[⚠️TW] FreakShow

Acto 17

-F-Fede... Deberíamos t-terminar...-. Comentó Félix con la voz entrecortada. Fede no parecía escucharle, o más bien parecía ignorarlo. -Me duele la polla ¿Sabes?-. El albino seguía sin hacerle caso. -"Muy bien, pues será por las malas"-. Félix tomó una bocanada de aire y comenzó a gritar. - ¡DIOS MIO! ¡ME VOLVISTE ESTÉRIL!-. El contrario se recompuso de inmediato, mirando directamente al peli-rosado a los ojos. -¿CÓMO PUDISTE FEDE?-. Seguía gritando el menor, dando un toque dramático en sus movimientos. -¡JAMÁS SERÉ EL MISMO!-. Chilló Félix. Fede comenzó a analizar al contrario, colocando ciertas muecas incómodas por cada grito que pegaba e intentando encontrar el problema que supuestamente había. Félix colocó una cara de horror falsa y tomó a Fede de los hombros, sacudiéndolo en el proceso. -¡ME VOY A MORIR!-. Finalizó, para luego tirarse hacia la pared, colocando su mano encima de su frente y cerrando los ojos, dando un toque exageradamente dramático. -ES MI FIN~-. Finalizó, con una especie de grito ahogado. El albino se quedó inmóvil, sin saber muy bien que hacer, teniendo una mezcla de miedo e ineptitud. Después de unos segundos, Félix se movió, abriendo uno de sus ojos y terminando con un estallido de carcajadas. -¡¿Pero cómo vas a comerte eso?!-. Rio, mientras tomaba sus pantalones de vuelta. Fede frunció el ceño, puesto a que pensó que realmente lo había lastimado. -Oh vamos, es una broma enojón. ¿Las vibras de Riley se contagian?-. Comentó a la vez que terminaba de colocarse el dichoso pantalón. El albino se cruzó de brazos y se limpió los residuos que le quedaban en la boca, para luego mostrarle la lengua al peli-rosado como muestra de enfado. -Ay, no me digas que lastimé tus sensibles sentimientos de sociópata-. Soltó Félix con un gran sarcasmo en sus palabras. El mayor no se dignó a contestar, sólo se quedó de brazos cruzados. Félix se arrimó con cautelo, y cruzó sus brazos alrededor de la cintura de Fede. -¿Me perdonas Fefi~?-. Dijo con cierto tono pícaro. Fede le ignoró. -Pero no pases de mi, guapo~-. Soltó con el mismo tono de antes, guiñando el ojo y terminando en causarle un leve sonrojo al contrario. Este mismo se separó de él para ponerse a mirar en una de las ventanas. -Chico rudo~-. Susurró Félix para si mismo.

Fede parecía bastante concentrado en lo que sea que estaba viendo en la ventana, tan así que a pesar de que el peli-rosado lo llamara más de tres veces para que salieran del lugar él no parecía molestarse en ir. -¿Que pasa ruiditos? ¿Has visto un fantasma o algo?-. Comentó Félix con la mirada fijada en él al mismo tiempo que miraba de vez en cuando en la dirección que miraba el contrario. -¿Por qué tan serio? Te di tu diversión...-. Susurró Félix.

Finalmente Fede reaccionó, volteando a ver a su amado, quien se veía confundido por la actitud del mayor. -¿Entonces...?-. Insistió Félix. El albino volvió a voltear hacia la dirección donde miraba, sólo que esta vez veía por todos lados. Parecía que había perdido lo que sea que estaba mirando. Fede negó con la cabeza de inmediato, y se puso a caminar hacia la salida de la cabaña. -Bueno, supongo que me dirás después...-. Susurro Félix para sí mismo. El peli-rosado tomó el mismo rumbo que el contrario para quedarse cerca de él. Fede estaba a punto de abrir la puerta cuando alguien más la abrió desde fuera con un portazo. -No quiero saber lo que vos estabas haciendo-. Era Riley, quien se veía inquieta. -Tienen que venir, ahora-. Agregó. -El chavón encontró algo...-. Los dos chicos se miraron y asintieron a la vez, para luego seguir a la peli-roja hacia la cabaña 4. En el camino, la chica comenzó a explicar las cosas que habían hecho a Félix, quien no le dejaba escapar ni un solo detalle. -¿Un muerto? ¿Estás segura?-. Preguntaba Félix de vez en cuando, a lo que siempre que lo hacía le respondía asintiendo.