36

2.9K 324 94
                                    


Un 🌵 para el 🌵 y un pañuelo 🤧 para usted 

TW: violencia doméstica

TW: violencia doméstica

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Calum

Recuerdo la primera vez que escuché a David gritarle a mi madre.

Apenas tenía siete años y para ese entonces continuábamos viviendo en Texas. Había bajado del autobús escolar y solo tuve que caminar unos cuantos metros para visualizar a David a través de la ventana que teníamos en la cocina, él estaba gritando. Lo primero que oí al abrir la puerta de lo que era mi hogar fue la voz de mi padre; viril y llena de ira. Me aferre a las tiras de la mochila y corrí a ver qué provocó que él perdiera los estribos de esa manera, me encontré con la imagen de Margaret Grair de rodillas en el impecable piso de mármol blanco de la cocina, recogía los restos de un vaso de cristal mientras que David le reclamaba sobre algo que, honestamente, no recuerdo muy bien.

Cuando él me vio lo único que hizo fue chasquear la lengua, darme una mirada que desbordaba fastidio para luego salir al jardín trasero sin decir otra palabra. Antes de marcharse golpeó la puerta de la cocina tan fuerte que hizo temblar los vasos de vidrio en los gabinetes. Cuando no estuvo más a la vista me coloque al lado de mi madre para ayudarla a limpiar el whisky que se derramó y después la abracé, porque sabía que se sentía mal. Le dije que la quería y que todo estaba bien porque ya no había nada roto. Esa misma noche durmió conmigo porque David "se sentía mal" y no la quería contagiar.

Luego de eso los gritos solo siguieron aumentando, cada vez más frecuentes y volátiles hasta el punto de llegar a los golpes y maltrato físico. Ocurrió por primera vez cuando tenía nueve años y me encontraba jugando con las placas policiacas de David, él no estaba en casa y yo solo quería verlas de cerca. Mamá me había dicho que nunca entrara a la oficina de él porque era un lugar privado de trabajo, pero yo era pequeño y estúpido. No le hice caso. Creí que conseguiría dejar todo en orden antes de que él llegara. Claramente me equivoqué.

David me vio sentando en su silla de cuero negro con las placas en mano. En mi memoria esta con claridad la manera en la que escupió un "bastardo inservible" antes de tomarme del brazo con fuerza para llevarme a rastras a la sala, me empujó al piso con dureza y la madera de este me quemó las rodillas gracias al movimiento brusco. Luego se quitó el cinturón dónde llevaba su placa de detective. Sentí pánico cuando ví la furia que teñía su mirada siempre carente de algún sentimiento.

Le pedí –rogué– a David que no me golpeara, que prometía no volver a hacerlo. Dijo que la única manera de evitar que lo hiciera de nuevo era si se aseguraba que yo recibiera mi castigo, que había sido demasiado benevolente y por eso no seguía órdenes. Me hizo creer que lo que hacía era por mi propio bien. Mi llanto fue tan ruidoso que alarmó a mi madre, quien se encontraba en la cocina. Cuando vio lo que ocurría su primer instinto fue correr hacia mí y actuar como escudo, colocándose entre David y yo. Recibió el golpe que tenía grabado mi nombre.

Midnight Memories [Español]Where stories live. Discover now