24. Refuerzos

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Anakin volvió para ponerse otro casco y se colocó junto a R2, dejando que los sith pasaran delante. Solo cuando se separaron unos metros y vio a Idin cotorreando cosas sin fijarse en ellos, sacó el sable de Obi Wan por la espalda y le picó el costado con él.

Su maestro frunció el ceño y bajó la mirada. Los ojos se le iluminaron. Lo agarró moviendo el brazo tras su espalda y lo metió en uno de los bolsillos del uniforme con discreción.

—Bien hecho, Anakin —le felicito en voz baja, sonriendo. La expresión grave y preocupada de instantes atrás había desaparecido. Caminó junto a él tras los sith, dejando el bláster enfundado en el cinto.

Adso se adelantó para accionar las puertas de acceso al corredor. Como Obi Wan había indicado había un pasillo allí, largo y flanqueado por multitud de puertas. No había celdas, parecía que la zona de prisión quedaba tras ellos y no era muy extensa.

—Vamos a perder mucho tiempo si queréis recuperar los sables... —dijo Adso al salir al corredor.

Flanqueando el ascensor, que era la única salida, había dos droides sosteniendo sus respectivos blásters. Anakin y Raseri dispararon exactamente al mismo tiempo, haciendo explotar las cabezas de los droides antes de que estos tuvieran tiempo siquiera de apuntar.

—Yo he perdido el mío tantísimas veces que tengo una especie de sexto sentido para saber cuándo está cerca —comentó Anakin.

Raseri observó a Obi Wan con una expresión airada, como si aquello fuera culpa suya.

—¿Has perdido tu sable? ¿Y más de una vez?

—Y de dos.

—¿Y qué te ha dicho Kenobi? —preguntó escandalizado el sith.

—Se enfada.

—Si yo fuera tu maestro te habría dado tal paliza la primera vez que no hubiera habido una segunda. —El sith lanzó una mirada de advertencia a Adso.

—Pues vale, pero no lo eres —replicó sencillamente el padawan.

Adso miró interrogante a Raseri, levantando las manos con exasperación como si no entendiera a qué venía aquello.

—No seríamos enemigos ancestrales si nuestros métodos de enseñanza fueran remotamente parecidos —dijo Obi Wan, caminando con tranquilidad por detrás de ellos. Echaba de menos las mangas de la túnica para meter las manos—. Anakin los encontrará. Tiene un don para ello. —Con la facilidad que daba la práctica, Obi Wan reprimió una sonrisa y cualquier gesto que delatara su broma privada—. Tal vez no haberlo matado de una paliza tenga que ver en su desarrollo —añadió el maestro jedi.

—Idín, ve con tu amigo y activad el ascensor —ordenó Adso al droide buscador, apartando la atención de los jedis—. Bloqueadlo abajo hasta que vayamos a usarlo.

Idín soltó un trino electrónico y se apresuró a contarle el plan a su amigo astromecánico. Los droides se pusieron en camino a toda prisa.

—Tal vez también tenga que ver con que use poderes que no debería incluso mientras se lo estás prohibiendo. Con que sea irreverente, impulsivo, fácil de desestabilizar y agresivo —dijo Raseri abriendo una puerta y asomándose al interior. El lugar estaba vacío en su totalidad, sin muebles ni objetos.

—¡Eh, estoy aquí delante! —protestó Anakin.

—¿Quién no ha sido rebelde a su edad? Todos vivimos esa fase —replicó Obi Wan con serenidad. Por mero disimulo, se acercó a una puerta y abrió, echó un vistazo y cerró—. Lavandería —indicó encogiéndose de hombros.

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⏰ Última actualización: Jun 14, 2021 ⏰

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Tentado por la oscuridad [Star Wars] (OCs/Obikin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora