Atenea Guzmán de la Torre: Una mujer perfecta no solo físicamente, con tan solo 25 años de edad es una empresaria multimillonaria exitosa, también es una de las mejores comandantes que la FEMF ha tenido.
Christopher Morgan Harts: Un hijo de puta (có...
⚠️Este pequeño extra es continuación de cuando Atty y Chris se conocieron de pequeños⚠️
Pov: Reece.
Llevamos unas algunas horas de vuelo y Christopher no habla, tampoco quiso venir sentado a mi lado solo ve por la ventana.
— ¿Estás triste? ¿O por qué esa cara larga?
— Tengo sueño— murmura.
— ¿Estás seguro, o es por qué vas a extrañar a la muñequita? — me burlo un poco y solo se levanta molesto yéndose al pasillo.
Me apresuro a ir por él y me lo alzó yendo a la habitación.
— No estés triste un día de estos podremos volver.
— ¡Déjame! — lloriquea molesto.
— No seas llorón.
Lucha por soltarse de mis brazos pero le es imposible, vemos un rato la televisión hasta que se queda dormido.
Todo el viaje se la pasa callado, cuando despierta se va a jugar a los sillones con su iPad, poco después lo veo sacar una princesa conejita de su mochila y sonrió al ver que era de ella.
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— ¡Ya deja de verme, ella me lo regalo para mi cabeza! — aunque lo tenía en las manos se lo pone de almohada para disimular.
— ¿Y tú le regalaste algo?
— Si, días llenos de diversión conmigo— se encoje de hombros.
— Que egocéntrico te escuchas.
— ¿Y? — continúa jugando y lo dejo.
Contesto algunos mensajes de Alex, le escribo a mi madre y vuelvo a ver a mi muñequito jugar.
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Al fin llegamos a la mansión, Christopher está cansado y yo también baja perezoso de la camioneta y al entrar la hija de la empleada llega corriendo para abrazarlo.
— ¡Chris volviste! — Christopher se intenta quitar pero ella no lo suelta.
— ¡Yaa, Suéltame! — se molesta y lo hace.
— ¡¿Eso es para mí?! — la niña brinca de la felicidad al ver el peluche de mi muñequita mexicana.
Lo intenta tomar pero Chris lo pone a sus espaldas evitándola.
— No, esto es mío así que no lo toques.
— Pero si es una princesa, además me debes una porque rompiste mi muñeca antes de irte.
Intenta volver a tomarla pero él lo vuelve a impedir. Yo no intervengo, son cosas de niños así que me voy a la sala para acostarme.
