CAPÍTULO 4 - Dieciocho años

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Buenos días, Emma.

Me giro hacia la puerta para saludar a mi hermano, pero no hay nadie. Estoy sola. ¿Pero de quién era esa voz?

Soy yo, tonta. Tu lobo.

Me estremecí. Por supuesto, es mi cumpleaños, hoy me ha visitado mi lobo. Sin embargo, es extraño oír una voz dentro de mi cabeza.

Te acostumbraras.

— Llevará algún tiempo —respondí.

Tenemos todo el tiempo del mundo. Dijo mi lobo.

—¿Cómo te llamas? — le pregunté.

Eliza.

—Me gusta —le dije.

Sé que sí, Emma. Ahora, levántate y ve a pasar el día con tu hermano. Asher ya ha notado mi presencia y está deseando conocerme. Dijo ella.

Me levanté emocionada y llena de energía. Estoy deseando ver a Eliza.

Me lavé los dientes, me duché y me puse una sudadera con capucha. Perfecto para un perezoso día de cumpleaños con mi hermano.

Cuando bajé, Andrew ya había hecho tortitas. Era nuestro tradicional desayuno de cumpleaños.

—¡Feliz cumpleaños, Emma! —gritó y me dio un gran abrazo. — Asher sintió a Eliza. Está tan emocionado de conocer por fin a su hermana. —Ella también está deseando conocerlo-. Dije y le dediqué una gran sonrisa.

Adoro a Asher. Es el mejor lobo que existe.

—Venga, vamos a comer—me dijo y tiró de mí hacia la mesa.

Cuando estuvimos llenos, fuimos al salón para ver la primera película del día. Siempre veíamos la serie de los Vengadores. Los humanos hacían un gran trabajo en esas películas.

Hacia la una de la tarde, Andrew y yo fuimos a la cocina para empezar a preparar la comida. En mi cumpleaños comemos mi plato favorito, lasaña. En su cumpleaños, comemos su comida favorita, pizza.

Empecé a hacer la lasaña mientras Andrew se sentaba a la mesa de la cocina.

— Quizá encuentres pronto a tu pareja—, dijo.

— Tal vez—. Dije, sin levantarle la vista.

No me gusta hablar con el de esto. Es mi hermano, y hablar de apareamiento es raro. No quiero nunca dejarlo. Será muy difícil para mí irme con mi mate.

—Tal vez sea Jacob—, dijo.

Le miré. — ¿Está bien?

— Si—, dijo y se encogió de hombros. — Es uno de nuestros mejores guerreros, asi que se que estarías segura con él. Y sé que ya te cae bien. Sería más fácil para ti ir con él.

Me acerqué y me senté a su lado. —No me será fácil marcharme. No importa quién sea mi mate. Tú eres mi familia. No quiero dejaros.

— Lo sé, Em—, dijo y sonrió. —No quiero que te vayas. Pero si encuentras a tu pareja lo harás. Y estaremos bien.

— Tal vez no lo encuentre—. Dije y me volví a levantar. —Tu nunca lo hiciste.

— Sí —asintió. — Pero tengo el presentimiento de que lo harás, y será Jacob.

Sonreí y puse los ojos en blanco. — Ya veremos.

Se levantó y me ayudó a terminar la comida. Después de comer, volvimos al salón a ver otra película.

Hacia las siete de la tarde, Andrew me dijo que fuera a prepararme. Tuvimos que caminar unos 20 minutos para llegar al lugar de los cambios en el bosque.

Es un pequeño lugar en medio del bosque donde todos los lobos van para su primera transformación. Es especial porque es el único lugar del bosque donde la luna puede brillar sobre ti por completo. Nuestro bosque es tan espeso que la luna apenas puede brillar a través de los árboles. Este lugar es el único donde brilla la luna libremente.

Me pongo mi vestido blanco, elegido especialmente para esta noche. Es tradición vestir de blanco la noche de nuestro primer turno. Me puse los zapatos y bajé las escaleras.

Andrew me esperaba en la puerta. Me dio la chaqueta y salimos de casa.

El corazón me latía con fuerza en el pecho. Andrew debió de oírlo, porque me cogió de la mano y me acercó a él.

—No tengas miedo, Emma—, dijo en voz baja. — Será increíble. Y yo estaré ahí para ti.

— Gracias.- Le dije. —Te quiero.

— Yo también te quiero, pequeña—, me dijo y me dio un abrazo de costado.

Después de unos 20 minutos, llegamos al lugar. Mis amigos y Luna Gloria ya estaban allí, esperándonos.

Luna se me acercó primero. —Feliz cumpleaños, cariño. Estoy deseando conocer a tu lobo.

—Gracias, tía Gloria. A ella también le hace ilusión conocerte —dije con una gran sonrisa.

Amy y Jacob vinieron hacia mí con grandes sonrisas en sus caras.

—Feliz cumpleaños, Emmy—. Dijo Amy y me dio un fuerte abrazo.

— Feliz cumpleaños, Emma—. Jake dijo y besó mi mejilla. —Ahora, vamos a conocer a tu lobo. Hace frío y no quiero que te enfermes.

Tiene razón. Estamos en diciembre y lo único que llevo puesto es un vestido. Tengo una chaqueta, pero no me abriga. La única razón por la que no tiemblo es la emoción.

—Tiene razón, Emma —. Andrew dijo—. Dame tu chaqueta y ponte en medio de donde da la luz de Luna.

Hice lo que me dijo y me coloqué en medio. Todos me dedicaron una sonrisa alentadora y se dieron la vuelta para dejarme un poco de intimidad para quitarme la ropa.

Me quité con cuidado el vestido, la ropa interior y los zapatos y los doblé ordenadamente en un montón. Me puse de pie y miré a la luna.

¿Estás lista, Emma? Dijo mi lobo.

Lo estoy. Respondí. ¿Cómo lo hago?

Suéltate. Te dolerá, pero no te resistas. Pronto terminará. Suéltate y dame el control. Me dijo.

Hice lo que me dijo. Respiré hondo y dejé que ella tomara el control de nuestra mente y nuestro cuerpo. Empecé a sentir que se me rompían los huesos. Solté un pequeño grito y caí de rodillas.

—Así es, Em —Oí la voz de mi hermano. — Todo irá bien. Déjate llevar.

El dolor era insoportable. Era como romperse todos los huesos al mismo tiempo.

Luché contra las ganas de vomitar y me concentré en soltarme.

Traicionada Por Mi Mate -  Teresa LillyWhere stories live. Discover now