Siempre fuiste tú

EXTRA NAVIDEÑO pt2

Pov: Christopher

Esa niña no aguanto mucho tiempo dormida, Zeus duerme a su lado y yo empiezo a ver lo que tiene aquí. Me sorprende mucho el tamaño de la habitación, me podría atrever a decir que es un poco más grande que la mía, todo tiene una decoración perfecta entre moderno pero con toques de la era victoriana.

Bajo cuidadosamente de la cama y veo cada una de las fotos, aun no se quien sea su mamá pero en todas siempre está en los brazos de Leonardo.

Encuentro el control de la televisión y la enciendo, me es fácil cambiar el idioma, pasan las horas y sigo sin poder dormir el reloj marca las 2:30 y decido salir.

Bajo con mucho cuidado pero me detengo al escuchar una discusión abajo.

— ¡No Mónica, no puedes irte con tus dos hijos y fingir que Atenea no existe!

— Solo fue un fin de semana, y no es como si la dejara sola.

— ¡No, no es solo eso, siempre la dejas aun lado, siempre buscas cualquier pretexto para estar alado de ese hombre! — hay una breve pausa y continua— Se que es el papá de Rodrigo y Olivia pero no puedes irte así sin más, no mientras tu hija lucha por sobrevivir en un maldito hospital.

— Quiero a mi hija, pero también quiero hacer mi familia, mis dos hijos no tienen la culpa de lo que paso y...

— ¡Y ella sí!

— ¡No, pero ya paso y ella está aquí, sé que tú la cuidas y por eso no veo por qué la pelea!

— Así como tú me odias ella lo hará, y no sabes cuanto voy a disfrutar ver eso.

— ¡Leonardo! — la voz de otra mujer se escucha y cuando los pasos se acercan corro a la habitación y me acomodo viendo la televisión como si nunca hubiera salido.

No sé porque esa mujer no la quiera, esa niña es muy linda, cualquiera querría una así, yo me la quisiera llevar a escondidas en mi maleta y ella que la tiene aquí la olvida.

— ¿Chris? ¿Estás bien? ¿Por qué no estás dormido?

— Porque no tengo sueño, y para mí ya son las 9 de la mañana.

— ¿El cambio de horario te afecta mucho?

— Igual no siempre puedo dormir— me encojo de hombros.

Pasa de largo y se va a ver a su nieta, la acomoda un poco y la cubre mejor. Después de unos momentos se viene a sentar a mi lado.

— ¿Te gustan más en inglés?

— Es más fácil que el español y hay unas palabras que luego no sé qué significan.

Ya no habla y nos quedamos así, se queda viendo las caricaturas conmigo hasta que el sol comienza a salir y baja las persianas.

— ¿Quieres ir por algo de comer?

Asiento rápidamente porque ya tengo hambre. Me pongo mis pantuflas y bajo detrás de él.

— Eres muy callado y serio, como tu abuelo.

— ¿De qué hablaríamos? — ruedo los ojos y se ríe.

— No lo sé, por ejemplo de donde mi princesa saco la idea que se van a casar.

Sonrió ahora yo pero niego, a él que le importa saber que bese a su nieta.

— ¿De dónde conoces a mis abuelos?

Entramos a la cocina y las de servicio se giran enseguida.

— ¿Eres alérgico a algo?