Capítulo 19

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Hoy no era uno de mis mejores días, hoy vendrían los padres de Marie, pero también Madame Corday y con ella se llevaría a Marie, me había levantado bastante temprano, la Reina me había indicado que me pusiera el uniforme de gala, para recibir a los invitados de hoy, tras el desayuno, los criados estaban arreglando el jardín para el banquete de la tarde, todo el mundo trabajaba, Marie estaba en las cocinas y establos, se despedía de todos los criados, había decidido dejarla sola, era su momento y yo solo le estorbaría, al final me despediría de ella, por mi parte, me dedique a descansar, la Reina me había dicho que tenía el día libre, tenía tiempo que no leía, fui al estante donde tenía mis libros, pase el dedo entre ellos, no sabía que libro tomar, al final, ninguno me convenció, iría a la biblioteca del castillo, de seguro ahí encontraría algo para leer, salí de mi habitación, en ese piso todo estaba en completo silencio, no sabía porque pero algo en mi que me decía que algo malo pasaría hoy, y eso me tenía inquieto, fui a la habitación en el otro extremo del castillo, a pesar de la mala espina que sentía, intente disfrutar de la calma y el tiempo libre que tenía, llegué a la biblioteca, reinaba un silencio absoluto, las cortinas estaban abiertas y llegaba luz por todos lados, estaban en el centro de la habitación los dos escritorios de los reyes, busque por los estantes algo para leer, conforme caminaba encontré varios libros que llamaron mi atención, después le diría a la Reina que los había tomado, me tomé mi tiempo para caminar entre los estantes, leer con calma los cientos de títulos, tomarlos, leer un poco de ellos y decidir sí los leería o no, el estar aquí me calmaba, me sentía tan tranquilo aquí, el tiempo pasaba volando, estaba a la mitad de mi recorrido por la biblioteca real cuando las puertas se abrieron, entro una criada que parecía estar buscando a alguien, como estaba en el segundo piso, me recargué en el barandal y hablé -¿Buscas a alguien en específico?- la criada al escuchar mi voz, alzó la cabeza y me vio - Su Alteza la Reina solicita que se reúna con ella en la entrada del castillo, Mousier Lucas- ¿Ya era hora? baje corriendo, cargaba los libros con una mano, en pocos segundos estuve abajo junto a la criada -¿Podrías llevar estos libros a mi habitación por favor? Iré de inmediato con su Alteza- dije a la joven, quien tomo los libros que le extendí -Claro Mousier, su Alteza lo espera, dijo que fuera lo más rápido posible- asentí con la cabeza y agradecí a la joven, corrí hasta la entrada, quien sabe cuanto se habían tardado en dar conmigo, corrí lo más rápido que pude, a los pocos minutos estaba en la entrada, la Reina ya estaba allí, con el cabello rubio perfectamente recogido y decorado con pequeñas joyas, portaba un vestido rojo de terciopelo, tenía el cuello alto, lucía tan elegante como siempre, tenía la cabeza giraba en dirección mía, ya me esperaba. cuando llegué hice una reverencia - Lamento mucho la tardanza Alteza, estaba en la biblioteca- la Reina nuevamente giró la vista al frente - No pasa nada, estaban en tu tiempo libre, ya llegaron nuestros invitados, y tu prometida te necesita más que yo en este momento, sus padres están aquí- con la vista me señalo a Marie, que estaba a la mitad del camino, corrí hacía ella, puse la mano en su hombro, cuando Marie me sintió, se giró hacia mí y me abrazo con fuerza -Pensé que no llegarías a tiempo, estoy muy nerviosa- la abrace con cuidado y besé su cabello - Lo siento, ya estoy aquí, no estas sola- nos quedamos así por unos segundos, después escuchamos la puerta abrirse, nos separamos, pero deje mi mano abrazando su cintura, entraron los padres de Marie, que veían todo con asombro, nunca habían entrado al castillo de la realeza,  menos por la entrada principal y claro, menos como invitados de los reyes, estaban tomados de las manos, intentando comportarse a la altura que debían, sin embargo no lo lograban, encontraron a los minutos a su hija, a quien solté con delicadeza, ella fue corriendo con sus padres, su madre la abrazó apenas pudo, ambas mujeres lloraban abrazadas, caminé hacia ellos, la mujer, que era idéntica a Marie, la mujer soltó a su hija y tomo su rostro entre las manos -Mírate nada más, pareces una dama de la alta nobleza, no sabía que los criados de la realeza se vestían así- Marie tomo las manos de sus madre - Vamos adentro madre, hay cosas que deben saber- la pareja se vio, Marie soltó a su madre y comenzó a caminar, inclusive su forma de caminar había cambiado, caminaba como las damas ahora, detrás de ella caminaron  sus padres, yo caminaba a lado de ella - No se como tomarán esta noticia- me dijo mientras avanzábamos al castillo, habíamos llegado a la puerta, por una fracción de segundo Marie se movió como si quisiera abrir la puerta, inmediatamente recupero la postura, tocó la puerta y unos segundos después dos criados abrieron, entramos al castillo, saldríamos por una de las puertas de los costados para llegar al jardín -Yo creo que lo tomarán bien, su hija ascendió en la sociedad y dejó de ser una criada, tiene la vida resuelta- respondí, no sabía bien que decirle, pero en nuestra sociedad, era casi imposible dejar de ser de casta baja si habías nacido en ella, Marie había logrado lo que pocas personas, salimos por la otra puerta, donde los reyes y los príncipes esperaban, ambos saludamos con una reverencia a los regentes, las nuestras no eran tan pronunciadas como las que realizaron los padres de Marie, que como su puesto ordenaba, iban a una distancia detrás de nosotros, aunque esta vez venían como invitados de los reyes, al verlos, la Reina les sonrió antes de hablar - Señores, me alegra mucho que hayan aceptado nuestra invitación, anhelaba demasiado poder conocer a los padres de esta encantadora joven- dijo acercándose a ellos, la pareja no alzaba la vista del suelo...

El rosal marchitoWhere stories live. Discover now