11: Juegos previos

149K 8.4K 2K
                                    

Lo miro confundida, preguntándome en qué momento me ha seguido. Quiero gritarle que se vaya, que me deje en paz, pero lo cierto es que sentir su piel en la mía, rozándome, tocándome, hace que se me erice el vello del cuerpo. Lo miro a los ojos, a la espera que diga algo, pero no lo hace.

La poca gente que hay en el vestíbulo camina a nuestro alrededor, algunos se dirigen a la fiesta o muchos de ellos salen del salón de ceremonias, pero nada de eso importa porque nosotros estamos en nuestra propia burbuja. Quiero decir algo, lo que sea. Pero nada sale de mis labios, estos están firmemente sellados, mirando a Bax en busca de algo.

Él solo me mira.

Quiero convencerme de que estoy molesta porque ha sido Baxter quien me ha seguido y no Devan, pero mi corazón no me permite engañarme a mi misma. Sé que estoy algo más que feliz por ese hecho, por el que Bax me haya seguido y no mi exnovio. Una satisfacción enorme me embarga saber que ha dejado a Heidi para venir a verme.

—¿Qué haces? —susurro.

—¿Ya te ibas? —pregunta acercándose a mí y soltando mi brazo. Sus ojos mieles me perforan el alma.

—No, solo salí a tomar aire fresco. Volveré en un rato.

Ya no me está tocando, pero aun así tiene aquella mirada intensa, me abrazo a mí misma porque empiezo a sentir escalofríos y no tiene nada que ver con el aire acondicionado del vestíbulo lujoso del hotel.

Bax mete las manos en los bolsillos de su pantalón.

—¿Bailarías conmigo?

Aquella pregunta formulada en un tono íntimo me deja un poco tonta.

—¿Por qué? —pregunto ceñuda—. Creí que tenías una buena compañera de baile a tu lado.

Ni bien digo las palabras me arrepiento, y no por haberlas dicho en un tono plano, como si no me importara porque quiero hacerle creer que no lo hace, sino porque Baxter ve a través de mis palabras. Me analiza intensamente, mirándome de arriba abajo con una sonrisita socarrona.

Intuye que estoy celosa. Puede que lo esté, pero no se lo dejaré ver.

—¿Estás celosa? —pregunta. Ruedo los ojos. Doy un paso al costado y luego avanzo para irme de vuelta a la celebración, pero Baxter se planta rápidamente delante de mí cortándome el pase—. No tan rápido, aún no me has contestado si bailarías conmigo.

Me lo pienso. Miro sus ojos mieles, su mirada suplicante y aquellos hoyuelos y realmente me lo pienso. No quiero parecer una novia celosa y mandarlo a la mierda por el simple hecho de haber bailado contra mujer. Yo no soy así. Así que asiento, lentamente.

—Bueno —digo como si nada. Para acentuar mis palabras me encojo de hombros y camino pasándolo, a la espera de que me siga y sin querer ver su sonrisa de suficiencia. Bax me sigue detrás, colocando una mano en la parte baja de mi espalda. Quito su mano de allí en un movimiento rápido justo antes de entrar.

La música suave y en vivo crean un ambiente relajado entre los invitados. Muchos de ellos ya están bailando, disfrutando de la música, y algunos están esparcidos por el lugar, conversando en las mesas y esquinas del salón. Diviso a mi hermana aún en la pista de baile con Johann, ambos se mecen al ritmo de la música. De muy cerca, veo a Susie bailando con Trevor, pero la pelinegra no deja de mirar a mi hermana bailando con el jefe.

No quiero estar cerca a ellos, así que me voy a la esquina más alejada, casi cerca a la puerta para correr por cualquier incidente, y tomo la mano que Bax me tiende. No es muy difícil ignorar la corriente eléctrica que me recorre el cuerpo cuando su pecho y el mío se juntan. Baxter baja su otra mano a mi cintura, rozando el hueso de mi cadera con un movimiento sutil.

Entre las sábanas | EN FÍSICOWhere stories live. Discover now