Capítulo XLI: Antropofobia

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Pov Mat

Ara me despertó de la peor forma posible. Casi me mata del susto, incluso mi madre se despertó.

Según Ara, por fin completó su misión de tener la aprobación de mis padres para llamarlos mamá y papá. Su felicidad era tal que no me dejó dormir mientras hablaba de su logro obtenido.

Me alegro por él, pero creo que exageró su reacción.

Esta mañana a mi mamá se le ocurrió la extraña idea de hacer un pequeño huerto en la parte trasera del jardín. Tampoco esperaba un huerto grande, pero parece que siempre ha sido su sueño hacer un hortal de tomates

Aunque desde el punto de vista botánico, el tomate es un fruto, ya que es la parte de la planta la que se desarrolla a partir de una flor polinizada y que contiene las semillas; históricamente y desde el punto de vista culinario, es una hortaliza, ya que se trata de una planta comestible que se cultiva en un huerto. Pero seguramente es algo que mi madre para nada querrá saber. Y mucho menos Ara que se encontraba super motivado en hacer esta actividad con mamá.

Ara: ¡También podemos plantar patatas, zanahorias, calabazas ¡Ah! ¡¡Y fresas, me encantan las fresas!!

Mat: Técnicamente las fresas son frutas de forma cónica o casi redonda, de tamaño variable según la especie...

Ara: ¿¡Qué te gustaría plantar, Mat!?-pregunta ignorando mi explicación

Mat: Cualquier verdura está bien, no tengo preferencia.

Mamá: No, Mattias se comía todas las verduras desde chiquito -dice apretando mi cachete izquierdo.

Si, a diferencia de Sor, que para fingir que se comía sus verduras en primaria, me las daba a mí. Terminé siendo el niño más saludable de mi salón.

Papá: Primero debemos preparar el terreno, nos tomará unas semanas teniendo en cuenta que esta tierra no es la mejor. Tú eres el experto Mattias-mi padre no es que se emocionara con la repentina idea de mi madre, pero parecía querer tomárselo como un pasatiempo.

Mat: Bueno, es un terreno pequeño. Yo pienso que para unas tres semanas esté listo.

Ara: ¿¡Tanto tiempo!?-se queja

Mat: Y los tomates maduran entre 90 y 100 días.

Ara: ¿¡¡Tanto tiempo!!?-se vuelve a quejar para tirarse en el césped

Menudo dramático.

En eso su teléfono recibe una notificación, él lo toma de su bolsillo para luego mirarme a los ojos, sinceramente es un milagro que le llamen.

Ara: ¡¡Por fin tengo jornada laboral, te veré luego gatito!!-sin darme tiempo a decirle algo desaparece a la velocidad de luz. Se podría decir que extrañaba esta parte de su vida.

Mamá: ¿Qué le pasa? ¿Por qué se fue?

Mat: Fue a pelear contra un nightmare, recuerda que ese es su trabajo.

Mamá: Aah, no tenía idea que le avisaban así... ¿Vas a ver su combate?

Mat: ¿Lo preguntas porque también quieres verlo?-ella sonríe, la verdad es que mis padres nunca vieron combates de nightmares.

Más por desinterés y falta de tiempo.

Mamá: Papá también verá a su yerno trabajando ¿Verdad?-mi papá solo asiente.

Supongo que para él es interesante ver cómo "trabaja" Ara.

Antes de poder dirigirme a la sala con ellos mi teléfono celular comienza a sonar en mi bolsillo. Es raro recibir una llamada y más cuando al verificar quién es, no es Sor. Contesto la llamada.

My Little Nightmare Where stories live. Discover now