Capítulo 26:

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VICENZO:

No entiendo nada.

Estaba jugando con Francesco, pero ahora estoy siendo arrastrado a la mesa del comedor de los Cavalli. Me obligan a sentarme al lado de Arlette. Ella es como un robot. Su cabello está perfectamente peinado. Su vestido no tiene arrugas. Tampoco manchas de lodo como mi traje. Huele a vainilla mezclada con azufre.

─Los Cavalli son importantes en la ciudad ─explica papá, mamá junto a él─. Los Ambrosetti somos letales. Si somos importantes y letales, nada nos detendrá.

─¿No nos detendrán... de hacer qué, papá? ─pregunto.

Antes de que alguno de los adultos pueda responder, Arlette ríe.

─Tonto ─canturrea.

─Arlette ─la amonesta Carlo, pero todos podemos ver la perpetua adoración que siente hacia ella en sus ojos azules─. No seas grosera con tu prometido. ─Me mira─. Vicenzo, un día, muy en el futuro, Arlette y tú se casarán, lo cual nos convertirá en la familia más peligrosa de La Organización. No debes lastimarla. Nunca.

Miro a papá en búsqueda de una confirmación.

─Así es, hijo.

Luego de explicarnos que lo hacen por nuestro bien y el de nuestro legado, tanto Arlette como Carlo y mis padres abandonan la habitación para continuar con su torneo de ajedrez. Yo solo me echo hacia atrás en mi silla y contemplo los rosales del jardín trasero. Nunca me han gustado. Si esto se cumple y un día el engendro es mi esposa, los quemaré a todos y cada uno de ellos.

─Sé que no quieres casarte con ella, ¿quién querría? Tuve una pequeña criatura tan bella como desagradable ─pronuncia Sveta, trayéndome de vuelta de mis pensamientos de llamas ardiendo, apretando mi mano─. También que probablemente nunca serás capaz de amarla. ─Por alguna razón sus ojos se llenan de lágrimas. Es tan bonita, como una muñeca, que verla llorar se siente mal. Me pregunto por qué ver llorar a Arlette, bastante parecida a ella, no me pone triste─. Pero prométeme que a pesar de lo que pueda pasar, la protegerás incluso de sí misma. Aunque no la ames, es familia y la familia se tolera y se cuida.

Trago antes de asentir.

Haría lo que sea para que deje de llorar.

─Lo prometo.

****

La muerte es incómoda.

El silencio en un velorio es incómodo.

Todos quieren decir cosas, pero nadie se atreve.

Yo tengo mucho qué decir sobre Sveta, mi madrina, pero no sé si estaría bien. Si a Carlo le parecería correcto. Ella era increíble. Tenía los mejores juegos para mí y para Francesco. Nos enviaba a misiones que debíamos cumplir para obtener un premio, el cual casi siempre era un día en el parque. Sin importarme si estoy haciendo bien o no, lo busco para repetirle una y otra vez cuánto siento que haya perdido al amor de su vida, quién siempre decía que debió haber tenido un niño.

Nunca entendí por qué ella y Arlette no jugaban juntas.

Por qué Arlette nunca apreció lo increíble que era su madre.

Ahora lo sé.

Encuentro al tío Carlo riendo en su cama con Arlette recostada boca abajo sobre su pecho, una sonrisa en los rostros de ambos mientras sus labios se rozan.

Arlette © (Mafia Cavalli I)  EN LIBRERÍASحيث تعيش القصص. اكتشف الآن