17. Gaman

492 56 54
                                    

"Resistencia y capacidad de seguir intentando algo pese a las dificultades."

Viernes, 20 de noviembre de 2020.

21:01

—¿Y este grupo cuál es? —interrogué mientras sujetaba un pequeño CD de portada negra.

—Oh por dios, ladrona —agarró el disco de mis manos y lo observó durante unos segundo antes de volver a mirarle—, este es uno de los mejores grupos de rock que existen.

—Llevas diciendo esa misma frase toda la tarde con cada grupo de rock que te he preguntado —me senté en su cama y me acosté. Estaba bastante cansada e inconscientemente mis ojos se cerraron lentamente.

Abrió con suavidad el cd que tenía entre sus manos y sacó el disco.

—Es Scorpions. ¿Quieres escucharlos? —preguntó con cierta inocencia esperando que mi respuesta fuese afirmativa.

—Claro —balbuceé intentado no quedarme dormida. El olor característico de la habitación de Damián entraba por mis fosas nasales. Un olor a avainillado pero a la vez con su toque varonil.

—¡Pero no te quedes dormida que te pierdes lo mejor! —exclamó metiendo el CD en el reproductor que había junto a la ventana.

Llevaba toda la tarde conociendo los gustos musicales de Damián y él los míos. Era una gran amante del rock y de la música de los 80 Me hacía gracia cada vez que se enfadaba por no conocer algún grupo o cantante que para él era el mejor, pero aún así me tatareaba algo de la canción y si no la conocía la ponía en su viejo reproductor de música.

Justo a la izquierda escuché mi móvil sonar. Recibiendo varios mensajes al mismo tiempo. Extrañada lo tomé para ver quien era la persona que no paraba de hablar.

Esther.

En 30 minutos empieza la fiesta.

¿Preparada?

Espero que sí.

Golpeé mi frente mentalmente. Se me olvidó por completo decirle a Esther que no iría a la fiesta. Prefería quedarme con Damián toda la noche si hiciese falta. Pero me sentí mal en el momento en el que leí el siguiente mensaje.

Esther.

Vas a venir, ¿verdad?

Mis manos comenzaron a sudar de los nervios y esperé unos segundos antes de contestarle, pasando por mi cabeza mil y una respuestas que decirle. Tenía por seguro que le iba a contestar que no, que no iba a ir. Pero el hecho de imaginarme su cara enfadada sabiendo que la iba a dejar sola con David me entristecía. Justo en ese instante desaparecen todos los pensamientos que tenía en la cabeza haciéndome centrar en una.

If we'd go again all the way from the start —gritó a toda voz en un extraño acento británico.

Damián estaba cantando mientras bailaba con la silla de ruedas de un lado a otro.

Me levanté de la cama con el mínimo cuidado para que Damián no dejase de cantar y lo miré. Nunca lo había visto así, parecía un niño pequeño escuchando su canción favorita. De nuevo volví a ver sus hoyuelos, que tanto me llamaban la atención.

La habitación de enfrenteOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz