Capítulo 10

59 12 24
                                    

No sé exactamente qué es lo que siento. Puede ser miedo, aunque también hay fascinación mezclada con una pizca de curiosidad y un toque de pena. Y no puedo evitar hacerme las mismas preguntas que son citadas al final del artículo, pero sumadas a algunas más.

Decido abrir un documento de texto y comenzar a escribir todas aquellas cuestiones que me rondan ahora mismo por la cabeza. Me limito a copiar y pegarlas, aunque escribo otras cuantas diferentes.

¿Quién se supone que es la chica que veo?

¿Por qué solo se me manifiesta ella si murieron otras trescientas cincuenta y siete personas ese día?

¿Qué tiene todo esto en común?

Y, otra que también me hago: ¿Por qué todos los que han ido han muerto salvo yo?

Vuelvo a recorrer de nuevo las palabras que acabo de leer en busca de alguna solución por mínima que sea. Mientras tanto, la línea sigue en silencio, cosa que me sorprende. ¿Quién me iba a decir que Patty iba a tener esta paciencia conmigo?

—Entiendo que necesites todo este tiempo para asimilarlo. A mí también me ha hecho falta para procesar todo eso, y tampoco voy a rechazarlo ahora mismo para ver la foto más de cerca —explica.

Vuelvo a la imagen mientras pretendo encontrar algo nuevo que me lleve a la identidad de la protagonista oculta bajo el efecto del extraño brillo. Y llega el momento en el que pienso que puedo ser hasta yo, aunque con diferente vestimenta. Es como si me hubieran clonado y puesto ese traje o inmortalizado sin que me diera cuenta y editarla.

—¿Quién crees que es? —pregunta.

Suspiro. No sé qué pretende que le diga, porque mentiría con cualquiera de las posibles respuestas. Podría ser yo, al ser una casi calcomanía, o cualquier otra persona del mundo.

—Si te soy sincera, no lo sé.

Estoy desesperada. Ojalá y no fuera así y tuviera la situación bajo control, conociendo cuál debería de ser mi próximo paso si no quiero que me vuele un pie una mina. Aunque quizá ya sea tarde y, si lo levanto del suelo, salga volando en pedazos.

—Dicen que todo el mundo tiene personas idénticas a ellas por todo el mundo —interrumpe mis pensamientos Patty—. Creo recordar que unas siete. Tal vez esa chica sea una de las tuyas, ¿no?

Y la verdad es que yo también he leído algo sobre eso, pero sería raro toparme con una ahora mismo, en esta situación y que aparezca y se desvanezca como si fuera un simple efecto lumínico producido por mis ojos y mi mente. Aunque eso solo significaría que estoy loca. Pero, a la vez, sería la única respuesta con salidas lógicas.

—Tal vez, aunque no estoy segura. Sería demasiada casualidad que tuviera una copia en Willow Town o cercanías.

—Y que los tenga lo suficientemente gordos como para meterse ahí, aun sabiendo a lo que se arriesga —añade en voz muy baja.

No soy capaz de negarlo, porque puede que fuera una especulación demasiado arriesgada hacerlo. La de afirmar que allí actúan ciertos seres incorpóreos también podría serlo, pero ¿qué otra cosa hay que lo defina que no sea espectro? ¿Demencia? No, eso no, porque la chica de ojos grises también la ha visto, aunque después que yo, y no creo que estemos tan locas como para que veamos lo mismo.

Me saco esa idea de la cabeza y vuelvo a pensar en algo que pueda enlazar todo lo sucedido con lo que me ha mandado Patty. Pero lo único que encuentro es que todo tiene que ver con la Academia Willow y que la chica que veo es la de la foto. Pero todavía tengo que averiguar muchas cosas, aún tengo muchas preguntas que responder.

SeleneWhere stories live. Discover now