Capítulo 38: ANGELA MAREL

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No hablamos toda la tarde del sábado y no hablamos el domingo entero.

Elena nunca me escribió y yo tampoco lo hice. Se cuan acostumbrada esta a que yo vaya corriendo hacia ella y quizás sigue esperando a que suceda.

Pero no lo haré.

Así que el Lunes me presente a la escuela como cualquier otro día, y como si absolutamente nada sucediera. Vi a Elena las primeras horas, de lejos y por los pasillos. Andando de clase en clase hasta que por fin la última hora de la escuela llego.

Ella entró al salón haciendo el característico ruido de sus tacones que ponía a todo el grupo a temblar, ella era una maestra estricta, amante del silencio. Entonces, siempre que ella llegaba el salón estaba en completo orden.

__ Buenos días __ saludaron todos mis compañeros como era costumbre.

Elena siempre solía responder al saludo, pero aquel día simplemente decidió ignorarlo.

__ Resuelvan su cuadernillo, de la página 120 a la 150, tienen 40 minutos, los últimos 20 minutos de clase los usaremos para que pasen a resolver ejercicios en la pizarra.

Ella definitivamente no estaba de buen humor.

__ Son muchos ejercicios, Miss / Sí, y es poco tiempo / No acabaremos __ el salón se lleno de múltiples quejas de mis compañeros.

__ De la página 120 a la 160, si escucho más reclamos seguiré aumentando páginas de 10 en 10.

Y así es como el salón se lleno de un silencio total.

Tuve que aguantarme las ganas de reírme de toda esa situación. Quisiera pedirle perdón a todos mis compañeros porque sé que es mi culpa que ella esté de tan mal humor hoy.

En el salón no se escuchaba un solo susurro, ni siquiera respiraciones. Todos le temían y todos resolvían preocupados y lo más rápido posible los ejercicios. Yo también los hacia, de vez en cuando la miraba a ella, sería, furiosa, con el ceño fruncido y la manera en que su frente se arruga cuando se concentra en algo.

Unos cuantos minutos antes de que el tiempo se terminara por fin acabe mis ejercicios y me dirigí a su escritorio. Ella me miró de reojo, luego continuo trabajando en su laptop hasta que segundos después la cerró y tomó mi cuadernillo revisandolo.

__ Tienes un error.

__ Estoy bastante segura de que lo he hecho bien.

__ Pues no, tienes un error aquí. __ ella señaló el ejercicio en el que falle, tenía razón, me he equivocado con un signo y eso me ha cambiado todo el resultado.

__ No lo note.

__ Es lo que pasa cuando no se hacen las cosas como deberían hacerse.

Ella ni siquiera me miraba, así que me permití sonreír ante su comentario. No soy buena para las indirectas, pero creo que es bastante obvio como esas palabras traen consigo un poco de veneno de su parte.

__ Un solo error en 40 páginas de ejercicios. Que fácil es ignorar todo lo que he hecho bien por una pequeña falta.

__ Tienes nueve.

Ella asentó mi calificación de la actividad del día de hoy. Un jodido nueve, es injusto, solo tuve un error. Aún así no dije nada y cerré mi cuadernillo para luego avanzar a mi lugar.

Muchos de mis compañeros ni siquiera lograron terminar, y los que si, tuvieron muchísimos más errores que yo.

Así que a todos les fue peor que a mi.

Entendido, profesora. TERMINADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora