Damon silbó con admiración y sonrió a Nick. Acercó la cajita de terciopelo rojo a la ventana abierta de su despacho para que la luz le permitiera ver en todo su esplendor el anillo que su amigo le pensaba regalar a Meredith Carrington por su compromiso.
Era impresionante por su delicadeza y elegancia. Oro blanco con un gran rubí rodeado de pequeños diamantes. Cerró con sumo cuidado el envoltorio de la joya y se la devolvió a Starling.
- Bueno, parece que te has desprendido de parte de tu fortuna. Me alegro por ella claro está. He visto esta mañana en la prensa el anuncio de tu compromiso -Sonrió con picardia y se dedicó a encender su puro.- Más de una señora se disgustará contigo por no haber elegido a su propia hija ¿no crees?.
Nick, sonrió y con la copa que tenía en la mano hizo el ademán de brindar. Se la llevó a los labios y paladeo el aterciopelado licor.
Desde que dejó a la bribonzuela en su casa esa mañana se había dedicado a buscar un anillo que le satisfaciera. No podía ser uno cualquiera, sino uno que le recordara a Meredith cada vez que lo mirara que estaban comprometidos, que se casarían y esperaba que la hicieran olvidarse de querer anular por todos los medios el enlace.
Cuando vió ese anillo, le recordó al fuego de su pelo y supo que era el adecuado. Se sintió un poco nervioso pensando si a ella le gustaría también, aunque no tenía la menor duda, pero dado al talante negativo que demostraba ante el compromiso no lo tenía tan claro. Suspiró con resignación.
- Bueno, creo que esas damas podran poner todo su empeño en tu persona, aunque claro, yo era muchísimo mejor partido por no decir que más apuesto.- Contestó Nick.
Los dos rieron con ganas
-Querido amigo, tu tan modesto como siempre. Déjame decirte que no tengo la menor intención de dejarme cazar al menos en los próximos diez años. Brindo por ello.- Y ambos levantaron sus copas en señal de conformidad.
Se conocían desde la infancia, ambos estudiaron juntos y siguieron frecuentándose durante las locas salidas de sus veinte años. Después de la desgracia de la hermana de Nick, se separaron unos años debido a que Laughton se fue de Inglaterra, pero eso no había impedido que ambos siguieran en contacto, incluso Damon había viajado en varias ocaciones a Sevilla, una ciudad al sur de España, para visitar a su amigo. Allí Nicholas Starling poseía una gran finca dedicada a la cría de caballos andaluces, ya que eran muy valorados, además de reses bravas y varios negocios de importación. No, no había perdido el tiempo, se dedicó en cuerpo y alma a trabajar para olvidar la rabia que sintió la perder a su única hermana. Tenía fortuna propia y además un título que lo hacía bastante atractivo para las mujeres, siempre que no se fijaran en él por su físico, aunque eso era bastante improbable.
- Sabes Nick, nunca pensé que llegaría el día en el que te tendría que felicitar por tu inminente boda.- Soltó una sonora carcajada.- ¿Que tal lo llevas, amigo?.
- Que quieres que te diga, no me siento como un hombre atado, cosa que me sorprende porque hace dos días si me lo llegas a decir hubiera cogido el primer barco que salía del país con rumbo desconocido, sin embargo aquí me tienes.- Calló y dejando el tono ligero con el que habían hablado hasta ahora se sincero con la única persona que siempre había estado a su lado.- Se podría decir que estoy ...feliz.- Lo dijo sorprendido como si al decirlo descubriera en ese momento que era cierto.
Damon carraspeó, porque sabía que su amigo no era dado a hablar de sentimientos y sospechaba que se sentía incómodo al decir aquello.
- Eso no está mal, teniendo en cuenta que conoces a la chica desde hace dos días.- Le sonrió.- Nick, la boda no tiene porque celebrarse con tan poco tiempo, pienso que quizás deberías esperar un par de meses para que os conociérais mejor y después cuando os sintierais más a gusto el uno con el otro uniros en matrimonio.
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Saga Londres 1 " Matrimonio a la fuerza "
Historical FictionEste es el primer libro de una saga y el que le sigue se llama "Rebelde Rendición". Espero que les guste!! Meredith Carrington nunca, ni siquiera en sus más locos sueños, esperó casarse durante su tercera temporada, mucho menos con alguien tan impor...