una niña rica y popular? Me siento mareada y con ganas de vomitar. No, nada de eso puede ser cierto. Stacy tiene que haber estado jugando conmigo.

Stuarth es un buen chico, jamás me mentiría.

Sin embargo, las palabras de Stacy se han quedado grabadas a fuego en mi cerebro, repitiendo todo su discurso una y otra vez sin parar, como si fuera un disco en modo repetición. Las clases pasan y ni siquiera me molesto en escuchar sobre Catalina la Grande en Historia ni me detengo a pensar en lo odioso que es hacer deportes.

Por lo menos, las hirientes palabras de Stacy sirvieron para una cosa: me distrajeron de vigilar cada tres segundos sobre mi hombro en caso de que el Clan del Hielo estuviera al asecho. De hecho, solo recordé la existencia del Clan al final del día, cuando estaba a punto de irme a casa y empecé a tener una mala sensación.

Empecé a sentirme observada.

Detengo mi cháchara mental y miro detrás de mí hacia el concurrido pasillo, esperando ver al hombre de cabeza calva y grandes músculos que vi en la ventana de Elise la noche anterior, pero no veo a nadie. Nadie me está observando. Sin embargo, eso no me tranquiliza.

—¿Qué buscas? —Elise aparece en mi campo de visión, sobresaltándome.

—¡Elise! ¿No te han dicho que no debes asustar a una persona paranoica? —le reprocho, bajando el libro de Historia con el cual pretendía defenderme del enemigo. Por suerte, solo era Elise porque dudo que un pequeño libro pueda servirme de arma contra el Clan del Hielo.

Elise me brinda una sonrisa.

—Snow, recuerda que en el colegio tienes a fuertes y valientes Guardianes, además de la directora Ava Zafiro, para protegerte. No tienes que sentirte nerviosa —me tranquiliza ella, enlazando su brazo con el mío para empezar a caminar a la salida—. Así que te pido que empieces a calmarte, porque tenemos mucho de qué hablar. Me he enterado de algo muy grande. —Ella me muestra esa sonrisa que anuncia deleite ante un chisme especialmente jugoso.

—¿Qué te has enterado? —Abro los ojos con curiosidad, esperando su respuesta.

—El rey y la reina se han separado —me dice con tono confidencial, aunque es más que obvio que todo el mundo sabe lo sucedido.

—Lo sé, me enteré antes del almuerzo. Stuarth me contó... —Pensar en Stuarth me hace recordar lo que dijo Stacy hace un rato. Mi buen humor por ver a Elise se esfuma.

—Y no es solo eso. Los dos han desaparecido después del almuerzo —continúa Elise con su reporte.

—Stuarth se marchó a casa porque se sentía mal —le informo. Mi voz suena bastante apagada—. Stacy... A Stacy la vi antes del almuerzo en los lavabos. Parecía triste. —Al menos por un segundo, antes de comenzar a decirme todas esas cosas hirientes. Esto me hace empezar a preguntarme si realmente Stacy decía la verdad o solo intentaba distraerme para que me olvidara de haberla visto triste. En caso de que sus palabras hayan sido una táctica, fue una verdaderamente buena.

Blancanieves. (Cuento de Hadas #1) ✔Where stories live. Discover now