Entre Marzo Y Agosto✨ [TERMINADA]

D O S✨😾

Klainy.

La rabia pasa por mis venas, mis ojos arden con fervor y mis manos tiemblan sin control. Un vacío se posiciona en la boca de mi estómago, provocándome ganas de vomitar. Cada que cierro los ojos la escena vuelve a mí, las personas a mí alrededor fijando su atención en mí, sus risas a escondidas y esa manera ruin de cotillear disimulando que tengo oídos y puedo escucharlos con claridad.

Klaus al verme convaleciente en la puerta, se acerca y sin preguntar nada me envuelve en brazos. Su perfume de un dólar llega a mis fosas, causando alivio en la mayoría de mis síntomas.

—Tranquila, todo estará bien —afirma muy cerca de mi oído al besar mi frente y peinar mi cabello. Mis lágrimas contenidas a las fuerza detrás de mis gafas—, mientras yo esté aquí, nadie puede herirte.

Me coloco los anteojos sobre la cabeza, luego pasó mis brazos por debajo de sus axilas y escondo el rostro en su pecho, refugiando mi cara de cualquiera que pueda verme llorando.

—Voy. A hacerla. Pagar —digo entre quejidos que hacen a mi pecho temblar—, la voy a matar.

Mis palabras obligan a Klaus a arrullarme como cuando éramos tan sólo unos niños.

—Klai, deja de decir estupideces, es más, cállate que la situación no le hace bien a tu ansiedad —demanda cuando aprieto su suéter.

—La mato. La voy. A matar.

—Klainy, ya. Deja eso así —aconseja con un bufido que levanta mi flequillo—, encima que no sabes quién es.

—Dylan debe saber quien es —afirmo al controlar el tono de mi voz—, además, debe ayudarnos... sin importar que no nos soporte —recalco—, al menos tener lástima, esto de ser famosa es una porquería.

Klaus sonríe de lado y me peina con sus dedos con delicadeza.

—Dilo por ti, me gusta ser popular y encima, en el vídeo me veo con flow —afirma y aprieto los dientes—, deberíamos dejarlo así, después de todo, podría ser peor.

Klaus me limpia las lágrimas, sin embargo, al analizar sus palabras: retrocedo.

—¿Te parece poco? —cuestiono al sentir las  venas marcarse en mi cuello—, Klaus, maldita sea, me corrieron del piso de señoritas, ¿si captas lo importante que era para mí? —lo señalo con mi índice—, era mi mayor objetivo, lo sabes bien, sin embargo, dices porquerías como que saliste bien el maldito video. Mira, aunque tenga que venderme al diablo, la voy a hacer pagar.

Klaus se pasa una mano por el pelo, sus cejas se levantan y sus ojos se dilatan.

—No, actúes así... —tartamudea al ponerse a la defensiva—, la violencia es mala, encima, no eres quien para querer justicia por mano propia. Un error lo comete cualquiera.

—¿Ah? —escupo asqueada—, ¿dices que nos drogó sin querer? perdona, tienes razón, debería armarle un altar junto a José Gregorio Hernandez, ya sabes, por su inocencia igualada a la misma virgen —suelto al dejar escapar un manotazo—, ¿tú sabes quién es ella?

Mi hermano se muerde el labio inferior, su ojo izquierdo empieza a hacer ese tick tan característicos de nosotros.

—Di la verdad —advierto al enseñar mi puño. Klaus se acomoda los lentes y deja escapar una bocanada de aire que hace que sus mejillas tomen color. Sus ojos van al suelo y su tick se detiene.

—Sé como se llama —confiesa en un susurro. Mi corazón deja de latir por segundos.

—Pues dilo —exijo al sujetar mi pecho para evitar que mi corazón escape por el suspenso. Klaus mira a nuestro alrededor y se cruza de brazos, tomando un lenguaje corporal de vacile.