Siempre fuiste tú

CAPITULO 43

Pov: Atenea

Han pasado 3 días y mi bebé no mejora, Christopher y yo hemos estado con él en todo momento pero no podemos dejar el trabajo, así que Chris se ha ido medio día y me ayuda bastante con el mío. Em esta más mimado que en ocasiones pasadas, pero los doctores dicen que es normal.

Estoy muy agotada, pero me niego a irme a la casa sin él, la nana de Christopher ha venido, "intenta" ayudar pero no hace cabrearme cada que cuestiona mi manera de cuidar a Emiliano.

Me jode que me digan que lo consiento, que lo mimo, ¿acaso no se dan cuenta que es solo un bebé? Que además está en el hospital, es hijo único y un Morgan.

Regina y Reece no pudieron volver pero ambos llaman todos los días. Sara estuvo conmigo todo el día de ayer pero se tuvo que ir hoy dejándome sola con la nana.

— Mami titi— me llama desde la cama.

— Dame un segundo y voy amor— la alimentación ha sido un problema, casi no come entonces procuró alimentarlo yo.

— Pero si apenas tomo, no debes consentirlo demasiado Atenea ya te lo he dicho— me repite la estúpida nana por milésima vez en el día.

La ignoro y tomo a Em para acomodarnos en la mecedora.

— ¿Mami cuado papá enga me puele tael mish babu gupps?

— Si mi vida, yo ahorita le digo a papá que los traiga, pero recuerda que más tarde tienes que comer algo.

— ¿titi?

— Algo más que solo titi— asiente al final se duerme, le mando mensaje a Chris para que traiga lo que el pidió y también me traiga unos documentos.

— A mi hijo no le va a gusta saber que estas malcriado a su hijo— ya me tiene harta esta mujer.

— Si a mi novio no le gustará que lo hiciera te aseguro que no me dejaría con el— hablo sin verla.

— Estás muy mal Atenea, lo hace porque a diferencia tuya él si trabaja.

Suelto una risa sin gracia y me levanto con mucho cuidado para acomodar al bebé en la camilla.

— Trabajar— repito girándome a ella— Ya quisieras tu y muchos tener un trabajo como los míos, aquí donde me ves, Marie, lo tengo todo. Riqueza, poder, influencia. Genero una cantidad de dinero inimaginable por cada minuto que pasa. ¿Te das una idea de cuánto es a la hora? y esa hora al día— sonrió con superioridad— Tengo casa, mansiones, autos, joyas, vacaciones en lugares exóticos, fiestas exclusivas, acceso a todo lo que deseo. Y no solo eso, también tengo a mi familia perfecta, a un novio el cual me ama y está dispuesto a cumplir cada uno de mis caprichos, también a un hermoso bebé el cual complementa toda mi felicidad. No hay límites para mí, Marie.

— Por si no te quedo claro, yo puedo dejar de trabajar los días que quiera, o toda la vida si así lo deseo y te aseguró que ni así lograría terminarme la fortuna que he generado, y la que mi familia me ha dado.

— Tanto egocentrismo en ti, pero todo lo que tienes es gracias a tu familia.

— ¿Y Esperabas que fuera por la tuya? — me vuelvo la silla con mi laptop— Si ni familia tienes Marie.

— Claro que si— eleva el mentón muy digna según ella.

— Ah si claro, tu hija bastarda.

— ¡No te permito que le digas de esa manera! — eleva la voz haciendo que mi pequeño se remueve.

— Cállate que mi bebé está durmiendo— digo en tono serio— No creí que te ofendiera tanto la verdad.

Está que arde de la furia y eso me divierte.