Capítulo 43: "Poco a poco..."

18.1K 1.2K 400
                                    

«¡Jack, me dieron el empleo!»

«¿En serio? Sabía que lo conseguirías».

«Sí, aunque tardaré un poco en acomodarme, así que seguirás invitando las comidas».


—Me pregunto por qué Amelia no ha sido despedida aún.

—A mí también me resulta sospechoso, ella no ha trabajado tanto tiempo en este lugar, Clarisse estuvo más que ella y ayer la echaron.

—¿Crees que se traiga algo con alguno de los dueños?

—No es tan bonita para hacerlo, tal vez con Diego.

Ambas ríen a carcajadas.

Vine al baño con el pensamiento de que conseguiré un poco de calma, sin esperar que pudiera terminar en una situación de espías. Estuve por salir, pero cuando mencionaron mi nombre supe que debía seguir oyendo.

No creí que mis compañeras se comportaran como unas adolescentes inmaduras que hablan a las espaldas de alguien. Que poca profesionalidad.

¿Tengo que recordarte que eres tú quién las está espiando?

No es lo mismo.

—¿Y si es con ese abogado?

Mis oídos se agudizan.

—He visto cómo se miraban, seguro que se acuestan en secreto.

Bufo sin hacer ruido, ¿cómo se atreve...?

—Y yo creía que era gay, he estado insinuándome prácticamente desde que vino, pero no ha reaccionado en ningún momento. Pensé que sería una presa fácil, al igual que el abogado anterior, ese gordo calvo al que tenía de rodillas.

Abro la boca en shock, estas son unas cualquieras, es increíble que no me haya dado cuenta hasta ahora.

—Tal vez su tipo son las marimachas, esa está más plana que podría pasar por hombre con facilidad.

Bajo la mirada y lo desmiento ¡Yo tengo pechos!

¡Y son tu mejor atributo!

—¡Ja! Entonces si es gay, si se acuesta con esa tipa debe serlo.

¡Cómo se atreven! ¿Vas a permitir que hablen así de ti?

No, ya es suficiente.

Empujo la puerta de una patada y consigo asustarlas. Se giran al mismo tiempo y se sorprenden más al verme parada frente a ellas.

Hazles picadillo, cómete sus hígados.

—Ahora díganme... —Me remango la blusa— ¿Quién de ustedes me dijo plana?

Camino a pasos lentos y atemorizantes hacia el lavabo que tengo al frente, abro la llave y me lavo las manos. Ambas se mantienen quietas, atentas a mis movimientos, puedo oler el miedo que desprenden y me fascina.

—Si no me lo van a decir, no me dejan otra opción más que forzarlas a confesar —las amenazo.

—Si no me lo van a decir, no me dejan otra opción más que forzarlas a confesar —las amenazo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
¿Me van a dejar hablar? [Presente MVDH #1]Where stories live. Discover now