Traicionada Por Mi Mate - Teresa Lilly

CAPÍTULO 28 - La cueva

Emma POV

No sabía cuánto tiempo llevaba aquí.

Estaba constantemente rodeado de oscuridad.

Me desperté varias veces sólo para que me golpeara.
Sus puños entraron en contacto con cada parte de mi cuerpo. Me dijo que me lo merecía porque casi le quito lo que pertenecía a Sienna.

Me estaba dosificando con acónito, así que sabía que no me estaba curando. Si no me mataba pronto, moriría por la pérdida de sangre.

Esperaba que me matara pronto. Ya no quería estar aquí. No quería que volviera a tocarme.

Me gustaba la oscuridad. No me pegaba cuando estaba en la oscuridad. No me gritaba cuando estaba en la oscuridad. Sus manos no me tocaban cuando estaba en la oscuridad. No había dolor físico cuando estaba en la oscuridad.

Pero mis pensamientos eran ensordecedores. No podía dejar de pensar en mi hermano. Deseaba poder decirle que lo amaba una vez más. Deseaba que supiera que no me había convertido en un granuja. Deseaba que no me odiara. Pero al mismo tiempo, estaba enfadada. El no me creyó. Eligió a Sienna, igual que Logan.

Andrew y Asher nos aman.Eliza gimoteó.

Me alegré mucho de poder seguir hablando con ella.
No debería haber podido. El acónito debería haberla mantenido encerrada en lo más profundo de mi mente.
No la sentía, no la veía, pero a veces podía hablar con ella. Dijo que era porque éramos fuertes. Rompió la barrera del acónito cuando sintió que la necesitaba. Yo no sabía cómo. Tal vez ni siquiera estaba aquí. Tal vez era sólo mi mente jugándome trucos, haciéndome más fácil estar aqui en la oscuridad, esperando la muerte.

Ya lo sé. Le dije a Eliza. Me duele, Eliza. Andrew no me creyó. La eligió a ella.

Cometió un error. Ella dijo. Todos cometemos errores.

Lo hacemos. Suspiré. Y le perdonaré. Sólo me entristece que nunca sepa lo que pasó de verdad

Tienes que ser fuerte, Emma. Eliza gimió. Vendrán a por nosotros.

Creen que me escapé y me convertí en un granuja gruñí. No me están buscando. Y aunque lo hicieran, me buscan para matarme por traicionar a mi manada y atacar a una futura Luna.

Asher y Leon no creerán a Sienna. dijo Eliza con severidad. La odian. Harán entrar en razón a Andrew y Logan.

Cerré los ojos y sentí que una lágrima me rodaba por la cara. Ojalá pudiera creerlo. Ojalá fuera verdad. Deseaba que Eliza pudiera seguir viviendo. Ella no se merecía esto.

Lo siento, Eliza. Dije con voz llorosa.

¿Por qué te disculpas? Se quejó. No tienes que disculparte por nada.

Sí, quiero. Le dije. No te mereces esto. Deberías seguir viviendo, no morir aquí conmigo. Tu pareja no debería haberte rechazado. Deberías tener una contraparte humana mejor y más fuerte. No a mí. No te he causado más que dolor. Lo lamento. Te amo, Eliza.

¡Basta! Gruñó. No vamos a morir aquí. Eres el único humano que quiero. Eres el humano más fuerte. Aguanta un poco más. Saldremos de aqui.

No respondí. Me quedé mirando la oscuridad.

No puedo aguantar mucho más, Emma. Se quejo.
Sé fuerte. Te quiero.

Sentí que se alejaba y se me escapó un sollozo silencioso. Volvía a estar solo.

Tal vez fuera lo mejor. Me alegré de que ella no pudiera sentir o ver lo que él me estaba haciendo. Ella no se merecía eso.

De repente, sentí que me sacaban de la oscuridad. Me estaba despertando de nuevo.

— Hola, lobito —. Podía oir la voz del picaro.
Bienvenido de nuevo. —

Parpadeé varias veces y miré a mi alrededor. Seguíamos en una cueva. Estaba tumbado en un suelo frio y mi sangre seca me rodeaba. El pícaro estaba sentado frente a mí, apoyado en la pared.

Le miré y estaba sonriendo.

Tenía la barba larga y encrespada. Sus fríos ojos negros me miraban fijamente. Estaba cubierto de suciedad y tenía ese olor único a canalla.

— Han pasado cuatro días, si te lo estás preguntando
— dijo. — Tu hermano no te está buscando. Están preparando una ceremonia de Luna. Eso significa que Sienna será marcada pronto y por fin te tendré para mí
antes de matarte-

Sentí que las lágrimas me caían por la cara y por el pelo.

No me buscaban a mí. La creyeron. Pensaron que me había convertido en un granuja. Andrew me odiaba. Se me partía el corazón. Se me escapó un sollozo silencioso.

No sabía por qué me dolía tanto. Ya lo sabía. Ya sabía que habían elegido a Sienna. Ya sabía que mi hermano me odiaba. ¿Por qué me dolía tanto?

— No llores, lobito —, rió el pícaro. — Pronto se acabará. Unos días más y ya no serás una carga. Ni para tu hermano, ni para tu compañera, ni para Sienna —

Sus palabras eran como un cuchillo clavado en mi corazón, pero sabía que tenía razón. No he sido más que una carga. Andrew por fin era libre. Logan era libre de aparearse con quien quisiera. Pronto yo también sería libre. Vería a mi madre y a mi padre. Estaría en paz.

Cerré los ojos y dejé que las lágrimas rodaran por mi cara.

Oí al pícaro levantarse. Se acercó a mí y se arrodilló a mi lado. Abrí los ojos y vi una aguja en su mano.

— Has estado despierto demasiado tiempo, lobito — dijo en voz baja. — Es hora de dormir de nuevo —

Sentí que una aguja me atravesaba la piel y una sensación ardiente de acónito se extendió por mí.

El pícaro se inclinó y respiró hondo. — Hueles increíble. No puedo esperar a hacerte mía —

Sentí su mano meterse bajo mi capucha. Sus garras me cortaron la piel y sentí que la sangre me rodaba por el cuerpo.

La oscuridad estaba cerca otra vez. No podía esperar a la oscuridad. Alli no habia dolor. Tal vez Eliza me hablaría de nuevo.

Antes de volver a estar completamente a oscuras, oí unos gruñidos que helaban la sangre. Intenté abrir los ojos para ver quién gruñía, pero la oscuridad era más fuerte.