6. Coruscant

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Obi Wan Kenobi cerró la puerta del Consejo tras de sí, con cara de circunstancias. Sabía lo que se le venía encima, por lo que le extrañó no ver a su padawan enfrente, esperando. El alivio no duró demasiado. Anakin le asaltó en cuanto dobló la primera esquina.

—¿¿Qué han dicho??

—Baja la voz. —El maestro suspiró. A él tampoco le agradaba la decisión—. No van a buscarlo.

—¿¿¿Qué???

—Anakin, serénate. Estás ansioso.

—¡Claro que...! Claro que estoy ansioso. ¿Por qué no van a buscarlo?

—Una vez que saltaron a la velocidad de la luz, es imposible saber a dónde fueron —explicó Obi Wan, sereno—. Habría que peinar toda la galaxia y el Consejo no puede malgastar efectivos en algo así.

—No creo que salvar una vida sea malgastar nada —replicó Anakin.

—Sabes que estamos viviendo momentos delicados. Mandar gente a buscar a ese muchacho significa no destinarla para otras cosas. Podrían perderse muchas vidas a cambio de una.

—¿De repente esto trata de economía?

—No. Anakin, escucha. Piensa, se razonable. No es el único adepto que los sith encuentran, del mismo modo que nosotros. Ahora mismo no podemos permitirnos una guerra abierta con su orden. Tienes que aprender que no está en tus manos solucionar todos los problemas del mundo.

—¡Pues debería!

El padawan apretaba la mandíbula con fuerza. Su maestro miró a ambos lados del pasillo para asegurarse de que no había nadie y se inclinó a darle un tenue beso para que se tranquilizara. El gesto fue respondido, más por inercia que por deseo.

—Te da igual lo que le pase... —rezongó Anakin.

—Eso es injus...

—A Qui Gon no le hubiera dado igual.

Obi Wan sintió como si alguien hubiera agarrado su corazón con una mano ardiente. Se quedó mirando a su aprendiz con gesto dolido.

—Eso ha sido cruel...

—Pues no puedo solucionarlo.

Anakin se dio la vuelta, alejándose de allí con pasos airados.

Cerca de allí, el senador Palpatine percibió alto y claro el arsenal de emociones que atormentaba al muchacho. Ira, rabia, culpa, impotencia. A veces no sabía si los jedis eran incapaces de sentirlo u obscenamente estúpidos al ignorarlo. 

Sonriendo de forma malévola, salió a recibirle. El chico necesitaba desahogarse con alguien.

Tentado por la oscuridad [Star Wars] (OCs/Obikin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora