𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟎 - ¿𝐃𝐞 𝐪𝐮𝐞́ 𝐯𝐢𝐯𝐢𝐦𝐨𝐬?

137 8 5
                                    

La luz alumbra completamente la habitación, escucho los sonidos de las aves mientras la brisa del aire entra por cuya ventana que se encuentra abierta.

Parpadeo un par de veces hasta encontrarme con aquel hombre acostado al lado mío. Está dormido mientras lo observo detenidamente.

Su cabello castaño rizado está alborotado entre su rostro, su tez blanca resalta junto con la luz del sol, él en general duerme sin nada arriba, por lo que me deja ver sus músculos marcados por un largo duro entrenamiento de cada día que hace, veo su rostro y sus rasgos faciales noto que son bien definidos. Acerco mi mano con curiosidad para poder colocar su cabello detrás de su oreja hasta que abre sus ojos color cafés con un pequeño intenso oscuro alrededor.

-Despertaste -Regreso mi mano a dónde estaba -¿Qué querías hacer? -Frunce su ceño confundido al ver que saqué mi mano de su rostro.

-Nada -Sacudo mi cabeza -Solo es que... tenías varios mechones de cabello sobre tu rostro -Digo finalmente.

-Entonces hazlo -Dijo con simpleza.

Lo miro detenidamente con verguenza, ¿Cómo es que puede decirlo tan simple?

Acerco mi mano y le muevo los cabellos que tenía sobre su frente y algunos los coloqué detrás de su oreja.

-Así está mejor -Me decía sin despegar su mirada hacia la mia.

-¿Si? -Intenté dejar despejado su frente, pero algunos pelos seguían sin dejar de estar allí.

-Si -Una sonrisa aparece en su rostro.

No comprendo como un chico como él se pudo fijar en mí, siento que somos muy diferentes en algunos aspectos, ahora que lo pienso, ni siquiera sé su edad, aunque sospecho de que él es mayor que yo por su aspecto físico y también por su forma de hablar, aunque me temo de que si pregunto por su edad sonaré muy irrespetuosa o quizás lo incomode, prefiero preguntarle en otro momento.

No ha despejado su mirada de la mia de hace un tiempo, ¿Cuánto llevamos?, ¿Sus 10 minutos talvez?, nunca había conocido a alguien que me mirara demasiado, bueno..., no es como que recuerde de mi pasado, pero de los que conozco desde que desperté del coma, sí, él sería el único que me mira por mucho tiempo.

Trato de desviar mi mirada, no puedo concentrar mi vista como lo hace él, ¿Pestañea siquiera?

-¿Estás... haciendo juego de miradas acaso? -Pregunto con una pequeña risa para no ser más incómoda la situación de lo que ya se encuentra ahora.

-Perdón -Fija su mirada hacia otro lado -Lo siento si es que te incomodé.

-Tranquilo, solo es que... aún no me acostumbre que me mires por un largo tiempo -Sonrío.

-Está bien -Sonrie igualmente.

Durante el almuerzo, estuve pensando en ciertas cosas como siempre lo hago, algunas pienso que podría preguntarle, pero hay otras que siento que solo incomodarán la situación.

-¿En qué piensas tanto? -Tomaba el vaso de agua para luego beberla.

-Sé que sales para ir a trabajar, pero... ¿Yo que hacía mientras tú salías? -Pregunté curiosamente -¿Trabajaba en algo en particular?

-No, amor -Se limpiaba la boca -Yo era el que solía trabajar, no te preocupes que yo te mantengo a tí como a esta casa también -Acaricia mi mano sobre la mesa.

-¿Pero estamos bien económicamente? -Seguía preguntando, la curiosidad me invadía al querer saber más -¿Quieres que trabaje para poder aportar también en casa?

-No te preocupes, amor -Reía -Sólo tienes que descansar y vivir tranquilamente...

-Pero al menos debería asear la casa por lo menos -Lo interrumpí preocupada.

-Amor -Tomó mi otra mano ahora también -Yo trabajo para mantenernos a los dos y puedo limpiar nuestro hogar de igual forma, aseo laa habitaciones, limpio la escalera, barro el suelo de la sala de estar, sacudo los muebles, haré todo, amor, con tal de que tú no tengas que mover un simple dedo -Sentía esa peculiar forma de hablar cuando se trataba del hogar mientras acariciaba mis manos -Puedes concentrarte en un nuevo hobbie o podríamos salir de vez cuando para que disfrutemos de nuestra vida juntos.

Soltó mis manos para poder seguir comiendo, por lo que con cada trozo de comida que me colocaba en mi boca, un pensamiento nuevo me invadía la mente.

-¿Y en qué trabajas?

-Soy arquitecto -Daba otro mordisco a la comida.

-Ahh -Asombrada, decidí seguir preguntando curiosa -¿Y te gusta ese trabajo? -Seguía comiendo.

-Me encanta -Dejó de comer -Hubo un tiempo que lo dejé, pero empecé a retomarlo nuevamente.

-Buena elección -Le sonreí -Noté que los libros se encuentran en el mueble de la sala de estar.

-Si, decidí que mejor era dejar todos los libros aquí abajo -Suspiraba -Tú ya sabrás... -Dió un mordisco a la comida.

Sabía que se refería por mi accidente, es terrible como una acción puede cambiar toda tu vida por completo, tuve suerte de poder seguir viva y estar ahora con aquel hombre que me ama mucho.

Tuve que sacrificar algo para poder seguir respirando hoy en día, mis recuerdos. No sé cuánto tiempo pasará hasta que recuerde aunque sea algo muy simple de mi pasado, no sé si llegue viva hasta ese momento.

Al finalizar la cena, llevamos las cosas hacia la cocina y quise lavar, pero Kyle me movió sin mucha fuerza hacia un costado mientras él se colocaba a lavar la loza.

Me hizo un gesto de burla al saber que yo quería aportar aunque sea en algo de la casa, por lo que le saqué la lengua y mi fui de allí.

La recuperación de mis piernas había casi sanado, solo tenía que tener cuidado con los golpes que podría tener o en caso de que me cayera, por lo que trataba de evitarlo lo mayor posible, lo bueno de todo esto es que ya no necesitaba las muletas para caminar, asique era libre finalmente.

Se siente bien caminar sin ayuda.

Detrás de tíWhere stories live. Discover now