Capítulo XXVIII: El Rey Fénix

2.7K 219 54
                                    


Tres días.

Bufó, molesto.

Sólo tres días.

Exhaló una bocanada de aire y un mechón bailó sobre su sien.

En 72 horas llegaría el Cometa Sozín y ellos parecían estar ajenos a todo.

Escondido entre unas rocas elevadas, Zuko se agazapó en cuclillas, craneando la mejor embestida que se le podía ocurrir en esas circunstancias.

No podía dejarlos relajarse como si la gran batalla fuera una lejana y borrosa realidad. Tampoco podía dejar al avatar tranquilo cuando su fuego control aún debía mejorar. Temprano en la mañana le había pedido que rugiera fuego de su interior, pero Aang apenas había podido lograrlo, y no al primer intento.

No se tenían segundas oportunidades con Ozai. Desconocía qué tanto conocía el avatar a su padre, pero estaba seguro de que lo estaba subestimando.

Él y el resto del grupo también. Pero al evocar al grupo, simplemente su mente la llevó a ella, a imaginarla a ella.

Desechó el pensamiento de inmediato. Creía haber superado el creciente mal humor de su interior, pero no necesitaba la imagen de ella para atizar la impotencia que encendía la rabia interna de no poder acercársele.

Y no es que estuviera de mal humor por ella.

No era culpa de ella.

Pero sí admitía que la frustración estaba llevándolo al límite con cada hora que pasaba. La represión de sus instintos clamando una satisfacción primitiva no era la mejor de las sensaciones para el momento actual en el que se encontraba.

El deseo perenne que seguía ardiendo por ella, negándose a morir pese a la recia determinación masculina, hacía de feroz combustible a las ganas por conseguir la victoria en esa cruenta guerra. Quería detener la masacre lo antes posible, aún si fuera con más masacre.

Tras lo que definiría como una fallida emboscada al joven avatar, se vio en el alarmante caso de descubrir un importante error de comunicación entre ellos tras expresarles su indignación por su total indiferencia.

-¿Por qué me miran como si estuviera loco? -Inquirió Zuko.

-Acerca del cometa Sozin... pensaba combatir con el Señor del Fuego después de que llegara. -Aang comentó con un tono tranquilo.

-¿Después? -Repitió sin llegar a entenderlo.

-No estoy listo. Aún no soy un maestro fuego control.-Resignación. Eso bañaba su tono.

-Y de hecho, deberías practicar más tu tierra control.

-Entonces, ¿todos sabían que él iba a esperar? -Inquirió Zuko ignorando el último comentario de Toph.

-Si Aang enfrentara al Señor del Fuego ahora perdería -comentó Sokka quien aclaró al rato después con relajo- sin ofender.

-El objetivo de enfrentarlo antes era evitar que la Nación del Fuego ganara la guerra. Pero ya la ganaron cuando tomaron Ba Sing Se -Katara se dirigió a él como no lo había hecho en un tiempo largo, o así lo sintió cuando la miró a los ojos. Por primera vez, una imagen le dolió a Zuko.- Las cosas no podrían estar peor.

-Se equivocan... se pondrán peor de lo que nunca imaginaron.

Hubo una pausa. El resto del equipo esperaba en angustioso silencio la información que cambiaría su destino.

-El día antes del eclipse mi padre me pidió que asistiera a una reunión muy importante, pensé que se haría realidad lo que tanto había deseado: que mi padre finalmente me aceptaba otra vez.

No todo es lo que pareceWhere stories live. Discover now