Within Hate (Español)

Capítulo 18

Pasó una semana y con Jason no nos dimos ni bola. No se si habrá pasado algo en el medio entre él y alguien más, o si algún amigo le dijo algo de mí, o lo que sea. El tema era que me empezaba a poner mal, pero si había alguien que tenía que empezar la conversación, era él. No iba a perseguirlo de por vida. En clase me ignoraba; la única vez que me habló fue para pedirme un sacapuntas. Hasta me llamó "Diamond", no "Wolff." Me sonaba más amistoso. En fin, si él iba a ignorarme, yo también a él.

Nos avisaron que el sábado teníamos la primera fiesta (o sea, fiesta en casa de alumno cuando aprovechan que sus padres no están). Era una buena oportunidad para hablar con Jason y resolver el tema de que un día está todo canchero y después me ignora. Creo que sí me estaba obsesionando.

Sábado a la noche: me vestí llamativa, no era lo más deslumbrante pero tampoco era básica como suelo ser. Mi intención era sorprenderlo, pero aparentemente no fue así: en la única oportunidad que me habló fue cuando me saludó porque yo estaba con Eugenia, y hasta creo que no me hubiera ni notado si no la hubiera saludado a ella. Fue muy frío, algo así como:

-Ah. Hola, Diamond. ¿Todo bien?

No, todo mal. Me venís ignorando una semana entera y esperás que esté todo bien; idiota.

Mis amigas decidieron dejarme sola, por lo tanto elegí perder mi tiempo en ir a encarar a Jason.

No lo encontraba por ninguna parte, le pregunté a uno de sus amigos por dónde andaba y me dijeron que atrás del invernadero. Mierda, ¿qué si se estaba chapando a alguien?

Fui a la parte trasera del invernadero y así fue: estaba chapándose a una mina que nunca había visto en mi vida, capaz era amiga del que lanzó la fiesta. No se dio cuenta de que estaba ahí, así que decidí seguir mirando para que pudiera razonar lo que pasaba. No podía reaccionar, estaba en serio muy débil como para poder irme. Mis pies no me obedecían, se quedaron duros contra el piso. Cuando terminaron, ahí fue cuando reaccioné y me fui. No iba a llorar, estaba mal y tenía ganas de hacerlo pero por alguna razón no podía llorar. Eso sí, no estaba del mismo humor que cinco minutos antes.

Después de la angustia, me agarró la furia. Antes de que todo este episodio pasara, había un chico que no paraba de tirarme los perros. La verdad no me pareció un detalle para recordar porque estaba pendiente de otras cosas, pero fue algo importante para lo que pasó después. El chico este (cuyo nombre no sé aún) no era del todo lindo, pero no era feo tampoco. Era zafable, agradable.

Después de como 15 minutos de haber visto a Jason, El Chico Este siguió insistiendo. Lo venía rechazando por un buen rato, pero el resentimiento hizo que le prestara atención. Me trajo un vaso de no sé qué, pero yo acepté igual. Nos quedamos hablando un buen rato, y después de la larga charla, se me tira. Yo, aunque mi corazón estuviera a mil y mi cabeza se negara a hacer lo que estoy haciendo, un impulso me invitó a seguirla. Tiré mi vaso con bebida rara e intensifiqué el beso. No era nada especial, no saltaban chispas como esperé que pasaría, pero al final llenaba el vacío que sentí al ver a Jason. Al pensar precisamente en él, abro los ojos porque sí y lo veo a él aproximándose, pero no le doy importancia. Separa a El Chico Este de mí y le pega con el puño en la nariz.

-¡Ey! ¡¿Qué mierda te pasa?! -dijo el chico en el suelo tapándose la nariz.

-Te le volvés a acercar y te mato -lo amenazó Jason.

-Pero, ¿qué te pasa? ¿Vos podés ir chapándote extrañas y yo no? ¿Cuál es tu problema? -Jason se me quedó mirando con los ojos abiertos, confundido.

-Perdoname, no... no sé que es lo que acabo de hacer, yo... creo que fue un instinto. Perdón -se disculpó ante mí en vez de ante él, pero suavizó el incidente. ¿Se cree que puede controlar toda mi vida? Tiene graves problemas de ira. Agarré al chico de la mano y lo levanté.