Capítulo 22

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Nick la sostenía acunándola entre sus brazos. Después del susto de muerte que se había llevado, empezó a enfadarse. Había sido una loca soltándole de esa manera las riendas a Zeus. Le pasó una mano por la espalda para tranquilizar sus sollozos. Pretendía cerrar la boca para no empeorar la situación pero si callaba, reventaba, estaba seguro.

- Meredith, siguiendo con las prohibiciones...- Espero a que ella lo mirara y casi lo convence de no decir nada más al ver sus grandes ojos húmedos por las lágrimas.- Te prohibo volver a cabalgar.-

Los sollozos se convirtieron en un llanto desgarrador. Sabía que estaba siendo ilógico en extremo pero en ese momento pensaba que si se había caido no le daría la oportunidad de hacerlo otra vez.

Ya cambiaría de opinión cuando la viera recuperada del todo.

***

Ese día sería recordado para siempre como el peor de toda su vida. Sin duda el peor de sus veintiun años de vida.

La conversación con Abby la había puesto frenética.

La disputa con Nick la había sacado de sus casillas.

La caida del caballo fue la excusa que tuvo para poder llorar por todas las dudas, miedos, deseos frustados y errores que la habían llevado hasta la situación actual.

Estaba más que claro, diría que cristalino, que si tomaba una decisión tendría que hacer exactamente lo contrarío porque hasta ahora todo lo que había pensado le había salido rematadamente mal.

Quería tiempo para disfrutar de su noche de bodas y lo había tenido. Pero para ello llevaba cinco semanas de casada esperando por su testarudez.

Quiso hacerle daño aquella desgraciada noche nombrando a otra persona y lo logró. Pero por el camino también hizo que Nick desconfiara de ella y que el pobre de "El innombrable" hubiera estado a punto de ser mandado al otro mundo antes de tiempo.

Y ahora por no pensar en lo que decía había acusado a su marido de no fiarse de ella a la vez que le demostraba lo insegura que se sentía de su atractivo y en un arrebato había terminado con la falda en la cara y tirada en el suelo. Y le había prohibido volver a montar, aunque sabía que eso no lo había dicho en serio porque de todas formas no pensaba hacerle caso. Volvería a hacerlo así se derrumbara el cielo sobre su cabeza por los gritos de su autoritario marido.

Con un quejido hundió la cara en la almohada intentando ocultarse de Nick, que observaba como el doctor Robson la examinaba. Daba gracias al cielo que pensaran que era el dolor lo que la hacía gemir y no sus pensamientos.

Se encontraba tumbada boca abajo y con el camisón levantado hasta la parte baja de la espalda mientras el buen doctor, después de haberla revisado concienzudamente tres veces porque Nick no estaba del todo satisfecho con las dos anteriores, la terminaba de explorar.

- Sólo puedo decirle lo que ya le he confirmado con anterioridad. No existen roturas, debemos de dar gracias por ello, sólo las contuciones y morados debido a una caida tan aparatosa como la que ha sufrido la condesa. Podría haber sido mucho peor. Con dos o tres días de reposo el dolor se mitigará lo suficiente como para que pueda sentarse, sino es así tendrá que procurar darle más reposo a la zona.- Se notaba el mal trago que pasaba el hombre intentando no pronunciar la palabra trasero delante de ella.- Se que no es una posición cómoda y más cuando tendrán que ser varios días pero puede ponerse en pie si lo desea, aunque ahora cualquier movimiento le producira dolor en el trase...umm...digo, en los músculos afectados.- Cerró el maletín y se giró hacia el conde.- Le dejo el ungüento para que se lo apliquen y así mitiguen las molestías. Si surgiera cualquier otra cosa no duden en llamarme. Buenos días.- Se retiró con un ligero movimiento de cabeza.

Saga Londres 1 " Matrimonio a la fuerza "Where stories live. Discover now