D I E C I O C H O✨😼☝️

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Heyde.

La habitación del hotel estaba repleta por las personas que venían a maquillarme, acomodar mi traje y hasta los que venían a pulir mis zapatos. Era todo una locura.

Una vez lista, me levanté de la silla giratoria y caminé al espejo para verme. Quedé boquiabierta y el estómago se me revolvió, causando que lágrimas amenazaran con escapar.

Alfredo que era una persona muy habladora, estaba callado y su mirada fija en el paisaje que se reflejaba en la ventana, su expresión era nostálgica y tenía una mueca que delataban sus inminentes ganas de llorar. Dylan en cambio tenía la cara hinchada, sus ojos rojos y cada que iba a formular una oración, su voz se quebraba. En algún punto, Vanya se apiadó y le buscó hielo para que se le bajara la inflamación.

Agatha se limitaba a vernos desde el marco de la puerta con la boca llena de helado. Mamá la retó un par de veces porque su vestido era caro, pero ella rebatió y hasta sacó su cédula para demostrar que pasaba de los treinta y que su toma de decisiones ya no dependía de nadie.

El ambiente era un sube y baja de emociones encontradas. Todos menos papá que la alegría le hacía bailar y canturrear canciones viejas.

Realmente no contaba con muchos amigos, pero los que estaban a mi lado, me demostraban su apoyo y alegría por verme en un momento especial en mi vida.

Ver en retrospectiva era difícil, me revolvía el corazón y las emociones. Recordar esos momentos en que dude de lo que sentía o cuando de plano huía de Klainy, pero en cada paso me volvía loca por encontrarla.

Nunca he sido creyente del destino, ni mucho menos de un ente sobre nuestras cabezas, pero si de algo mágico o esperitual, me preguntas, es seguro que te hable de lo que ella me hizo sentir.

Nuestra boda se realizaba en un parque que habíamos rentado con ayuda de mis padres.

El día estaba soleado, el sol daba cosquillas en la piel y el viento refrescaba mis nervios. Teníamos un arco blanco con flores y algunas luces entrelazadas, en medio estaba una mesa donde el libro de boda civil reposaba, la chica que nos casaría estaba sentada y con lentitud revisaba su celular.

Había al menos un centenar de sillas, lo que era sorprendente porque la mayoría era familia de Klai. Hasta el momento casi todas las sillas estaban ocupadas y una que otra vacía, obviamente por las personas que estaban con la novia, en este caso, la mujer mía.

La piel se me erizó cuando el claxon de la limo en que venía, espantó a un par de pajaritos. De inmediato me acomodé el dobladillo de las mangas y me giré hacia la entrada.

Mi corazón dio un salto y mi espalda se encorvo. Klainy venía con un paso lento, de mano de su padre, un velo sobre su rostro y un vestido blanco ceñido al cuerpo con tela traslúcida y la espalda descubierta.

En mis retinas quedó grabado cuando su mano tocó la mía y pude sentir lo fría que estaba y como bajaba la mirada por nerviosismo.

Volví las manos puños en un intento de no saltarle encima y besarle todo lo que se llama cara.

Ella entrelazó nuestras manos y un suspiro pesado escapó de sus labios. Yo levanté su velo y acaricié su mejilla. Ella cerró los ojos ante mi tacto y luego besó el dorso de mi muñeca.

Siendo sincera, no le presté atención a lo que dijo la ministra, mis ojos estaban en ella y en como se mordía el carrillo.

Había aguantado todo un año para verla así. Las lágrimas empezaban a nublar mi vista y el estómago se me debía ver como una secadora con un suéter dentro.

Entre Marzo Y Agosto✨ [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora