Midnight Memories [Español]

22

SAMMY

—Brise volé.

—Temps de cuisse.

—Trois.

Siento el peso de la mirada de Serrior en mí, analizando cada uno de mis pasos mientras camina a mi alrededor acompañada de su bastón de madera, Matilda. Ella controla el ritmo con cada golpe que da al suelo con la vara.

—Pas de bourrée —ordena marcando el acento francés—. Chassé.

Pas de chat.

Pas de bourrée.

Balancé, Balancé, Balancé.

Relevé.

—Cierra las putas costillas, Samantha —me regaña y golpea el bastón contra el suelo para que me detenga—. Desde el comienzo.

Tomo una respiración profunda antes de comenzar de nuevo con las órdenes que Serrior lleva gritándome hace más de cuatro horas. Siento mis pies exigiendo a que les dé un descanso pero no puedo hacerlo hasta culminar mi trabajo.

Luego de que Calum huyera de mi auto sin razón alguna, Serrior me envió un correo solicitando mi presencia en ARTown. Se me bajó la tensión apenas leí el mensaje porque sabía que la razón por la que me llamaba era para corregir mi desempeño y hablar sobre el solo que aún no he presentado.

Se supone que dentro de poco son las nacionales y yo soy la escogida para representar a la compañía en los solos, pero no he podido diseñar ni una sola parte de la coreografía para poder enseñarla.

Cada que intento hacer algo siento que solo es patético.

No puedo presentar nada ordinario, tengo que destacar.

—Los malditos pies, Samantha.

Muerdo mi labio inferior y me pongo sobre las puntas de mis pies para continuar haciendo lo que ella me dice. Estamos trabajando en mi técnica, la cual no es por alardear, es muy buena. Pero Serrior me está castigando por no haber presentado aún la coreografía.

Los rayos del sol que entran por los ventanales de la sala hacen que haga una mueca. Ella pidió la última aula para ensayar, aunque tampoco es como si en la institución hubiera muchas personas. Solo conseguí ver gente del personal administrativo de todas las carreras que se estudian en la academia, al parecer hay un nuevo coordinador o algo por el estilo.

—Basta.

Detengo mis movimientos y no puedo evitar colocar mis manos sobre mis rodillas mientras intento que mi respiración no sea tan superficial. Estoy acostumbrada a controlar mi respiración dado que los actos de baile pueden llegar a durar hasta más de tres horas pero, Serrior me está dando hasta con lo que no tiene. Las piernas me tiemblan y me quito el sudor de la frente con el dorso de mi mano, hago una mueca al sentir gotas corriendo por mi espalda.