𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟒 - 𝐃𝐢𝐬𝐜𝐮𝐬𝐢𝐨́𝐧

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Decidí ir a la casa de Maddison para ver como se encontraba, aprovecharé de contarle lo bien que me fue con Kyle y preguntar por el trámite de su divorcio.

Luego de una gran charla, ella camina hacia la puerta junto a mí.

-Entonces por cualquier cosa tú me avisas y voy corriendo a tí -Me abría la puerta, por lo que la pasé y voltee a verla -Espero que sigamos charlando otro día, aunque claro, tú sabes todo esto es agobiador y mucho más que mañana tengo otra sección con el juez, creo que está es la vencida -Decía empoderada.

-Demás lo lograrás, Maddison -Se alegró cuando se lo dije.

-Pues claro, Claire -Reía -Ten cuidado por el camino, ¿Segura que no quieres que te lleve?

-Si, estaré bien -Mencioné sonriendo -Me ayuda a relajarme y pensar.

-Si tú lo dices -Nos despedimos con un abrazo hasta caminar hacia la vereda.

Cuando caminaba, temía que me sucediera otro episodio más de mis recuerdos, no quería que me sucediera como la vez anterior, pero finalmente logré llegar a casa sana y salva. Al abrir la puerta, vi a una maletas a un lado de las escaleras, a lo que mi rostro automáticamente se tensó y ahora más cuando lo ví a él.

-Hola amor -Me besó.

-¿Qué estás haciendo? -Le señalé las maletas que él tenía entre sus manos ahora y las dejó junto a las otras en el suelo.

-¿No que es obvio? -Dijo sarcásticamente -Estoy empacando tus cosas y las mías -Sacaba de su bolsillo algo -Ya compré los boletos para este fin de semana.

Mi rostro era un dilema, todas las emociones que he estado guardándome todo este tiempo, salía a luz, no pude contenerme por mucho más tiempo.

-Acordamos de que yo lo pensaría primero -Dije con total seriedad en el asunto -No que iba a ser de inmediato.

-Este es nuestro mejor momento, amor -Intentó tocar mis brazos, a lo que me solté -Podríamos aprovecharlo ahora -Sentí que su respiración era agitada, él solo veía me analizaba mientras que a Kyle se quedaba sin ideas para convencerme.

-¿¡POR QUÉ NO LO CONSULTASTE CONMIGO PRIMERO!? -Grité furiosa, esto ya era el colmo -Sabes que no me puedo ir ni mucho menos que la investigación de mi familia esté en curso, no puedes decidir esta cosas tú solo -Seguía reclamandole -¿Qué acaso no lo entiendes?, ¡Joder! -Me fui corriendo hacia mi habitación a encerrarme mientras escuchaba mi nombre detrás de la puerta.

-Claire, abre la puerta -Movía el pomo de la puerta, pero se le hizo imposible pasar -Por favor, hablemos de esto con tranquilidad, podemos solucionarlo...

-¡NO TENEMOS NADA QUE HABLAR TÚ Y YO! -Le grité por lo que acababa de decirme -¡TÚ NO TOMAS MI OPINIÓN EN CUENTA!

-Claro que lo hago, pero... -Hizo una pausa para pensar -Creo que deberíamos irnos, no quisiera que acá te sucediera algo por mí culpa, por no irnos antes de aquí.

-¡METETE TUS EXCUSAS DÓNDE NO SALGA EL SOL!

-Claire, por favor, no te enojes -Su voz se escuchaba tan triste, pero yo no lo iba a perdonar fácilmente, no tomó en cuenta lo que le dije, entonces lo que hablamos antes no sirvió para nada si él ya compró los boletos sin consultarme primero, ¿A dónde queda la confianza y comunicación? -Por favor, Claire, no hagas esto, abréme.

-Déjame en paz -Dicho eso, escuché unos pasos alejándose hasta encontrarme completamente sola.



















































La fallé. Soy un completo imbécil.

La desilucioné otra vez y no sé que hacer para que me perdone esta vez, en verdad que necesito llevármela lo más antes posible y ahora mucho más que tengo un cabo suelto afuera, aquella chica puede hablar en cualquier momento.

Escuché toda la tarde llorar a Claire hasta que oscureció y hubo un silencio inmenso, entré detrás de las paredes hasta llegar a la habitación y como predije, estaba dormida del cansancio.

En estos momentos se veía tan relajada y tranquila, como quisiera que esté así conmigo ahora. Me le quedo viendo durante largas horas, no puedo dejar de observarla como siempre lo he hecho, solo que ahora se siente como antes de que me conociera en realidad, como cuando llegó a esta casa por primera vez, era tan hermosa como lo es ahora, tan... inocente y pura. Debo protegerla a toda costa y me debe de amar como yo la adoro con toda mi alma.

-No quiero perderte -Susurro mientras acaricio un mechón de su cabello.

Veo que va a amanecer, por lo que entro a la pared y la cierro, dejando todo en su lugar, llego hasta el sofá de la sala de estar y comienzo a dormir para aprovechar de descansar y tener la mente despierta para poder solucionar todo este problema que causé.

Detrás de tíWhere stories live. Discover now