Capitulo 9

16 0 0
                                    

-¡No lo puedo creer! -gritó Lola cuando terminé con mi relato.

Estábamos en su casa planeando nuestras vacaciones, y no pude ocultarle lo que me había sucedido.

-Poty, ¿estás escuchando lo que decís? -estaba fuera de sus casillas, totalmente exaltada.

-Sí, Lola... no lo podía creer ni yo misma, pero pasó.

Mi amiga me observaba sorprendida. Parecía que mi rostro no combinaba con mi historia. Varios minutos me miró en silencio, y luego, se sentó sobre su cama y fijando sus ojos en la alfombra me dijo con sinceridad:

-No, vos me mentís.

Me senté a su lado, cansada de intentar convencerla. Era la primer persona a la que se lo decía, y me costaba hablar sobre ello.

-Entendeme, Lolita, no es un tema fácil para mí. Necesito descargarme, hablarlo con alguien. No sé que voy a hacer.

-Entonces es en serio. Contame detalles -la curiosidad de Lola superaba cualquier intento que tuviera de mostrarse comprensiva.

-No sé, ya te conté todo. Fue espectacular, Mariano es re dulce. La pasé bárbaro.

-¿Te dolió?

-No. Apenas un poco, después.

-¡Qué envidia! A mí sí me dolió. ¿Se cuidaron? -parecía más preocupada.

-Sí.

-Bueno, eso es una tranquilidad, no sea cosa que quedes embarazada.

-¡Por Dios, Lola! Me muero.

Ya había saciado su necesidad de detalles, y pudimos conversar sobre los temas que más me preocupaban.

-Bueno, entonces ¿en qué quedaron? ¿Por qué no se pusieron de novios?

-No sé... nos queremos mucho; pero pensamos que antes de decidir algo, teníamos que enfriarnos y pensar qué es lo que queremos que pase con nuestra relación.

-Yo creo que estás enamorada de Mariano, sino no te hubieras acostado. Acostarte con alguien que no es tu novio no va con vos.

-Pero Mariano es más que un novio. De todas maneras, no se qué va a pasar con nosotros.

-Se van a poner de novios, eso va a pasar.

-No sé, por lo pronto, él se va a Estados Unidos en menos de una semana. Así que tenemos mucho tiempo para pensar.

-Y nosotras nos vamos a la costa. Te va a venir bien.

-Sí, supongo que sí -estaba tan confundida, tan turbada, que no tenía idea de qué me haría bien. No sabía si la conclusión de Lola sobre ponernos de novios sería la mejor. No entendía nada.

No pudimos seguir hablando, ya que se unieron a la reunión Lucrecia y Natalia, y yo no me sentía preparada para contarles lo que me había sucedido con Mariano; pero sí pudimos arreglar qué haríamos en la vacaciones.

Nos volvimos a ver con Mariano el día de su partida a Estados Unidos. Fuimos con sus padres a despedirlo al aeropuerto, y mientras estos tomaban un café, nos separamos de ellos para escondernos tras un negocio. Tomó mis manos y me mostró una sonrisa.

-Extrañame, por favor. No sé que decirte que ya no te haya dicho. Yo pienso pensar en nosotros todo lo que pueda. Vas a hacer lo mismo ¿no? -me miró expectante.

Tal Vez, la historia de mi vidaWhere stories live. Discover now