JASY JATERE.

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Un silbido agudo acompañado de un niño de cabellos dorados eran suficientes para alertar a las madres guaraníes y a sus hijos en los horarios de la siesta, con la idea que sus pequeños serían hipnotizados, raptados y luego serían liberados en la espesura del bosque sin tener noción de nada y tocando los límites de la locura.

Esta era la razón por la que las madres advertían a sus hijos de quedarse en casa entre las 12 y las 15 horas de la tarde porque, cuando menos se lo esperaban, entre el maizal oirían un silbido similar al de las aves y verían ondear el cabello dorado de Jasy Jatere cuando venía a llevarlos.

Jasy Jatere, el cuarto hijo de una camada maldita...

De este peculiar personaje se pueden escuchar muchas cosas, pero las que más se asemejan entre sí, es que Jasy Jatere es un duende con cabellos dorados como el oro brillante y lleva en su mano un bastoncillo. Se dice también que los ojos son azules cual el color del cielo y que vaga desnudo por el campo y por los bosques a la hora de la siesta.

El bastón es una especie de báculo mágico y lo utiliza para atraer a sus víctimas, las cuales son en la mayoría niños, ya que así los prefiere la criatura.

Según los mitos paraguayos, Jasy Jatere atrae a los niños y luego los rapta, los alimenta con frutas, miel y gusanos y luego los suelta o los deja enredados en ysypo  (lianas), pero estos niños caen en la locura o regresan a su casa totalmente atontados, mudos y sordos. Hay quienes dicen que la razón de que el niño vuelva a casa mudo y atontado, es porque, en muestra de su gran afecto, Jasy Jatere lo besa en la boca.

Aún así, a pesar de todo lo que Jasy Jatere pueda hacerte si te rapta, si la comparamos con sus seis hermanos, esta es la criatura con la cual más conviene toparse, puesto que no hay muchos registros de que a este duendecillo travieso le gusta secuestrar a personas mayores y a quienes afecta (sean niños o no) se recuperan después de un tiempo.

Se cree que vive entre los huecos de los troncos de los grandes árboles y se lo confunde muy comúnmente con algunas aves silvestres que viven en el bosque. Las creencias populares cuentan también que cada año, a la llegada de la fecha en el cual el niño había sido raptado, este vuelve a sufrir algunas convulsiones similares a la epilepsia. Por lo que este mito ha sido uno de los más efectivos también para las madres que ansiaban un poco de paz en el hogar, ya que alertaban a sus hijos de que si no descansaban en horarios de la siesta, el Jasy Jatere vendría por ellos y se los llevaría.

Y aunque leyéndolo así pudiera parecer simplemente un cuento para asustar niños, muchos creyentes afirman que la criatura existe y que ronda por los maizales en la hora de la siesta buscando algún traviesillo a quien llevar. Por ello, algunos afirman que para poder librarse de Jasy Jatere, le dejan tabaco en las sendas de los campos o en las entradas, para que así en son de su amistad, el duende no se lleve a sus hijos.

Sin embargo, otros afirman que es mejor deshacerse de él para siempre, y aunque hasta ahora nadie lo ha logrado, la leyenda cuenta que si se le quitase el bastoncillo mágico que lleva, Jasy Jatere quedaría débil, temblando, envejecería en muy poco y se convertiría en cenizas.

¿Crees que exista alguien que pueda lograr vencerlo? 

¿Te animarías a añadir a este peculiar personaje de la mitología guaraní a tu historia de fantasía? 

Escrito por Abigailgb2.

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