Gran parte del encanto de la fantasía, radica en las majestuosas criaturas que habitan el universo mágico. Por supuesto, nunca falta dentro de una gran historia aquel ser que nos roba el corazón por su humildad, inocencia y/o sabiduría o al que le t...
El fin de octubre se acerca y con ello la famosa Noche de Brujas, por lo que no podíamos dejar pasar la oportunidad de hablarles sobre un evento y un lugar emblemáticos por esta misma temática. Nos referimos a los lamentables y legendarios hechos sucedidos en 1692 en el condado de Salem, Massachussets, la más famosa cacería de brujas.
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Antecedentes.
Tras la instauración del cristianismo como religión oficial en el Imperio Romano, en el año 313, por el emperador Constantino, se apaciguó de forma ligera la lucha entre distintas creencias y se detuvieron las persecuciones de quienes profesaban aquella religión. Sin embargo, no es ningún secreto que fue cuestión de tan solo unos siglos para que los cristianos pasaran de ser perseguidos a perseguidores, encarnando los más sangrientos crímenes en contra de quienes se oponían a adoptar su fe.
Esto se acrecentó con el término del oscurantismo, época en la que todo conocimiento antiguo estuvo a punto de perderse. El surgimiento de nuevas formas de pensar que darían paso a la época moderna, las recientes defunciones masivas provocadas por la peste bubónica y la incertidumbre que le provocaba a los líderes religiosos la posible pérdida de fe y el temor a que las creencias paganas que aún sobrevivían a pesar del tiempo se propagaran de nuevo fueron razones por las que, aunque la magia y la curandería eran profesiones que existían desde tiempos inmemorables, y que en antaño recibían un considerable respeto por parte de la sociedad, se demonizaron con el fin de acabar con la herejía. Todo símbolo o toda creencia pagana se convirtieron, pues, en el polo opuesto a los "buenos valores" de la religión, lo que se traducía en adoración al demonio. Es por ello que no es de extrañarse que Satán adoptara las formas de un antiguo dios griego de nombre Pan, que al igual que este, se le ilustraba como una especie de fauno, con patas de cabra y largos cuernos, quien además estaba relacionado con los placeres eróticos, pues se distinguía por seducir ninfas en más de un mito, un dato que vale la pena señalar, pues es esa misma relación la que se suponía sostenían las brujas con Lucifer.
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Las brujas eran mujeres, atraídas y engatusadas por el Diablo para luego servirle con fidelidad en el cumplimiento y la propagación de la maldad, se las podía reconocer por celebrar ritos y orgías en los bosques, portar la famosa "marca de la bruja", la capacidad de volar en escobas y beber sangre de niños. Al menos eso en un principio básico, pues con el paso del tiempo las características necesarias para acusar a alguien de brujería se deformaban y extendían cada vez más. Las comunidades se aprovechaban de sus leyes y culpaban a mujeres en situaciones vulnerables, de edad avanzada o víctimas de algún escándalo o venganza, algo tan absurdo como portar un lunar, poseer un carácter extrovertido o rebelde o haber rechazado a un hombre eran motivo suficiente para hacerlas acreedoras de las más creativas formas de tortura, ya fuera pasar unas horas dentro de la "dama de hierro", la mutilación, la hoguera o la horca, el sufrimiento era tal que casi siempre terminaban confesando aunque se supieran inocentes.
