𝗕𝗮𝗱 𝗟𝗶𝗮𝗿 × 𝖩𝗂𝗇𝖳𝖺𝖾 × 𝗢𝗺𝗲𝗴𝗮𝘃𝗲𝗿𝘀𝗲

𝐏𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚𝐢́𝐬𝐨

¿En qué momento pierdes tu perfecto paraíso?

Eso era lo que Kim SeokJin se preguntaba arrodillado en frente de la lápida de su madre.

Solo unas semanas atrás podía reír y hablar sobre su sueño, sí, al fin había aceptado y apoyado su gran deseo.
Definitivamente ganaría la competencia para ayudarla con el dinero que ganara pero una tarde eso cambió.
De la nada se puso más enferma de lo que estaba y SeokJin corrió hasta el hospital mientras la llevaba en brazos pero era demasiado tarde, sufrió un paro respiratorio acabando con la esperanza de su hijo de verlo montar aquellas olas.

-Jin - habló NamJoon - vámonos...va a llegar la tormenta pronto - le miró.

SeokJin le miró de igual forma y sin oponerse se levantó de su lugar para depositar el ramo de flores que llevaba consigo, acarició un poco la lápida y después siguió a su amigo para salir de aquella pequeña montaña verde.
Ambos subieron al automóvil azul rey y se dirigieron al centro de la playa.

SeokJin miraba por la ventana como las nubes se tornaban de colores oscuros y gotas comenzaban a caer, la estación de radio era lo que llenaba aquel abrumador silencio.
De repente se concentró en lo que el locutor hablaba sobre la canción del momento, se dejó llevar por el ritmo el cuál como todo lo que veía le recordaba a su madre.

Al llegar a su hogar abrió la puerta y vio todo a oscuras, ya nadie le esperaba con una gran sonrisa, con quejas de que llegara tan tarde y con la cena ya echa.

Cerró la puerta tras suya y pudo escuchar como el auto de su amigo arrancaba.
En ese momento, se dejó caer lentamente al suelo, notó el lodo en sus rodillas que se mancharon por estar arrodillado en frente de la tumba de su progenitora, recuerdos de aquella tarde venían a él. Como corría con desesperación al hospital y como todo lo que hizo fue en vano, la nota del inicio de la canción volvió a retumbar en él haciéndole recordar los buenos momentos con su madre, entonces no pudo más rompiéndose en llanto, haciéndose un ovillo dejó salir todos sus sentimientos.

Tres meses pasaron con lentitud para él, estaba acostumbrándose al hecho de ya no ver más a su madre y aunque le costará había algo que le impulsaba a salir de su cuarto cada mañana: el mar, le apoyo mucho en esos tres meses, se sentía completo y se olvidaba de su tristeza cada que tocaba el agua. Más sin embargo, una tarde no soportaba sus pensamientos, aquellos que le pedían rendirse y ya no mostrar una sonrisa para no hacer sentir mal a las personas que le vieran, entonces tomó su tabla y salió de su casa dirigiéndose a ella.
Estaba tan concentrado en desaparecer aquellos pensamientos negativos que no fue capaz de ver el cielo el cual amenazaba con una tormenta.

Al llegar a la arena ráfagas de viento alvorotaban su cabello pero eso no le detuvo, su amigo le habló mientras cargaba con algunas cajas llevándolas de su puesto de comida a su auto pero no le escucho.

-¡SeokJin, ¿qué haces?! ¡Vuelve! - le grito.

El mencionado continuó con su rápida caminata sumido en sus pensamientos.
NamJoon dejó rápidamente las cajas en unas escaleras de cemento para después poder alcanzar a su amigo quien ya se encontraba en el mar.

-¡Maldición! - maldijo en sus adentros - ¡Jin!.

Al escuchar el grito de su amigo al fin pudo reaccionar, se encontraba ya de pie sobre su tabla y olas furiosas se acercaban a él.
Por primera vez sintió miedo del mar, no supo que hacer al ver una ola enorme, el cielo rigió y el ya se encontraba debajo del agua.
Abrió sus ojos sacando el poco aire que logró aspirar antes, se quedó en total shock y después perdió el conocimiento.