Capítulo 23

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Fui hasta donde venían los gritos, tuve que empujar a la gente ya que rodeaban algo o alguien, cuando logré abrirme paso, lo vi, era el Rey, estaba en el suelo lleno de sangre ¿había sido uno de los rebeldes quien acabo con su vida? ¿Cómo se había logrado infiltrar en el castillo? ¿O había sido algún infiltrado en el castillo? Me agache para ver mejor que estaba pasando, los ojos del Rey estaban medio abiertos, se veía una expresión extraña, entre dolor y paz, la sangre salía de su cuello, baje la mirada recorriendo su cuerpo buscando el objeto que le había quitado la vida, cerca de su mano derecha lo encontré, un cuchillo similar al que le había arrebatado la vida a su esposa, esto no era un asesinato, el Rey por voluntad propia se quitó la vida supongo que ya no encontraba motivos para seguir viviendo, le habían arrebatado a su esposa, su hijo es un completo inútil y su nuera sabrá Dios sí podrá dar a luz a un heredero al trono, si la familia real ya no existía...

¿Para quién trabajo ahora?

La Reina me trajo al palacio para servirle a ella, sin embargo, la mataron, el Rey también esta muerto ahora, yo no trabajo para el príncipe y la princesa, no tengo motivos para seguir defendiendo al castillo, no entiendo porque la gente protesta, he escuchado que es por la pobreza extrema que viven, el cobro de impuestos entre otras cosas, cosas por las que jamás me he preocupado, mi familia al ser de la nobleza no tiene esos problemas, sin embargo recuerdo que son cosas que a Madeleine le preocupaban y que quería atacar para ayudar al pueblo, ¿qué debía hacer ahora? no tengo por quien pelear, no quiero defender al príncipe ni a la princesa, son personas repulsivas y aunque la princesa sea mi hermana, se convirtió en un ser horrendo y desagradable, ha hecho mucho daño y no merece el trono, lo mismo que su esposo, que pensándolo bien, ahora era el Rey, con sus padres muertos, él subía al trono, por lo que  Edna era la nueva Reina, no puedo trabajar para alguien así, toqué el rosario que colgaba de mi cuello y cuya cruz reposaba en mi pecho, recordé las palabras de la Reina, merecía ser feliz y mi contrato aquí había terminado, por fin podría vivir mi vida como yo quisiera; regrese al presente, seguía sentado junto al cuerpo del Rey, con cuidado cerré sus ojos, me levante y me percate que todos me veían, parecía que esperaban una orden o algo de mi, sin embargo había tomado una decisión, no trabajaría más para la corona, mi tiempo aquí había terminado, me quite el chaleco de piel con el escudo real y lo coloqué a lado del Rey, esperaba que con eso se entendiera que renunciaba a defender a la Corona, nadie dijo nada, con la mirada buscaba a Marie, ahora que era libre finalmente, podría estar con la mujer que amaba, después de un minuto logre encontrarla, me veía también, le sonreí y camine hacia ella, sostenía colchas y sabanas limpias, cuando estuve frente a ella extendí mi mano -Marie, mi tiempo como soldado de la Corona terminó, por fin puedo estar contigo, solo si tú lo quieres, si no, no pasa nada, respetare tu decisión- Marie tenía los ojos llenos de lágrimas, dejo las telas que cargaba a un lado y se lanzo a mis brazos, sus brazos rodeaban mi cuello por lo que la abrace por la cintura, por fin viviría mi vida, ya solo dependía de mi y de nadie más, luego de unos segundos la baje y tomados de la mano salimos del salón, sin embargo encontramos a Edna que llegaba al cuarto, su mirada era de desprecio total -¿A donde crees que vas con esa criada? Tú eres un soldado de la Corona y tu trabajo es servir a los Reyes, y esa es una simple criada, no esta a tu nivel- apreté un poco la mano de Marie -Mi trabajo era servir a los antiguos Reyes, no a ti y a tu esposo- Edna torció la boca en una mueca de desagrado -No seas ridículo, el Rey sigue vivo, tienes que trabajar para él, y después para Alexander y para mi- respire profundo antes de decir la siguiente frase - El Rey ha muerto- la mueca se borro del rostro de Edna, continúe antes de que pudiera interrumpirme -Mi contrato era con ellos, no contigo y tu esposo, mucho éxito protegiendo el castillo y más aún con tu esposo, deberías buscarlo y darle la noticia, ahora ustedes dan las ordenes, con su permiso nos retiramos... Alteza- no le di oportunidad a Edna para que me dijera algo, lamentaba mucho la perdida del Rey, pero no podía servir a unos Reyes tan desagradables como lo eran Edna y Alexander, cuando salimos del castillo todo era caos y llamas, salimos por la puerta de atrás donde salían los criados para ir por víveres antes, era una puerta oculta la cual me había enseñado Marie, no había gente por ahí, solo destrucción, cuando estuvimos fuera Marie toco mi hombro con su mano libre - Podemos ir a casa de mis padres, encontraremos como vivir por allá- bese su frente - Iremos allá entonces, mientras este contigo, encontrare la forma de trabajar para mantenerte- no sabía a donde ir -¿Por donde es?- dije viéndola a los ojos, ella rio -Es un camino largo, pero con la situación actual debemos tener cuidado de donde ir, pero creo antes debemos prepararnos, conseguir algunas provisiones para sobrevivir- asentí, tenía razón, yo no tenía artículos de valor, pero tal vez en casa podría conseguir algo, ¿y mis hermanas, mis padres? no había pensado en ellos hasta este momento -Vamos a mi antigua casa, podremos obtener algo allí, además quiero ver como están mis hermanas- Marie me sonrió -Podemos traerlas con nosotros, estoy segura que a mis padres no les molestara tener a unas niñas más en casa y menos siendo tus hermanas, pero yo guiare el camino, no será algo fácil, pero conozco un camino- y de esta forma, deje que Marie me guiara a lo que alguna vez fue mi casa...

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⏰ Last updated: May 05, 2023 ⏰

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El rosal marchitoWhere stories live. Discover now