Acto 6

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Félix despertó al sentir un golpe en su brazo derecho, se había caído del colchón. -¡Ugh carajo!...-. Dijo mientras abría lentamente los ojos, donde pudo percatarse de que Fede lo estaba mirando. -¡Agh! ¡¿Cuanto tiempo llevas ahí?!-.

"Toda la noche"

Félix se recompuso lentamente

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Félix se recompuso lentamente. -¿Me estuviste mirando dormir toda la noche?-. Preguntó con algo de nervios. El mayor asintió con emoción. Félix formó una mueca de incomodidad en su pálido rostro mientras se disponía a estirarse. Al terminar, notó como Fede rebuscaba en uno de los cajones de la mesa, sacando una prenda de color dorado con ciertos botones. Acto seguido, se lo ofreció a Félix, este lo tomó con curiosidad mientras miraba con atención a la prenda.

"Es lo único que queda del anterior Tragasables".

-Oh, ¿No habías dicho que nadie muere aquí?-. Exclamó Félix con cierta preocupación mientras se colocaba el atuendo. Fede lo miro a los ojos y le escribió.

"Nadie muere al menos que él lo quiera".

Félix sintió un escalofrío recorrer por todo su cuerpo. No sabía que o quién era ese tal X.O.R, pero si era el líder de este oscuro lugar era mejor tenerlo contento. Acto seguido, Fede puso su mano fuertemente contra la boca del peli-rosado, y volteó fijamente a la puerta. Félix no entendía que sucedía, pero siguió la mirada del mayor. Desde debajo de la puerta se podía observar como una sombra pasaba lentamente por el lugar, pero no se escuchaba ningún paso, solo el sonido de algo arrastrándose con cierta violencia. Félix quedó perplejo, ese tal X.O.R si existía, y parecía que montoreaba el lugar de vez en cuando. Después de unos minutos del acontecimiento, el mayor le quitó la mano de la boca.

"Ese es X.O.R, y no le agradan los nuevos".

Félix no podia hablar, solo se quedó fijo viendo a Fede a los ojos, se le notaba el miedo en cada escalofrío que sentía pasar.

"No te asustes, si estás conmigo no te hará nada, el será el que te evaluará hoy".

El peli-rosado no se creía lo que estaba viviendo. -"Debí quedarme en casa"-. Pensó mientras el mayor volvía a escribir.

"Vamos a desayunar :)".

Y acto seguido, el albino lo tomó de la camisa y lo llevó afuera de la habitación. -¿Podrás dejar de tirar de mi tan fuerte?-. Fede ignoró su comentario, y siguieron así hasta que finalmente llegaron a una gran sala con una mesa larguísima. Esta tenía un gran mantel color blanco encima de ella, y habían tantas sillas que te tomaría unos largos minutos contarlas todas. La mesa estaba perfectamente ordenada, con los cubiertos colocados por tamaño y los platos completamente vacíos, además de que sólo había copas en vez de vasos. También habían recipientes de metal tapados en las partes más centradas de la mesa. -Vaya, para ser un sitio tan demacrado el comedor se ve bastante bien-. Le dijo el menor al mayor. Acto seguido, todos los demás miembros del circo comenzaron a entrar, mientras una extraña sombra comenzaba a correr por las paredes mientras reía a carcajadas. -¡Buenos días mis queridos niños! ¿Amanecieron con energía?-. Exclamó la sombra, sin parar de moverse. Félix captó en seguida que se trataba de X.O.R.

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