CAPITULO 80

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Pov: Christopher

Dejarlos llorando siempre es de las cosas que más me jode, Emiliano solo ocupaba el radio para gritarme, "papi Zeus me mordió, papi cambio, ¿papi me escuchas?, papi titi, papi" todo el viaje fue así hasta que su mamá lo llevó a dormir.

Bajo del avión apenas aterriza, me entregan las llaves del auto que pedí y me adentro a las calles de los Ángeles. No me gusta mucho este lugar, el clima y la gente me causan algo.

Después de dos horas llego a una de las peores zonas de la ciudad. Aparco cerca del prostíbulo o bar que me indica el GPS, al entrar ignoro las orgias que hay por todo el lugar, me ofrecen una mesa y un show comienza, aparto a todas las mujeres que intentan tocarme y le escribo un mensaje a Patrick.

¿Estás seguro de que este es el lugar?

No demora en contestar.

Totalmente te pedirán unos 50 dólares por estar con una, será el momento para que hables con ella.

— ¿Le puedo ofrecer algo? — una mujer con las tetas al aire y una falda que no le cubre nada pregunta aún lado mío.

— Un whisky— preguntó volviendo la mirada al celular.

— ¿Sólo eso guapo? — me repulsa que alguien más que no sea Atenea me diga así.

— Si.

Agradezco que se largue, me armó de paciencia, no la veo por ningún lado, ni siquiera sé si trabaje hoy o...

— Sabia que vendidas mi amor.

Su puta voz interrumpe mis pensamientos, la veo con el vaso del whisky y le da un sorbo, la veo por unos segundos y no ha cambiado en nada, sigue tenido el cabello corto solo que ahora en color rubio

— Aunque tardaste un poco— deja el vaso y se acerca a tocarme del pecho.

— No me toques y dime que mierda quieres— soy directo, detengo sus manos y las quito de mí.

— Lo normal, saber de ti y de mi hijo, ¿por cierto en donde esta? — se gira como si lo buscara haciéndose la loca.

— Con su madre, en nuestra casa— apenas comienza y ya estoy harto de todo esto.

Su sonrisa se ensancha y sus malditos ojos me miran de una forma que no logro descifrar.

— Claro con la modelito mexicana... tienes buen gusto Christopher— comienza a contornearse alrededor de la mesa— Supe que también está embarazada, y que puto fastidio tenerlo contigo.

Empuño mis manos ante lo que dice.

— Pero a leguas se le ve que es una niña mimada, quizás imagino que tú la consentirías todo el embarazo, solo que no sabe que eres un hijo de puta, un...

Me levanto repentinamente, tomo su cuello y la viento al sillón.

— Quiero que te calles y me digas que carajos quieres— comienzo a molestarme.

Se ríe hastiándome más.

— Ya no quiero trabajar aquí, quiero que me compres una casa, para que no te quite a tu hijo y puedas seguir dándole la familia feliz a tu mujer— se endereza y me mira fijamente— Quiero que hables con ella, tiene más poder en el mundo de la moda, quiero que le digas que lance mi carrera como modelo.

Me suelto a reír por las estupideces que dice.

— ¿Nada más eso? ¿O quieres ver a mi hijo, convivir con él o que mierda? — bramo furioso.

Siempre fuiste túWhere stories live. Discover now