Traicionada Por Mi Mate - Teresa Lilly

CAPÍTULO 78 - La puerta

ANDREW

Salté y dejé que Asher tomara el control. La fuerza del cambio tensó mis músculos como nunca. Asher estaba más que ansioso por salir.

¡Encuentren a Emma! Logan gritó a través de nuestro enlace mental mientras entrábamos en la cueva. Déjame encargarme de Samuel. ¡Él es mío!

Ten cuidado. Lo volví a vincular. No sabemos de lo que es capaz el cabrón.

Sólo pon a mi bebé a salvo, ¿de acuerdo? Logan me enlazó.

Lo haré. Te lo dije. No te preocupes. Voy a recuperarla.

Me estaba volviendo loco sin ella. Estaba preocupado, asustado y cabreado. Necesitaba a mi hermana de vuelta. Necesitaba a mi cachorro de vuelta. Asher estaba constantemente tratando de salir. Quería derribar el maldito bosque hasta encontrarla.

Por supuesto que si. Asher gruñó mientras corríamos por los pasadizos de la cueva. Es mi hermana. La vi crecer. La crié. La ayudé cuando estaba enferma. Le di calor cuando tenía frio. Quiero recuperar a mi hermana

La recuperarás. Le dije. La recuperaremos

Asher gimió con fuerza y corrió aún más rápido
que antes.

Las paredes de la cueva eran un borrón. Ni siquiera presté atención a los otros lobos que me rodeaban. Sólo miraba a Leon de vez en cuando. Seguía pareciendo que le dolía algo, y eso sólo podía significar dos cosas. O todavía no se habían dado cuenta de que estábamos aqui, o estabamos en el lugar completamente equivocado.

Si estuviéramos en el lugar equivocado, me volvería loco. No podía pasar otro día sabiendo que mi cachorro estaba sufriendo. No podía ir otro día sabiendo que los hijos de puta estaban lastimando a mi cachorro.

Simplemente no podía.

Podía oler la humedad en el aire. Cuanto más corríamos, peor era el olor. Era sofocante.

Logan daba órdenes a nuestros guerreros para que se dispersaran y buscaran una entrada o cualquier estructura que pareciera hecha a mano. Parecía que corríamos durante horas, pero cuanto más nos adentrábamos en la cueva, más lentos éramos. Los pasadizos eran cada vez más estrechos y apenas podíamos correr por ellos en nuestras formas de lobo.

¿Veis algo? pregunté a nuestros guerreros a través del
enlace mental.

No, Beta. Respondieron.

León gruñó y se impulsó para moverse más rápido.

El corazón se me aceleraba dentro del pecho. Estaba tan jodidamente enfadado y tan jodidamente asustado. Podía ver que Leon estaba sufriendo. Podía ver que seguían torturándola.

¿Estás bien? Hice un enlace mental con Logan.

Estoy bien. Gruñó. Este maldito dolor está alimentando mi ira como ninguna otra cosa.

Le creí. Parecía cabreado de cojones. Nunca lo había visto asi.

Me dolía el corazón sólo de pensar en el dolor de mi hermana. ¿Qué le estaban haciendo? Logan dijo que en su sueño, parecía que ella estaba conmocionada. ¿Era verdad? ¿Qué más estaban haciendo? ¿La estaba tocando otra vez?

Oh, iba a disfrutar matando a ese cabrón. Iba a cortarle los dedos uno a uno.

Cuando Logan me dijo que la habia tocado, me puse roja. Me iba a convertir en su peor puta pesadilla. No sabía qué clase de bestia había despertado. Nadie podía lastimar a mi hermana y salirse con la suya.

¡Alfa, Beta, veo una puerta! Tengo un enlace mental de uno de nuestros guerreros.

¿Adónde? gruñó Logan mientras dejaba de correr.

Hacia el norte. El guerrero dijo.

Logan, yo y todos los demás guerreros que estaban con nosotros nos dimos la vuelta y corrimos tan rápido como pudimos en dirección contraria.

Teníamos razón. Ella estaba aquí. iMi pequeña estaba aquí!

¿Por qué si no habría una puta puerta en medio del sistema de cuevas? El cabrón tenía que tener algún tipo de búnker subterráneo construido aquí.

Corrí detrás de Logan. Quería llegar a la puerta lo antes posible. Quería derribarla y coger a mi cachorro. Quería Ilevármela de aquí lo antes posible.

Nuestros guerreros nos despearon el camino al
acercarnos a la puerta.

Drake ya estaba allí. Volvió a su forma humana porque no podía vincularse con nosotros. No era parte de nuestra manada.

— Va a ser difícil abrirse paso — Drake dijo tan pronto como nos vio.

Gruñó León. Corrió hacia la puerta y la golpeó con todo su cuerpo. La puerta no se rompió, pero ahora tenía una enorme abolladura.

Seguí su ejemplo, gruñendo y corriendo hacia la puerta.

Seguía sin moverse, pero la abolladura se hizo más grande.

Nuestros guerreros nos siguieron, gruñendo, corriendo y golpeando sus cuerpos contra la puerta uno a uno.

Podíamos oír los gruñidos que venían del otro lado de la puerta. Cada vez eran más fuertes.

Sabían que estábamos aquí.

Miré a Leon. Seguía sufriendo. Seguía gruñendo y golpeando su cuerpo contra la puerta repetidamente.

Gruñi con fuerza y seguí el ejemplo de Leon mientras continuaba golpeando también mi cuerpo contra la puerta.

Emma, amor, estamos aquí. Conecté mentalmente a mi hermana. Aguanta un poco más, ¿vale, pequeña? Estamos aquí. Voy a buscarte.

La puerta finalmente se rompió bajo nuestra implacable presión.

Los lobos canallas gruñeron y saltaron sobre nosotros. Nuestros guerreros estaban preparados. Sus afiladas garras y sus afilados colmillos cortaron a los lobos como si estuvieran hechos de mantequilla.

Las puertas se abrieron sólo unos segundos y yo ya estaba cubierto de sangre.

Leon y yo gruñimos, saltamos y empezamos a correr por el pasadizo, dejando que nuestros guerreros se ocuparan de los picaros.

Todos y cada uno de los pícaros que intentaron detenernos acabaron muertos.

Asher y Leon estaban tan jodidamente cabreados que mataron a otros lobos antes de que pudiera darme cuenta de lo que estaba pasando.

El estrecho pasadizo por el que corríamos se convirtió de repente en una gran sala de hormigón.

Estaba en lo cierto. Era una estructura subterránea.

Miré a mi alrededor, buscando una puerta que nos llevara más lejos, cuando un fuerte quejido procedente de Leon me heló las entrañas.

Giré la cabeza hacia él. Estaba en el suelo, gimiendo y gruñendo. Parecía que estaba convulsionando.

El dolor que sentía sólo podía significar una cosa...

Murió.

No.

iNO, NO, NO, NO!