Capitulo 2

35 0 0
                                    

Pensé que ponerme de novia me llenaría de ansiedades y me daría algo en que pensar y distraerme, pero eso no había sucedido.

Con Gastón estaba bien, me gustaba; pero no me apasionaba. Pensé que tal vez era así porque no me había costado conquistarlo, no había sufrido, no había llorado, no lo había deseado. Todo había surgido naturalmente sin mayores exabruptos. Tal vez el tiempo haría que me entusiasmara.

Pero no me servía para dejar de pensar en aquellas palabras: "mi primera vez... algo que me interesara".

Gastón estudiaba geología y parecía entusiasmado. Cuando se juntaban con Matías, con quien estudiaba, se pasaban largos ratos charlando sobre eras, rocas y otras tantas cosas que me parecían sumamente aburridas pero que para ellos parecían ser en extremo divertidas e interesantes. Entonces, como él era mi novio me pareció buena idea hablar sobre mis inquietudes.

Por lo general, casi todos lo días mis amigos se reunían en casa para disfrutar de la pileta, y ya por la tarde cuando el sol se ocultaba, no había más motivos para quedarse y esos eran los momentos donde aprovechábamos para estar solos... salvo que Mariano se instalara cerca nuestro, cosa que rara vez sucedía.

Aunque Gastón esperaba esos momentos para lograr algo de mayor intimidad conmigo, aquella tarde preferí que charláramos. A pesar de que no se mostró muy convencido, accedió.

-¿Qué es lo que te anda preocupando, Poty? -dijo sin siquiera mirarme, mientras se arrojaba en el sillón del living y encendía la tele.

-Estoy preocupada por mi futuro. No se si elegí bien la carrera -corrí sus piernas y me senté a su lado.

-Psicopedagogía es algo bastante normal, no creo que te cueste lo que tengas que estudiar, además es humanística y vos sos bastante sociable -se lo notaba bastante interesado en el partido de fútbol que miraba como para hacer apreciaciones muy profundas. De todas maneras continué:

-Lo que pasa es que veo que a vos te encanta lo que estudias y hasta te parece fascinante una roca... -me interrumpió.

-¡Es que es fascinante!

-Sí, para vos. A eso voy, vos estás haciendo algo que realmente te gusta, yo en cambio no estoy muy emocionada por empezar la facultad.

-¡Poty, tenés 17 años! Tenés toda una vida para elegir lo que te gusta, si cuando empezás la facu ves que te aburrís, cambiás y listo. Realmente no entiendo por qué estás tan preocupada. Tendríamos que estar transando y cagándonos de risa en vez de filosofar. Seguro que eso te ayuda a no preocuparte más por tu futuro. ¿Vamos a tu cuarto?

En esos momentos no tenía ganas de ir a mi cuarto, en realidad no tenía ganas de estar con él y menos aún soportar sus besos, no los merecía.

-¿Sabés qué? Hoy no estoy de humor. Si querés quedate mirando el partido, yo me voy al jardín.

Sólo gritó "¡Gol!", así que luego de servirme un vaso de jugo fui al jardín, para recostarme bajo mi sauce preferido.

Ya había oscurecido cuando Mariano apareció en el jardín.

-Gastón te mandó un beso. ¿Qué pasó? Me dijo que estabas enojada y que prefería no salir para que no lo putearas. ¿Te hizo algo? -se sentó a mi lado.

-A parte de preferir un partido a charlar conmigo, no... -Mariano no pudo ocultar su risa.

-Para vos será divertido -agregué- pero para mí es bastante frustrante que mi novio prefiera transar conmigo o ver un partido a escuchar mis problemas.

Tal Vez, la historia de mi vidaWhere stories live. Discover now