Capitulo 17

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Aunque mi mente debía estar entretenida incorporando conceptos para rendir los finales, ese día estaba entretenida en pensamientos románticos. Era increíble que ya hubiera pasado un año.

Recordaba aquella noche a la perfección, mis sentimientos encontrados, el miedo y la incertidumbre que me dominaban y, finalmente, el enorme placer que sentía al encontrarme con los labios de Mariano. Sí, ya había pasado un año y realmente me sentía muy feliz con el vuelco que había dado mi vida. Mariano seguía siendo mi mejor amigo y a la vez el gran amor de mi vida, y eso no causaba ningún problema, muy por el contrario, llenaba mis días de color.

Me instalé en su departamento para prepararle la cena, ya que él llegaría tarde del trabajo. Cuando terminaba de colocar las velitas sobre la torta, sentí que abría la puerta.

-¡Hola mi amor! -gritó feliz desde la entrada, mientras arrojaba su mochila al piso.

-¡Qué contento que estás! ¿Alguna novedad? -por lo general llegaba agotado del trabajo y no con tanta vitalidad.

-¿No puedo estar contento sólo por tener la novia más linda del mundo que para colmo está preparando la cena más rica de mi pre-cumpleaños? -me abrazó y nos arrojamos al sillón.

-Lo de la cena más rica está por verse, dale Negro, contame por qué estás contento... porque si yo estuviera por cumplir 23 años, estaría deprimida... ya estás viejito.

-Estoy en la plenitud de mi vida, pero bueno... tenía ganas de guardar un ratito más la sorpresa, pero la verdad es que no aguanto más. Hoy recibí el mejor regalo de cumpleaños... bueno, el segundo. El mejor fue haberte transado el años pasado -largó una carcajada, se lo veía realmente muy feliz-. Bueno, hoy me asignaron para ir a cubrir el fin del torneo de fútbol de España -me miró expectante.

-¡Qué bueno, Negro! -lo abracé y besé, pero me alejó.

-Pará, pará que no te conté lo mejor. Tendría que ir para mitad de diciembre, porque el corresponsal de allá no se qué problema tiene... y bueno, acá viene lo mejor... me dejaron que después me tome un mes de vacaciones por Europa y... qué te parece si... ¡te venís conmigo! -¡¡Guau!!¡¡ Esa sí que era una buena noticia!!

-¡Negro, es espectacular! ¡Claro que quiero ir con vos! -volvió a interrumpirme.

-¡Buenísimo!, además no es mucho lo que vamos a tener que pagar, porque la estadía mientras dure el campeonato, es gratis. Sólo tendríamos que pagar tu pasaje y la estadía para el mes y ya voy a averiguar en el canal en qué hoteles podemos conseguir descuentos -besé sus labios para lograr silenciarlo.

-Negro, desacelerate y no te preocupes mucho por la plata, porque vos sabés que yo tengo bastante ahorrada de la pensión de mamá, así que ese no es un problema. Me encantó la idea. ¡Gracias por pensar en mí! -lo besé largamente en la boca.

-Poty, yo siempre pienso en vos y cuando me dijeron que tenía que ir a Madrid lo primero en que pensé fueron los museos que vas a poder visitar para deleitarte con tantas pinturas. Te hace feliz, ¿no? -sus ojos brillaban denotando la emoción que sentía.

-Mi amor, vos me hacés feliz, pero este viaje me encanta. Ahora mi regalo de cumpleaños va a ser insignificante al lado de tremendo notición.

-Si tu regalo es lo que vengo fantaseando desde hace un tiempo no tiene punto de comparación con el viaje -noté su sonrisa pícara.

-Entonces tendré que esforzarme. Hoy hiciste muchos méritos –le contesté sonriendo mientras lo abrazaba.

El mes previo al viaje, no podíamos hablar de otra cosa que no se refiriese al mismo. Estábamos realmente muy ansiosos e intentando planificarlo a la perfección para no desaprovechar ni un solo día. Yo llevaba un gran listado de museos y pinturas que no podía dejar de ver, según mi profesor de dibujo.

Tal Vez, la historia de mi vidaWhere stories live. Discover now