Capítulo 23: "Hablarlo o no hablarlo"

22.3K 1.3K 79
                                    

«¿Te será posible dejar de meterte en mis asuntos?»

«¿Es un pedido o una pregunta retórica?»

«¿Cuántas confesiones necesitaste para inflarte el ego?»


—Jack... —inicio al seguir mirando por el retrovisor, con las palabras del hermano rebotando por mi cabeza— ¿Por qué nunca hablamos de nuestras familias?

—¿A qué viene esa pregunta?

Desvío la mirada hacia él, sin tener el tiempo de pensarlo mejor.

—Es que me parece extraño que nunca hayas mencionado a un hermano, hasta la fecha creía que eras hijo único. Y como ahora sé que no es así... —no consigo terminar la frase al darme cuenta de lo que conlleva.

¿Por qué no sé casi nada de él? ¿Por qué parece ser... un extraño?

Si lo pienso bien es algo tarde andar haciéndome esas preguntas, ya que llevamos siendo amigos varios años.

¿También seré mensa?

—Amelia, ¿en serio quieres hablar de eso ahora? —pregunta, poniéndose serio muy rápido.

Lo contemplo en silencio, sin saber si responder, sin saber cómo responder. Su mandíbula se ha endurecido y más parece que tiene la vista hacia adelante para no tener que verme a la cara.

—Tienes razón, mejor lo hablamos otro día —respondo con un asentimiento de cabeza, deseosa de sonar creíble.

Sí, mejor no insistir, él no lo haría si estuviera en mi posición. Por más doloroso que me sea admitirlo, yo tampoco le he dicho mucho de mi vida.

¿Él se sentirá igual?

Se pasa al carril derecho y da un frenazo para detenerse a un lado de la acera. Miro por la ventana en búsqueda de la razón por la que nos detuvimos.

Escucho el clic de un cinturón desabrochándose, volteo y Jack se está girando hacia mí.

—No, tienes razón, mejor hagámoslo ahora —confirma.

—Jack, sé que no quieres...

—Estoy seguro de que ninguno de los dos quiere hacerlo pero no tenemos opción —añade rápidamente, casi ansioso, pero suave para no sonar de mal humor—. Además, es probable que Frank ya te haya dicho que en realidad yo le pedí que viniera así que lo mejor será aclarar las cosas.

—Ahora que lo dices, mencionó algo al respecto —concuerdo en voz baja, con la cabeza gacha.

—Últimamente he dejado de sentirme conforme con la superficial relación que hemos estado teniendo estos últimos años...

¿Superficial?

—Mejor dicho, ya no me es posible seguir ignorándolo. Seguir fingiendo que todo está bien entre nosotros.

Empezamos fuerte.

—Y en cuanto recibí ese nuevo horario, supe que sería una buena oportunidad para volver a empezar, para trabajar en nuestra amistad. Antes tal vez nos fue suficiente con tener al otro y nada más que eso, pero ahora no estoy conforme, quiero más. Más de ti.

Mantengo la cabeza inclinada, escuchándole tan atenta en lo que dice y me doy cuenta, o recién me digno a pensarlo, que tiene razón.

Cuando empezamos nuestra amistad, su mera existencia me fue bastó para seguir adelante, y en ese momento no se me cruzó por la mente el nombre de su padre o su madre, ni siquiera en dónde vivió antes de entrar a la universidad.

¿Me van a dejar hablar? [Presente MVDH #1]Where stories live. Discover now