Capítulo 10

65 3 0
                                    

Marie, aún a la distancia, pude reconocerla, sus grandes y brillantes ojos azules, en automático enderece la espalda, traía la pequeña bandeja de plata con los bocadillos recién horneados, no sabía como comportarme, sabía que era una simple criada, pero era la mujer que me gustaba, pronto llego a la mesa y sin alzar la vista del suelo, dejo con cuidado la bandeja, las galletas desprendían un aroma delicioso, la Reina agradeció con un gesto de cabeza, yo hice lo mismo, intente ser discreto en mirar a Marie, esperando que la Reina no se diera cuenta de que la veía, no creía que me llamara la atención por algo tan banal como esto, pero aún así, no quería causarle problemas a Marie, después de dejar nuestros bocadillos ser retiro con el mismo sigilo con el que llegó, la Reina siguió con la mirada a Marie, luego volteó a verme -¿Acaso esa joven doncella te es atractiva Lucas?-sentí que me sonroje en cuanto dijo eso, la Reina no dijo nada más, solo sonrió tiernamente, y sin esperar respuesta volvió a hablar -He estado hablando con las damas de mi sequito real, la mayoría de ellas tienen hijas de edades similar a la tuya, y debo confesar que es cierto que desde la caída de tu casa tu popularidad bajo mucho, al enterarse de  tu nuevo estatus como consejero real, no has perdido demasiada popularidad, hay varias grandes señoras dispuestas a casar a sus hijas contigo, y varias jóvenes que están más que dispuestas a casarse contigo, que tan solo esperan a que dirijas tu vista hacia ellas, aunque veo que eso es innecesario, ya que parece que hay una doncella que es la dueña de tu corazón, ¿es  una de las doncellas que vienen de tu casa? por que no la recuerdo de tiempo anterior a que llegaras- asentí con la cabeza antes de contestar -Sí su majestad, Marie era la criada de Madeleine, se encargaba de servir su comida exclusivamente, pero cuando llegamos Edna y yo al palacio, paso a ser parte de las criadas de Edna- sentí que la rabia llenaba mi cuerpo cuando recordaba la forma tan horrible en que Edna trataba a Marie, pero intente calmarme, no debía mostrar esas expresiones frente a su Majestad, al escuchar mi respuesta, la Reina recargo la barbilla sobre su mano, con la característica delicadeza propia de una dama de su rango, me miró con atención -Sí esa joven te hace feliz, yo me encargaré de que te cases con ella y de que tengan una buena vida, puedo hacer que alguna de las damas de mi sequito la adopte como su hija, de esta forma, no sufrirá ningún desplante, claro esta que no puede ser cualquier dama debe ser una de mi entera confianza, ya que lo que haremos es algo que requiere suma discreción, pero dime Lucas, ¿serías feliz viviendo con esa doncella como tu esposa?- enderece la espalda nuevamente, además de que sentía como todo mi rostro estaba rojo por las emociones, me aclaré la garganta antes de hablar -Me siento gratamente honrado de que su Majestad haya puesto de su valioso tiempo para conseguirme una prometida de alta cuna y no tengo como pagarle por eso, y respondiendo a su otra pregunta, sí, yo sería muy feliz casado con esa doncella, aunque no se sí yo sea de su agrado- la Reina sonrió maternalmente - Mi intuición de mujer me dice que esa doncella también gusta de ti, no pude hacer de mi hijo un hombre de bien y unirlo con una buena mujer como lo es tu hermana, pero al menos podré verte feliz a ti, y eso llena mi corazón de madre, no tienes nada de que preocuparte, yo me encargaré de que puedas casarte con esa doncella, ahora comamos que los bocadillos se enfrían- después de eso, comimos en silencio, la  mañana paso sin nada extraordinario, la rutina de todos los días, escuchar las peticiones de la gente, acompañar a la Reina a revisar los obsequios y bienes que llegaban todos los días, papeleo y más papeleo, como pasaba algunos días, cuando la Reina no tenía pendientes e iba a tomar una siesta, me permitía ir a mi habitación a descansar, en esos lapsos de tiempo libre solía leer un poco o practicar algunos movimientos con mi espada, así que cuando la Reina me indicó que quería descansar un buen rato, me dispuse a ir a mi habitación, caminaba silenciosamente, como se me había enseñado desde niño, pensaba en como mi vida había cambiado y en como estaría el resto de mi familia, cuando una voz que me llamaba me saco de mis pensamientos -Mousier Lucas- gire la cabeza hacía donde venía la voz, mi corazón dio un vuelco cuando la vi, nuevamente era Marie, la suerte nos había puesto una vez más juntos, me pare con la espalda bien recta -¿Sí madeimoselle Marie?-  ella me vio a los ojos, y tras unos instantes de hacer contacto visual, sus mejillas se sonrojaron y acto seguido, bajo la mirada -Su Majestad el Rey solicita verlo inmediatamente- al oír estas palabras, sentí que el alma se me iba a los pies, ¿el Rey quería verme? no sabía por que, no podía imaginarme el motivo para que me llamara, ¿había hecho algo malo? ¿me castigaría? ¿mi familia estaría en riesgo?, no había tiempo que perder, asentí con la cabeza y Marie empezó a caminar, caminé detrás de ella, el camino era un poco largo, mientras caminábamos rumbo a donde el Rey -Marie, es un gusto poder verte otra vez- Marie volteó a verme con el rostro complemente rojo antes de regresar la vista al frente - Gracias Mousier Lucas, es un enorme honor para mi el poder seguir trabajando para su familia- di unos pasos más largos para poder alcanzar a Marie, quien me vio de reojo, antes de volver a bajar la mirada, era más baja que yo, su cabeza llegaba a mi hombro -¿Puedo hacerle una pregunta?- vi como agachaba un poco más la cabeza -Sí Mousier, las que desee- dijo en voz más baja -Por favor, dime Lucas y háblame con confianza, creo que somos casi de la edad- enredó sus dedos en el mandil antes de contestar -Sí como usted or... disculpa, como tú digas... Lucas- con cada palabra bajaba más la voz, sonreí bajando la cabeza -¿Me concederías el honor de dar un paseo por los jardines esta noche? iré por ti a cualquier parte del castillo?- cuando dije esto, me volteó a ver con los ojos bien abiertos - Yo, ¿de verdad quieres dar un paseo conmigo, una simple criada, ¿por que yo cuando tienes a muchas damas de noble cuna como tú esperando a que las escojas? yo no tengo nada especial o algo que pueda ofrecerte- ambos nos habíamos detenido - Puede que haya algunas doncellas que serían felices estando casadas conmigo, pero quien siempre ha estado con mi familia y con quién si tú lo concedes, me gustaría pasar el resto de mi vida contigo, eres una mujer fuerte, trabajadora y honrada, para mí sería un honor estar contigo- Marie me observó con los ojos un poco cristalizados por las lágrimas -Yo estaría más que honrada por salir contigo Lucas, ¿podría verte en la puerta de las cocinas? La que lleva a los gallineros, mi jornada termina a las 21:00 horas- sonreí emocionado, entonces te veré a las 21:30 horas- Marie sonrió tímidamente, después retomo su expresión seria -El Rey te espera- dijo y volvió a caminar, asentí y la seguí; cuando llegamos, Marie tocó la puerta, esta se abrió, y habló -Majestad, aquí esta Lucas Bellerose, tal como ordeno- y del interior contestó la voz del Rey -Adelante Lucas- antes de entrar tome la mano de Marie y la besé, justo como lo haría con cualquier dama noble, sin esperar su respuesta entre a la sala, el Rey me esperaba...

El rosal marchitoWhere stories live. Discover now